El beso cap. XIX

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Bakugo estaba en su cama de hospital, el cuarto silencioso salvo por el suave zumbido de los equipos médicos y el ocasional murmullo del personal fuera de la habitación.

- ¿Por qué tiene que ser tan difícil?- pensó Bakugo, sus pensamientos girando en torno a la conversación que había tenido con Deku.

- Lo que pasó allá abajo… tal vez era solo una reacción a la presión, una reacción a estar atrapado. Pero no puedo dejar que esto cambie todo.

La experiencia en el laberinto había sido intensa, y las emociones que había compartido con Deku no encajaban con la imagen de él mismo que había estado tratando de preservar. Se había visto a sí mismo de una manera que nunca había permitido antes, y eso lo estaba agobiando.

El rostro de Deku, cargado de tristeza y sinceridad, seguía apareciendo en su mente.

- Lo que dijo… que lo que descubrimos era real y que había algo valioso en ello. No puedo dejar que eso cambie mi vida.

Bakugo se dio cuenta de que no podía evitar enfrentarse a lo que había sentido y a lo que había compartido. A pesar de su deseo de regresar a la normalidad, algo dentro de él sabía que la situación no podía ser tan simple. La dificultad de reconciliar su necesidad de controlar sus emociones con la realidad de lo que había experimentado era abrumadora.

- ¿Qué pasa si no puedo volver a ser el mismo?- se preguntaba, el pensamiento atormentándolo. -¿Qué pasa si no puedo enfrentar lo que realmente siento?”

La puerta se abrió de golpe, y Bakugo vio a un grupo de médicos y enfermeras entrando para realizar su rutina diaria. Observó cómo entraban y salían, su presencia en la habitación no era más que una distracción pasajera.

- Me estoy volviendo loco por pensar tanto en esto.- pensó con amargura.-Debo concentrarme en recuperarme, en salir de aquí y volver a mi vida.

Mientras el día se desvanecía y la noche caía, Bakugo seguía pensando. La frustración y la tristeza seguían presentes.

Deku entró en la habitación del hospital con una resolución firme en su caminar. Sus pasos eran seguros y decididos, como si cada uno de ellos estuviera guiado por la necesidad de resolver el nudo de emociones que había sentido. La conversación con Bakugo había sido dura, y sabía que debía enfrentarse a él una vez más para decirle lo que realmente sentía.

Bakugo estaba en la cama, inmovilizado por el dolor y la confusión. Sus pensamientos estaban enredados, y su mente se esforzaba por procesar las emociones y los sentimientos que había experimentado en el laberinto.

Deku se acercó a la cama de Bakugo, la expresión en su rostro mostraba ternura.

- Sé que lo que estás diciendo realmente no es lo que sientes.- dijo con una voz suave, pero cargada de convicción. Mientras hablaba, se inclinó hacia Bakugo, y una sensación de calidez comenzó a invadir el espacio entre ellos.

Bakugo sintió el cambio en el ambiente y su corazón comenzó a latir más rápido. La proximidad de Deku y la intensidad en sus ojos crearon una tensión palpable. El calor subió por su cuello mientras Deku se acercaba más, sus labios a pocos centímetros de los suyos. La proximidad hizo que Bakugo se sintiera acalorado y nervioso. Sentirlo tan cerca, sentir la respiración en su cuello... solo quería besar al nerd

De repente, Deku depositó sus labios contra los de Bakugo en un beso delicado pero lleno de emoción. El contacto fue eléctrico, enviando una oleada de sensaciones a través del cuerpo de Bakugo. En ese instante, sintió un torrente de emociones.

La suavidad de los labios de Deku contra los suyos, la ternura del gesto y la intensidad del momento crearon una experiencia innolvidable. La sensación era a la vez familiar y nueva, y el mundo a su alrededor parecía desvanecerse en el calor del beso.

Justo en ese momento Bakugo se despertó de golpe, su corazón latiendo fuerte. Miró a su alrededor, confundido y aturdido, dándose cuenta de que estaba en la habitación del hospital. Todo había sido un sueño, una ilusión construida a partir de sus emociones y temores más profundos.

Al despertar, vio a Kirishima sentado en una silla cerca de la cama, su expresión de preocupación aliviada al ver que Bakugo estaba despierto.

- Bakugo, ¡qué bueno que estás despierto! ¿Cómo te sientes? ¿Estás bien?

- ¿Dónde esta Izuku?- preguntaba, deseando que lo que soñó fuera verdad



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