«Una vida sin ti»

19 3 0
                                    

Y sí, creí necesitarse.

Realmente pensaba que te necesitaba.

Entonces caí en cuenta que tú no me necesitabas a mí. El sentimiento me abordó por un par de horas. Unas horas terribles, la bilis subía a mi garganta y amenazaba con ser expulsada en cualquier momento.

¿Cómo es que puede hacer alguien las cosas que tú hiciste tan fácilmente? Prométeme, prométeme que al menos te sientes un poco arrepentido de ello.

Ver como las personas se alejaban de ti me hizo caer en cuenta de algo.

No sabía de quién me había enamorado.

No sabía a quién verdaderamente había amado.

No sabía de quién verdaderamente era este sentimiento.

No sabía de quién provenía.

Pero no de mí, eso es seguro.

Mi alma absorta ante miles de preguntas que surgían pedía a gritos auxilio. Realmente estaba muriendo, y eso, nadie, absolutamente nadie lo sabía. Y no podían saberlo, no me entenderían.

No lo entiendo, corazón, ¿qué hice mal? ¿Por qué cambiaste tanto después de mí? A veces suelo culparme de ello, pero es que es imposible que haya sido por mí. Es realmente imposible. Porque no creo haber hecho cosas tan crueles como para que tú hayas cambiado de esa forma.

Y me duele, aunque no lo creas, me duele. Duele saber que me equivoqué tanto sobre ti. Que te idealicé tanto que este golpe es realmente duro para mí.

No pretendo culparte, si cambiaste de esta manera es porque, lamentablemente lo sentías necesario. Y no creo tener el poder de reprocharte ni mucho menos. Simplemente, plasmo lo que siento y aunque duela, tengo que aceptar que lo que eres es muy ajeno a mí y a lo que realmente quiero para mí vida.

Por un tiempo fuiste lo que siempre quise, lo que siempre soñé. Por un tiempo pude verme contigo en el futuro, sin sentir miedo, sin sentir cualquier sentimiento malo hacia ti. Por un tiempo nos visualicé juntos, construyendo una vida bonita y llena de amor.

Ese tiempo se escurrió. Ese tiempo se llevó todo buen pensamiento de un futuro contigo. Ahora, cuando pienso en que podemos volver a estar juntos, mi mente inmediatamente rechaza la idea. Y me imagino a mis hijos con un padre así.

No podría hacerles eso. No podría hacerme eso a mí.

Este es el claro ejemplo de que las cosas que planeamos jamás salen como esperamos, y aunque planeé toda mi vida contigo, ahora mi vida era resignarme a tener una vida sin ti.

ALMA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora