ALMA.

«No morimos de amor»

Alguna vez todos escuchamos a alguno de nuestros familiares con la típica frase de "no morimos de amor"

Y es cierto, nadie se ha muerte de amor.

Morimos POR amor.

Cuando nos enamoramos nuestro espíritu se goza en la otra persona, las sonrisas sin constantes al igual que los nervios. Comenzamos a sentirnos más vivos de lo que alguna vez hayamos estado. Todo se asemeja a la persona que amamos, y todo te lo recuerda.

Canciones, salidas, objetos, sueños.

Y es no tiendo a creer en esa frase de que en el amor todo se vale. Porque absolutamente todos los sere humanos llegamos a un límite, ese punto donde sientes que no eres capaz de tolerar una acción más que te lastime y entonces decides huir con todo el amor en las manos.

Cuando te alejas de una persona, esa persona deja algo en ti. Por más mínimo que sea, ahí estará. Es por eso que nos sentimos vacíos, porque está ese hueco en nosotros que antes era llenado por su presencia.

No morimos de amar demasiado, porque cuando amamos, somos felices, somos sonrisas, somos amor

Morimos por amar demasiado. Porque nos dejamos a un lado para poner a la otra persona en nuestro lugar.

Y ese espíritu que antes se gozaba en ella, ya no tiene donde gozarse. Y de pronto toda la emoción se va, de pronto la felicidad no dura más de una hora, porque vuelves a sentir que tu espíritu está apagado.

El mundo debería entender algo. Hay personas que si mueren por un corazón roto. Hay personas que si mueren por amar, porque el amor en exceso satura las otras emociones y comienza a convertirse en un problema.

Y considero que deberíamos prestarle más atención de la que creemos a aquellas personas que están pasando por el duelo de haber perdido a alguien que amaban, porque la mente y las emociones podrían pasar una mala jugada.

El desamor es algo común, pero no por ser común quiere decir que sea menos doloroso.