—Si tan solo pudiera pedirle un deseo a shen long, si tan solo él aún estuviera le pediría que tuvieras una vida tranquila. Llena de felicidad y paz hasta tu último día de vida. No me importaría arriesgar mi propia existencia con tal de ver ese brillo en tu rostro una vez más.
Desear que algo sea diferente nunca sirve de nada, más si no haces algo para cambiar la situación que te atormenta.
Pero que se hace cuando por más esfuerzos que hagas tu situación no mejora al contrario solo puedes ver como empeora ¿A quien recurres cuando todas tus súplicas han sido ignoradas y todos tus intentos fallan?
Supongo que no hay muchas respuestas para esa pregunta y las opciones se reducen aún más cuando estás en un desastroso presente donde todo ha sido reducido a casi cenizas por dos máquinas que parecen no estar satisfechos a pesar de ya haber acabado con todo.
Gohan y Ren han visto pasar de la peor manera su vida y quizás los años que deberían de haber sido los más felices de sus vidas se han ido para siempre.
El tiempo no se detiene por nada ni por nadie.
Siguió su curso como debe de ser solo que lo hizo de una manera más lenta y dolorosa como si quisiera que estos dos inocentes resintieran su paso.
Las paredes del pequeño búnker improvisado por Bulma comenzaron a llenarse de fotografías de ambos jóvenes y por su puesto por fotos de su hijo como un recordatorio de cada etapa, como símbolo de que a pesar de todo lo malo aún podía haber algo bueno, algo rescatable. Algo de esperanza.
La habitación de Ren se llenó de hojas, flores, plantas y ramas que representaban la ilusion de aún poder tener su propio huerto. Le recordaban que a como diera lugar tenían que vencer a esos androides pues de lo contrario jamás podría cumplir su sueño.
Mientras que la habitación de Gohan se llenó de polvo, se mantuvo intacta pues desde hace años que ya no usaba aquel cuarto lleno de libros y cuadernos, aquella habitación le pertenecia a un Gohan que ya no existia y que posiblemente jamás volvería.
El tiempo no fue tan justo ni amable con ellos pero al menos se tenían el uno al otro, todo sería peor si se quedaban solos.
Han pasado doce años desde que esos monstruos conocidos como número Diecisiete y número Dieciocho aparecieron, doce largos años en dónde la humanidad ha tenido que mantenerse oculta para poder sobrevivir.
Doce años en los que Gohan y Ren han entrenado y enfrentado una que otra vez con esos monstruos.
Doce años donde han estado juntos, caminando y peleando hombro a hombro tratando de recuperar la vida que se les arrebato.
( . . . )
“Los destrozos en la ciudad del norte son impresionantes, el daño causado es incalculable y horrible...
¿Cuando, cuando parará está masacre?. ¿Cuando se apiadarán de nosotros?.
¿A caso alguien podrá ayudarnos? ...”
La oración del locutor se quedó a la mitad pues la pequeña radio que reproducía el sonido fue apagada, la pelinegra de cabello corto dueña de la radio giro su rostro hacia atrás encontrándose con la figura alta y musculosa de un chico de cabello corto.
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Sweet Chaos [ Son Gohan ]
أدب الهواةSweet Chaos || Eres la ola que golpea y destruye mi castillo de arena. Ren y Gohan son dos niños completamente diferentes, cada uno con metas y vidas opuestas. Él es un habitante de la tierra y ella es la última saiyajin de sangre pura en el unive...