Muchas veces dije lo orgullosa que estaba de ti. Y lo estuve. Estuve orgullosa del chico que eras, de tu inteligencia, de tu genuinidad, de tu carisma, hasta de tus acciones y emociones.
Y cariño, lamento tanto que todo eso se haya derrumbado. Pero en el fondo de mi corazón, aún mantengo la esperanza de que de reconstruyas esa versión.
Hago esto no por ti, al contrario. Escribo por mí misma. Para darme cuenta de cuantas veces fallé al idealizar a tantas personas. Porque sí, no es la primera vez que me pasa. Poco a poco se convirtió en un ciclo. Una cadena que espero y no se vuelva generacional.
Es por eso que me veo en la obligación de romper con ella. Tengo que, primero, aprender a no confiar en todo el mundo, y, segundo, no amar con tanta «intensidad»
Y con todo el dolor de mi corazón, cariño. Yo ya no puedo estar orgullosa de ti. Solo espero que un día pueda volver a estarlo y no me decepciones más de lo que ya estoy. Porque después de todo aún me permito seguir confiando en ti. O en ese niño que un día conocí.
No rompiste mi corazón, rompiste incluso más que eso. Rompiste la ilusión de una niña que anhelaba sentirse al menos un poco amada. Rompiste mis sueños, rompiste la felicidad de mis días, de mis noches. Me rompiste a mí, pero no puedo culparte por eso.
Más bien te agradezco por esto. Gracias por enseñarme una nueva lección, supongo.
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ALMA.
Historia CortaAmar jamás está mal. Y atreverse, tampoco. Sentir, es completamente natural, y llorar, también lo es. Quizás en algún punto creíste que el para siempre se cumpliría. Y no fue así, entonces solo necesitas encontrar una cura para tu alma. Algo que te...
