Capítulo 13

192 29 0
                                    

Salió y freen corrió a por el CD que había estado escuchando antes de la llegada de becky para llevarlo a su dormitorio una vez allí, lo puso a un volumen bajo y se desnudó para ponerse el conjunto de seda rosa que había comprado para aquella noche.

Encendió las velas, abrió una botella de vino y sirvió dos copas en una bandeja a
continuación, perfumó los almohadones con esencia de rosas se metió en el cuarto de baño para cepillarse el pelo y estaba saliendo envuelta en una nube de fragancia, cuando vio a becky recostada en el marco de la puerta con las piernas cruzadas y los pies descalzos.

-Becky: ¿Qué estás haciendo? -le preguntó divertido.

-Freen: Prepararme para ti -contestó acercándose a ella y rodeándole el cuello con los brazos.

Becky le mordisqueó el cuello y la recorrió con la mirada con una expresión que hizo que a freen se le debilitaran las rodillas.

-Becky: Estás preciosa con ese conjunto pero estarías mejor sin él.

Deslizó los tirantes por sus hombros, uno a uno y besó los rincones que segundos antes cubrían después le deslizó la camiseta de seda hasta las caderas y dejó que cayera hasta el suelo.

El roce del aire de la noche sobre su piel desnuda la hizo sentirse expuesta pero
los ojos de becky le decían que era hermosa y sus manos le transmitieron el mismo mensaje cuando atraparon sus senos, levantando cada uno de ellos como si fuera un objeto adorable.

Becky le rozó los pezones con el pulgar y éstos se irguieron los ojos de becky tan inmensamente azules, buscaban la respuesta de freen por un instante, ella pensó en lo mucho que iba a echar de menos todo aquello, con sólo dos noches a su lado, se sentía tan unida a esa mirada que le entraban ganas de confesar todos sus secretos.

Respiraba la esencia a vainilla de las velas, dejaba que la sensual música de jazz inundara su cabeza la luz dorada de la lámpara hacía resplandecer la habitación como en un sueño.

Becky deslizó un dedo por su piel desnuda hasta la cintura de los pantaloncitos de seda, freen se estremeció.

-Becky: ¿Tienes cosquillas? -musitó.

-Freen: Un poco.

Becky movió las manos para rozar la tela de entre sus muslos, haciéndola
retorcerse de deseo, freen gimió mientras becky la acariciaba suavemente a través de la tela.

-Becky: Estás húmeda -musitó.

-Freen: Por ti.

-Becky: Me gusta saber que te excito.

-Freen: Claro que me excitas y mucho.

En aquel momento, ella también necesitaba tocarla, sentir su piel y sus piel contra las suyos asi que le desabrochó la camisa y la deslizó por sus hombros hasta hacerla caer al suelo.

Contempló entonces su sólido pechos, las elevaciones, su abdomen, todo ello se le ofrecía para ser mirado y acariciado.

Freen posó la mano sobre sus pecho y los besó respirando la fragancia de su colonia limpia y almizcleña después deslizó la mano hasta su cinturón.

-Becky: Permíteme -le pidió y terminó el trabajo quitándose los pantalones y los
calzoncillos.

Estaba ya completamente excitada, freen tomó su sexo con la mano y tensó los dedos alrededor de aquella aterciopelada superficie como la conocía y confiaba en ella, aprovechó para intentar hacer algo que había leído. Con la otra mano, le tomó los testículos y presionó delicadamente, haciéndola
estremecerse.

Mentiras y Algo MasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora