Capítulo 16

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Woo Jin-Chul trago saliva, sintiendo la ardiente mirada de su Omega sobre su cuerpo, deseoso por ser devorado.

Estaba luchando por contenerse aunque realmente deseaba poseer el cuerpo de su Omega, atarlo en la cama y penetrar ese jugoso culo, tan hermoso…

Sus deseos eran salvajes pero con Sung Jin-woo luciendo más que dispuesto a aceptarlos, ¿Cómo podría negarse?

—Cariño… —Extendiendo sus manos, abrazo la delgada cintura de Sung Jin-woo. —… ¿Porque no celebramos la boda la próxima semana?

Sus habilidades dedos acariciaron su piel, evitando que Sung Jin-woo pensará correctamente sus palabras, lo cargo en sus brazos con suavidad.

Woo Jin-Chul camino hacia la cama. Sus labios besaron el cuello de Sung Jiwoo mientras sus largos dedos acariciaban obscenamente su mojada entrada.

Sung Jin-woo gemía con ojos llorosos, pero Woo Jin-Chul no dejo de mover sus dedos y continuo succionando la piel de su cuello, en completo frenesi.

—Planeaba esperar a que el bebé nazca, pero ahora creo que no es nescesario. —Susurro mientras mordía su oreja. —¿No lo crees, cariño?

Hubo un chirrido cuando sus cuerpo cayeron sobre la cama, enredados en un beso, sus alientos se cruzaron.

Woo jin-chul se perdió en la sensación. El cosquilleo en la yema de sus dedos al tocar la piel de Sung jin-wo, tan caliente y emocionante, lo volvia loco.

Sus labios besaron el cuello del Omega, bajando por su pecho, disfrutaron del delicioso botón de un rosa erótico. Woo jin-chul sintió que la sed lo invadía.

Sus dientes mordieron el pequeño pezón, saboreando el sabor salado del sudor, habían corazones en sus ojos. Sung jin-wo no estaba en mejor situación.

Aunque obviamente era el quien incitó a Woo jin-chul y lo embriagó con sus feromonas, su mente fue la que se perdió en la galaxia, asfixiado por la sensación.

Cada vez que los dedos de Woo jin-chul se movían en su interior su columna temblaba, enviando un estremecimiento que emocionó a su cerebro.

Sung jin-wo abrió sus ojos llorosos con dificultad. En sus pupilas, la unica imagen que se reflejo fue el rostro de woo jin-chul, exitado.

Una delgada capa de sudor brilló sobre la piel bronceada. Un pecho firme, músculos trabajados y una mandíbula marcada, el cuerpo de Woo jin-chul hizo que su entrada se mojara aún más.

En ese momento, su mirada exitada se encontro penetrante de Woo jin-chul se posó en sus ojos, tan perdido en el momento como el.

Sung jin-wo trago saliva. "Tal vez… ¿Fui demasiado lejos?"

Era muy tarde para arrepentirse.

Sonriendo, tomó la cintura de Sung jin-wo con sus marcados brazos y lo puso boca abajo, dejando su tracero a la vista.

Woo jin-chul lamió sus colmillos. Sus ojos brillaron al mirar el agujero tímido, que bajo su presencia, abrió la boca y salivó leche, hambriento de algo más grueso.

Cuando sus dedos penetraron en el rosado agujero, Sung jin-wo soltó un grito sorprendido, invadido por una corriente eléctrica.

En un lento movimiento, los dedos abrieron y cerraron las húmedas paredes, hábilmente frotando el lugar dulce de omega.

—¡Ugh, ah… ! —Sung jin-wo lloro mordiendo la almohada.

Exitado, tenía el estómago hormigueante y hambriento, sus piernas temblaban de placer cada vez que el ritmo aumentaba.

Woo jin-chul no fue piadoso, sus dedos golpearon el ano del Omega con fuerza, frotando afanosamente el punto dulce de omega en éxtasis.

Chap, chap, chap-!

Chapoteo.

El líquido incoloro se deslizó por la mano de Woo jin-chul. Una sonrisa, la mano del alfa golpeó el glúteo del Omega, quien estaba tan mojado como un riachuelo.

Estaban excitados, Sung jin-wo tenía el tracero abierto y el pene palpitante, sin sentir que fuera sufiente.

Con una expresión dolorosa, miró a Woo jin-chul mientras su mano frotaba su pene. —Woo… Cariño…

—¿Estás exitado? —Preguntó en voz baja. —Cariño, hagamos otro bebé.

.

.

.

Un día de mañana, Woo jin-chul condujo a su apartamento con una sonrisa en sus labios, tarareando una melodía al azar.

Con todas esas rosas imaginarias rodeándolo, se podía ver que tuvo un buen día incluso sin preguntar.

—¿Estás feliz?

Sin embargo, había una persona que no estaba tan feliz como el: Sung Jin-wo, quien actualmente estaba recostado en el asiento, cubierto con la camisa del alfa y sin poder mover un dedo.

—¿Si? —Respondió sin despegar la vista de la autopista. —Bueno, tuvimos una buena noche, ¿No es asi?

Sung jin-wo frunció los labios y entrecerró los ojos, no muy de acuerdo, lo señaló. —¡Fuiste una bestia!

—¿No era lo que querías? —Sonrió de buen humor. —Tu me pediste que te diera como una bestia.

—¡Quería sexo bestial, no tener sexo durante días como bestias en celo!

—Cariño, pero si tú fuiste quien entro en celo, yo solo te ayude a pasarlo.

Con las palabras en la garganta, sung jin-wo abrió la boca pero no dijo nada, sintiendo que era inutil discutir.

Beru, que observaba todo desde las sombras, asomo la cabeza. -Mi señor, ¿Quiere que le golpee la cabeza?

Sung jin-wo levanto una ceja. "¿Quieres golpearme?"

-¡…! -Beru se dió cuenta de su error e inmediatamente se corrigió. -!Mi señor, lo siento! Este humilde sirviente se equivocó, quería a decir…

Sin pensarlo mucho, Sung jin-wo adivino que quería decir y dijo: "¿Quieres golpear a Woo jin-chul?"

-¡Si!

"… ¿Porque quieres golpearlo?"

Cómo si esperara que preguntara, Beru le saco la lengua a igris, quien observaba más discretamente y grito: -¡Por qué está muy equivocado!

"¿Que está mal?"

-¡Refutó al señor!

Sung jin-wo guardo silencio un momento y pregunto: "¿Crees que está equivocado?"

-¡Si! -Hablo orgulloso. -Ese loco dijo que el señor quería sexo salvaje, ¡Pero eso no es verdad!

Sung jin-wo escupió sangre por la boca, avergonzado. "¿Enserio?"

-¡Así es!

Igris golpeó el hombro de beru y apresuradamente insto. -Beru… cállate.

-¡No, debemos corregir a esa cosa fea que dice que nuestro señor desea sexo salvaje!

"… Beru."

-¡El señor no quiero sexo salvaje, el señor quiere que ese feo se vuelva salvaje y lo impregne con bebés!

"Beru… "

-¡Mi señor es-!

"Beru, cabeza contra el suelo."

-¡Si mi señor!

Con el rostro iluminado, Sung jin-wo se acurrucó en el asiento tracero y cerró los ojos, deseando ser tragado por la tierra.

¡La vergüenza lo golpeó por primera vez en unos cuantos milenios!

Cómo Enamorar A Un Detective Siendo Menor De EdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora