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—Debemos volver al zoológico, creo que podemos encontrar información ahí...

—No me siento muy bien hoy, Kook ¿te parece si nos quedamos aquí solo por hoy y mañana vamos?

Hoseok no se había levantado esa mañana a preparar el desayuno como los días anteriores, sin embargo, es treinta de diciembre y Jungkook supuso que podían encontrar algo de información antes de que el año termine. Pero ahora solo se sentía preocupado por su Hyung quien decía sentirse mal y él no se había percatado debido al sinfín de ideas que había tenido desde que despertó rodeado de los brazos del híbrido.

—Llamaré a Seokjin Hyung.

¿Seokjin Hyung? ¿Desde cuándo su hermano le llamaba Hyung a Seokjin? ¿Y desde cuándo era él el que sugería llamarlo?

—Pero estoy bien.

—Acabas de decir que no te sientes bien hoy, es mejor llamarlo.

El menor salió a prisa de la habitación, al mismo tiempo que Hoseok volvía a llorar, había perdido la cuenta de las veces que había llorado desde aquella conversación con Seokjin. Todas las veces a escondidas, todas las veces sin que su hermano lo vea. Tal como había sido desde que tiene memoria...


—Espero que saques esas ridículas lágrimas de tu rostro antes de que llegue Jungkook de la escuela, Jung Hoseok. No olvides por qué estás aquí.

El niño de apenas cinco años secaba sus ojos con ímpetu, intentando ignorar el punzante dolor en su espalda después de ser golpeado repetidas veces con un palo de madera, pero ¿por qué?

—N-No lo olvido, mamá.

—Entonces deten el llanto de una buena vez y sube a recostarte. Le diré a Kookie que estás enfermo.


El joven niño no había hecho nada más que salir a jugar al patio con uno de sus nuevos amigos, o mejor dicho, con su unico amigo. Pero Hoseok tenía prohibido salir, la señora Jeon siempre supo que un niño podía ser un arma de doble filo, sobre todo un niño que sabe cosas de más.

—Hermano...

Una voz ronca lo sacó de sus recuerdos, Taehyung había entrado a su habitación y él no se había dado cuenta, sumado a eso, estaba el hecho de que ese chico le llamaba hermano desde que había despertado, sabía que era debido a que Jungkook siempre hablaba cosas como "Mi hermano es..." "Mi hermano hizo..." Y ahora el híbrido no dejaba de llamarlo hermano.

—¿Tu también lloras por personas malas?

La pregunta era más dolorosa de lo que podría haber llegado a imaginar, sin embargo, no era nada que el pelinegro no llegase a comprender. Lastimosamente compartían ese dolor debido a las mismas personas.

—Solo lloro porque me siento mal, eso es todo.

—¿Mal por personas malas?

—Mal porque mi cabeza duele ¿por qué no estás con Jungkook? No te separas de él, es raro que estés aquí.

Taehyung abultó sus labios mientras su frente se arrugaba. Él quería estar con Jungkook, sin embargo el menor le había pedido cuidar de su hermano mientras llamaba al doctor. Y aunque bien el pelinegro no quería estar lejos suyo pues de había convertido en su fuente de seguridad, optó por obedecer a la petición.

Hoseok en cambio no comprendía aquello, es decir, había visto a ese chico híbrido colgado de la espalda de Jungkook casi todo el tiempo, menos cuando el menor iba al baño, de ahí en más, Taehyung se la vivía siendo cargado en la espalda de Jungkook: Para cocinar, para ir por la casa, incluso para dormir las piernas del híbrido estaban envueltas al rededor del cuerpo del menor.

Rastros en el abandono (VKook) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora