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Sinopsis: Sylus, un hombre que ha pasado su vida persiguiendo el lujo y el éxito, se siente cada vez más desilusionado por las comodidades vacías de su opulento estilo de vida.
Género / Advertencias: pura pelusa, momentos suaves, anhelo, Sylus quiere una vida cómoda contigo, sin advertencias, morimos en malvaviscos.
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Sylus siempre se había sentido atraído por las mejores cosas que la vida tenía para ofrecer. Sus días estaban llenos de autos de alta gama, fiestas exclusivas y lujosos áticos con vista al horizonte de la ciudad. Había pasado años persiguiendo estas cosas, convencido de que le traerían felicidad. Pero ahora, sentado solo en su elegante departamento, rodeado de todos los adornos del éxito, sentía un vacío del que no podía librarse.
Fue en esos momentos de tranquilidad cuando sus pensamientos inevitablemente se dirigieron hacia ti.
Tu vida no podría ser más diferente a la suya. Mientras él pasaba las noches en eventos deslumbrantes, tú estabas en tu cocina, horneando algo dulce, cuyo aroma llenaba tu pequeño pero acogedor apartamento. No necesitabas mucho para ser feliz: una taza de té, un buen libro, tal vez tu película favorita sonando de fondo.
Sylus se sintió cautivado por la sencillez de tu mundo. A menudo ponía excusas para visitarte, como pasarse por tu casa con el pretexto de que necesitaba hablar de algo trivial o ofrecerse a recogerte de camino a casa. Pero, en realidad, estaba desesperado por echar un vistazo a la vida que llevabas.
Se quedaba en tu apartamento más tiempo del necesario, fingiendo estar interesado en cualquier conversación trivial que le ofrecieras, pero en realidad, estaba disfrutando de la atmósfera. Había algo en tu espacio que lo hacía sentir más conectado con el mundo, más en paz. Se maravillaba de cómo se podía encontrar alegría en las pequeñas cosas: una nueva receta que querías probar, una planta en maceta que habías comprado en el mercado o el suave resplandor de las luces de cadena que habías colgado en tu ventana.
A veces, se perdía en sus pensamientos, imaginando cómo sería volver a casa contigo. Cruzar la puerta después de un largo día y ser recibido por el olor de la cena cocinándose en la cocina, oír tu risa mientras le contabas alguna tontería que te había pasado durante el día. La idea de caer en esa rutina, de ser parte de tu mundo, le resultaba extraña y profundamente atractiva.
Se imaginó ayudándote en la cocina, aunque de forma torpe, cortando verduras bajo tu paciente guía. Los dos se encontrarían, se reirían de su falta de habilidades culinarias y, finalmente, se adaptarían a un ritmo que se sintiera cómodo y adecuado. No era algo que él hubiera pensado que deseara, ese tipo de felicidad doméstica, pero ahora no podía dejar de pensar en ello.
Cuando estaba solo en su frío y moderno apartamento, el lujo que alguna vez había anhelado se sentía vacío. Los elegantes electrodomésticos de acero inoxidable, la decoración minimalista... todo parecía insignificante sin ti allí para compartirlo. Se preguntó en qué momento habían cambiado sus prioridades. ¿Cuándo había empezado a anhelar algo más que riqueza y éxito?
Sylus no tenía todas las respuestas, pero sabía que quería que fueras parte de su vida. Más que eso, quería ser parte de la tuya. Estaba dispuesto a dejar atrás la vida que había construido si eso significaba que podía tener algo real contigo.
Así que la próxima vez que te vio, no puso excusas para irse rápidamente. En cambio, se quedó. Te preguntó cómo te había ido el día, se ofreció a ayudarte con la cena y, cuando te reíste de sus torpes intentos, no pudo evitar sonreír. Sentía que finalmente estaba donde debía estar.
Y mientras estaban sentados juntos en la pequeña mesa del comedor, compartiendo una comida, Sylus se dio cuenta de que este momento, tan simple y tranquilo, valía más que todo el lujo del mundo.
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