«Un acuerdo y dos suspiros»

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Seremos amigos.

La frase suena sumamente irreal, lamento no poder descifrar si para mal, o para bien. Por una parte, me hace feliz saber que todavía puedes estar en mi vida, que nuestra conexión seguirá «latente» aunque no sea como yo quiera.

Aunque, me quema, me duele ser tu amiga. No quiero serlo. No sé cómo serlo. Realmente estoy intentando llevar la fiesta en paz, darte lo que quieres, pero debes entender algo: mi corazón es demasiado frágil, soy, demasiado frágil, y no sé cómo actuar ante esto.

Fue un acuerdo que tuvimos entre dos. Y lo admito, fui participe de seguir con una amistad que jamás existió. Reconozco que estaba desesperada por volver a hablarte, me dejaste sin opción. Tuve que aceptar ser tu amiga.

Ahora mi mente divaga entre sentimientos que son ajenos a los recuerdos que pueda tener. Ajenos a los momentos que tenemos juntos y que se guardan en mi memoria.

En las noches tiendo a soltar dos suspiros antes de dormir, evitando el deseo de crear nuevos recuerdos a tu lado. Teniendo en cuenta que, es básicamente imposible. Porque tú y yo, ya no existimos.

¿Alguna vez existimos?

Piénsalo, corazón, ¿realmente me amaste o solo creíste que lo hacías?

Entonces me encuentro envuelta en una sensación no antes sentida. Algo extraño. Meses después me encuentro en la desesperación de volver a tenerte una última vez. Aunque eso conlleve a perder todo el proceso por el que me he obligado a pasar.

Me encuentro con la desesperación de revivir ese "buenos días mi princesa hermosa" al menos un día más. Aunque sea en los sueños.

Pero es que ni en mis sueños llega a pasar. Porque cada vez que apareces en uno de ellos todo se vuelve oscuro y un sentimiento de melancolía me abarca, aunque esté dormida e inconsciente. Porque dejaste una cola de humo, un humo negro que se coló en mí y ahora el rastro me ha dejado secuelas.

Y sé que puede ser difícil de entender, pero al final, el sentimiento es inexplicable, lo único que sé es que no se lo deseo a nadie.

Porque todo comenzó con un acuerdo, y ahora dos suspiros me acompañan en el camino intentando hacerme libre.

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