TERAPIA DE CHOQUE

7.- Aun..

Min Yoongi observaba a su amigo con una mezcla de curiosidad y preocupación. Jungkook parecía perdido, como si hubiera retrocedido a un momento más confuso de su vida. Siempre había sido un libro abierto; sus emociones tan claras como el agua de un arroyo. Alegría, tristeza y celos, especialmente cuando se trataba de Jimin, se reflejaban en su rostro sin esconder nada.

Yoongi recordaba las relaciones fugaces de Jungkook, esas cinco novias que había tenido en el  pasado fueron como estrellas fugaces, sin dejar huella. Pero Jimin... Jimin había sido diferente. Cuando su amigo, el autoproclamado "rey de la heterosexualidad", se enamoró de un hombre y luego se casó con él, le había parecido algo tan improbable como ver llover hacia arriba.

Se levantó y fue a servirse una bebida, el sonido del hielo al caer en el vaso rompió el silencio que pesaba en la habitación.

—Así que lo viste con otro hombre —preguntó Yoongi con cautela—. Debería alegrarte esto te ayudará con tus planes.

Jungkook se pasó una mano por el pelo, mostrando su frustración.

—¿Ayudarme? ¿Cómo podría ayudarme? Ni siquiera sé quién es ese tipo. Y Jimin... Jimin no siempre ve a las personas como realmente son.

Yoongi tomó un sorbo, saboreando el licor antes de hablar.

—Quizás —dijo lentamente— sea bueno que Jimin tenga amigos, que socialice más allá de ti.

Las palabras de Yoongi golpearon a Jungkook. En el fondo, sabía que su amigo tenía razón. Ver a Jimin con ese desconocido era como un rayo de luz en medio de una tormenta. Quizás ese nuevo hombre lograría captar el corazón de Jimin, llevándoselo lejos y dándole a Jungkook el divorcio que tanto deseaba y temía al mismo tiempo.

—Espera —interrumpió Yoongi sus pensamientos.

—¿Qué? —preguntó Jungkook, confundido, alzando la vista.

Notó entonces los pedazos de papel arrugados en su mano, restos de su agitación interna.

—Me preocupa —murmuró Jungkook, con un hilo de voz—. Jimin es tan inocente a veces. Su condición... lo hace vulnerable. Cualquiera podría aprovecharse de él.

Yoongi frunció el ceño, tratando de entenderlo.

—¿No era eso lo que querías? Hace unas semanas estabas decidido a hacer lo que fuera para terminar tu matrimonio.

Las palabras de Yoongi lo hicieron detenerse. Jungkook se dio cuenta de sus propias contradicciones.

—Tienes razón —admitió, sintiendo el peso de sus pensamientos—. Sigo queriendo lo mismo, pero... no puedo evitar preocuparme. No soy un mal tipo.