Freen intentó desahogar los nervios previos a la cita concentrándose en las tareas domésticas. Quitó el polvo, pasó la aspiradora, cambió de sitio el sofá, cortó flores frescas para todas las habitaciones, limpió los cristales y bañó a los perros.
Le había pedido consejo a nam que le había aconsejado que se mostrara
cariñosa, pero no excesivamente entusiasta y sobre todo que las cosas parecieran sencillas. Las complicaciones asustaban había dicho.Por la tarde freen fue a comprarse una blusa blanca para ponérsela con la falda
de gasa que nam le había prestado y decidió derrochar un poco en un pasador para poder devolverle el de Hello Kitty a su vecina.Después, se dirigió a comprar un vino que combinara con los entremeses que
había preparado y para las siete y cuarto, estaba completamente preparada. El ambiente estaba cargado de la romántica fragancia de las velas mezclado con el olor a limón, ajo y hierbas de los aperitivos griegos que había preparado y bajo aquellos
olores, podría distinguirse también el de las flores que había repartido por toda la
casa.La música que había elegido era un disco de jazz recomendado en una reseña de Phoenix Rising.
Se superó a sí misma en el dormitorio, donde colocó su correspondiente ración
de velas, además de unas sábanas de satén de color rosa y dejó preparada una cubeta para el vino y los preservativos sobre un cuenco.En lo relativo al sexo, nam le había aconsejado mostrarse tentadora y excitante.
«Que haya ocurrido una vez no quiere decir que vaya a ocurrir dos, las personas son románticas cuando tienen que trabajárselas si cuentan de antemano con ella, la cosa puede ser muy aburrida».
Sobre eso freen iría viendo lo que quería hacer sobre la marcha mientras
esperaba a becky estaba tan ansiosa que se imaginaba arrojándose a sus brazos,
tirándola sobre la alfombra y desgarrándole la ropa y ella misma estaba sorprendida.Quería sexo se había olvidado de eufemismos como «relaciones íntimas». Era un sentimiento nuevo en ella, un sentimiento crudo y salvaje por fin comprendía por qué se le daba tanta importancia al sexo.
Cuando sonó el timbre de la puerta, los perros comenzaron a ladrar y se
agolparon en la entrada.-Freen: Tranquilos -intentó sosegarlos y abrió la puerta a becky que apareció
devastadoramente atractiva con una camisa de seda estilo años cuarenta y unos pantalones que se abrazaban a sus caderas, recordándole a freen la forma perfecta de su cuerpo desnudo.-Becky: Estás preciosa -dijo recorriendo su cuerpo con la mirada.
Dos perros enormes la rodearon y Ditzy se deslizó entre sus piernas pero becky
sólo parecía tener ojos para ella, sostenía en la mano una bolsa que contenía, entre otras cosas, una botella de vino.¿Debería abrazarla?
Se preguntó freen afortunadamente becky decidió por ella, abrazándola con un brazo y dándole un beso de una forma tan natural que freen se olvidó de que no siempre tenía que haber sexo en la segunda cita.
Estaba convencida de que aquella noche iban a terminar en la cama de hecho como el beso se prolongara iban a acostarse inmediatamente.
Becky apartó el brazo y le ofreció la botella.
-Freen: No tenías por qué haber traído nada -le dijo, mirando el interior de la bolsa.
Becky sacó la botella y ella un CD y un paquete de galletas para perros.
-Freen: ¿Cómo sabías que tenía perros? -le preguntó desconcertada.
Becky palideció un instante. ¿Se avergonzaría de ser tan considerada? se preguntó freen.
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Mentiras y Algo Mas
Hombres LoboElla necesitaba un curso acelerado de pasión... Estar fuera de la circulación no era el fin del mundo... Pero era un gran problema si aspiraba a escribir una columna sobre sexo. Freen Sarocha no acostumbraba a soltarse el pelo así que iba a necesi...