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Rafayel despertando a su bella musa de una manera bastante... placentera.
Rafayel te despierta al ver tu figura somnolienta recostada completamente sobre él. No pasa mucho tiempo antes de que sus largos dedos acaricien la parte superior de tu cabeza con cariño, su mano recorre tu espalda hasta llegar a tu trasero, sus dedos masajean la suave carne mientras instintivamente encuentran su camino hacia abajo, justo encima de tu coño desnudo y, para su diversión, húmedo.
Sus dedos parecen tener mente propia mientras se deslizan hacia arriba y hacia abajo por tus pliegues, cubriéndose con tu excitación antes de que Rafayel introduzca dos de sus dedos a la vez. El hombre conocía perfectamente tu cuerpo: tu coño estaba listo para él y casi rogaba a sus dedos que rellenaran ese lindo y pequeño agujero.
Los dedos de Rafayel se movieron cada vez más rápido, pequeños gemidos escaparon de tu boca ante el agradable despertar, mientras tu cabeza, que antes descansaba sobre el pecho de Rafayel, ahora se levantaba para mirar las expresiones de tu novio. A pesar del ligero rubor que adornaba sus mejillas, Rafayel te miró con deseo bailando en sus ojos, su voz te arrulló mientras murmuraba las siguientes palabras. El bastardo estaba actuando casi como si sus dedos no estuvieran entrando y saliendo de tu pobre coño descuidado.
« Despierta, mi precioso bebé. ¿Has dormido bien? », me dice con voz cantarina y una sonrisa en sus bonitos labios.
Con los párpados todavía pesados y una mirada llena de pasión y deseo, tu boca se estrella espontáneamente contra sus labios sonrientes en un beso sucio, tu lengua gira desordenadamente alrededor de la suya mientras Rafayel gime en tu boca al sentir tu coño estallando alrededor de sus dedos, haciendo que aún más de tu humedad gotee entre sus dedos y sobre las sábanas.
Mientras rompes el beso para jadear de excitación, un hilo de saliva aún une tus labios hinchados con los suyos, haciendo que tu rubor aumente ante la sucia escena.
Sin embargo, eso solo alimentó aún más el deseo de Rafayel cuando su boca encontró la tuya nuevamente, acelerando aún más el movimiento de sus dedos en tu coño mientras la necesidad de verte deshacerte comienza a nublar su mente, los ruidos chapoteantes de Rafayel follándote con los dedos se mezclan con los ruidos indecentes de su boca haciéndote el amor.
« ¿Escuchas eso, cosita bonita? ¿Los sonidos pecaminosos pero hermosos que estás haciendo para mí? Y solo para mí, ¿verdad, mi preciosa musa? », quieres hacerlo callar, siempre la que habla sin parar, parloteando palabras burlonas incluso ahora, palabras que Rafayel sabía perfectamente que te estaban afectando de la manera que él deseaba. Así que simplemente asientes con la cabeza sin pensar, como una muñequita perfecta , piensa Rafayel, ella es mía .
Cuando él siente que estás cerca, tan cerca que te cuesta seguir besándolo por la forma en que te toca estúpidamente, él se ríe entre dientes en el beso, susurrando contra tus labios palabras de aliento después de que su pulgar acaricia tus labios temblorosos, esta vez rompiendo el hilo de saliva que los conecta a los dos.
« Eres una monada, ¿lo sabías? Puedo sentir tu cálido coño apenas me despierto y besar tu linda cara que no deja de gemir por lo bien que te hago sentir, ¿no es así? Vamos, puedes soltarte ahora. Mi preciosa y perfecta niña. »
Y lo haces, haces un desastre en sus dedos, mientras gimes y gimes contra sus labios que siguen presionando pequeños besos en los tuyos de una manera que te ayuda a llegar al clímax, haciendo que tu boca brille con saliva.
« ¿Estás bien, linda nena? »
Como única respuesta, le das un beso en el lunar del lado derecho de la nariz y tu linda cabeza encuentra naturalmente el camino de regreso hacia su pecho mientras te tomas un tiempo para respirar. Rafayel no puede evitar sonreír al pensar en lo difícil que será para ti despertarte y comenzar el día como es debido.
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