Capítulo 40: Solo tú y yo

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Salieron del estadio con las niñas abrazando a su padre, las pequeñas risueñas y contentas después del concierto. Mientras el resto del equipo y los chicos consideraban ir a tomar algo para relajarse, Joe decidió que lo mejor sería regresar al hotel con las niñas, consciente de que ya era hora de descansar. El camino hasta el hotel fue tranquilo, con Delphine dormida en sus brazos y Willa sosteniendo la mano de Beth mientras caminaban juntos por el lobby.

Al entrar en la habitación, Joe y Beth se encargaron de preparar a las niñas para descansar. Willa se acomodó en la segunda cama, mientras que Delphine, ya profundamente dormida, fue colocada con cuidado junto a su hermana. Ambas estaban vestidas con sus pijamas, listas para descansar.

Beth, queriendo sentirse cómoda después del largo día, se dirigió al baño para cambiarse. Joe la siguió con la mirada, admirando lo naturalmente hermosa que se veía, incluso después de un día tan intenso. Mientras ella se cambiaba en el baño, Joe no pudo resistirse a acercarse.

Apoyado contra el marco de la puerta del baño, la observó por un momento, disfrutando del simple acto de verla ser ella misma. Sonrió con esa picardía que tanto la hacía reír y, con un tono juguetón, le dijo:

Joe (coquetamente): ¿Sabes? Creo que te verías mucho mejor durmiendo solo en esa camiseta en lugar de un pijama...

Beth, se giró para mirarlo, arqueando una ceja mientras sonreía.

Beth (sonriendo): ¿Ah, sí? ¿Y por qué crees eso?

Joe dio un paso hacia ella, acercándose con una mirada traviesa.

Joe (en un susurro): Porque me encanta como se ve en ti esa camiseta del concierto... y porque sé que así, mañana por la mañana, lo primero que veré será a ti.. solo en ropa interior. Y eso es algo que quiero ver más seguido.

Beth se rió, sintiendo ese calor familiar que siempre la envolvía cuando él la miraba de esa manera.

Beth (coqueta): Bueno, si eso es lo que quieres...

Joe se acercó más, sus manos encontrando su camino alrededor de su cintura, atrayéndola hacia él.

Joe (bromeando): Sabía que tenía razón... te ves mucho mejor así.

Beth rodó los ojos, pero no pudo evitar sonreír, inclinándose hacia él para un beso suave.

Beth: Eres imposible, ¿lo sabías?

Joe: Lo soy, pero te encanta.

Beth no pudo evitar sonreír, mientras continuaba quitándose el maquillaje, Joe se inclinó aún más, mordiendo suavemente su labio mientras la miraba con esos ojos oscuros llenos de deseo. Sus manos subieron por sus muslos, presionándola contra el lavabo.

Beth (en un susurro, sin dejar de mirarlo a través del espejo): Joe... las niñas están en la habitación...

Joe soltó una pequeña risa, divertida pero llena de deseo. Se acercó aún más, su respiración cálida contra la piel de su cuello, mientras sus manos la atraían hacia él, sin poder contenerse. Beth pudo sentir la urgencia en él, su cuerpo pidiéndole más, mientras él le susurraba al oído con voz ronca.

Joe (murmurando, con una sonrisa traviesa): Podríamos encontrar una forma de estar a solas... ya se me ocurrirá una idea.

Beth sintió cómo su corazón se aceleraba al escuchar esas palabras. Joe la giró suavemente para que lo mirara, sus cuerpos tan cerca que podía sentir su calor, y la intensidad en sus ojos le dijo que estaba dispuesto a cualquier cosa para tener ese momento con ella. Cuando la atrajo aún más cerca, Beth notó cómo su cuerpo reaccionaba, la firmeza de su entrepierna presionando contra ella.

Beth (sonrojada): Joseph...

Joe (con una mirada seductora): Estás volviéndome loco.

Beth sabía que estaba jugando con fuego, pero no pudo evitarlo. Sus manos recorrieron suavemente el pecho de Joe, deteniéndose en la cintura de su pantalón, mientras lo miraba con una mezcla de picardía y deseo.

Joe (susurrando): Dame unos minutos y prometo que estaremos a solas... Solo tú y yo.

Beth mordió su labio inferior, evaluando su propuesta, pero sabía que la tentación de estar tan cerca de él era demasiado fuerte. Sin poder resistirse más, se acercó a él, susurrándole al oído mientras sus labios rozaban suavemente su piel.

Beth (murmurando con una sonrisa): Estaré esperando...

Justo cuando Beth y Joe estaban a punto de salir del baño para ver a las niñas, la puerta de la habitación se abrió ligeramente, y la voz de Priyanka se escuchó.

Priyanka (con una sonrisa, entrando con Malti en brazos): ¡Hola! Joe, ¿puedo llevarme a las niñas a mi habitación? Malti está agotada y pensé que podrían dormir todas juntas.

Joe se giró hacia Priyanka, sus ojos brillando de gratitud y sorpresa, como si alguien hubiera escuchado sus deseos.

Joe (sonriendo ampliamente): Eso sería increíble, Pri.

Priyanka asintió, y mientras se llevaba a las niñas, Malti, en brazos de su madre, lanzó una mirada somnolienta.

Beth al notar que las niñas ya no estaban, levantó una ceja con curiosidad.

Beth: ¿Dónde están las niñas?

Joe, con una mirada que lo decía todo, se acercó lentamente, el deseo y la diversión mezclados en sus ojos oscuros.

Joe (bromeando, pero con un tono profundo): Se las llevó Priyanka... parece que alguien está velando por nosotros.

Beth lo miró, sabiendo exactamente lo que esa mirada significaba. Retrocedió un poco, levantando las manos en un gesto dramático de falsa alarma.

Beth (fingiendo miedo, con una sonrisa): ¿Debería correr por mi vida?

Joe rió suavemente, dando un paso más hacia ella, acortando la distancia entre ambos.

Joe (con voz baja, acercándose aún más): Corre si quieres... pero te aseguro que te alcanzaré.

Beth dejó escapar una pequeña risa nerviosa mientras el calor entre ellos aumentaba. Joe la atrapó suavemente por la cintura, sus manos recorriendo su espalda hasta llegar al borde de la camiseta. Lentamente, la atrajo hacia él, sus labios rozando los de ella, pero sin besarla completamente, prolongando la tensión entre ellos.

Joe (con voz ronca, sin dejar de besarla): Te aseguro que no vas a querer escapar... esta vez no.

Beth sintió cómo su cuerpo respondía a cada caricia, a cada beso, mientras Joe la presionaba contra la pared, sus manos firmes en sus muslos, elevándola ligeramente para acercarla aún más. El ambiente se volvió cargado de electricidad, la tensión palpable mientras los dos se entregaban al momento.

Joe la levantó con facilidad, sentándola en el borde del tocador, su cuerpo encajando perfectamente entre sus piernas.

Beth (murmurando contra sus labios, mientras sus manos recorrían su cabello): Amor...

Joe (susurrando, sus labios bajando por su cuello): No te preocupes por nada... esta noche somos solo tú y yo.

Beth se rindió a la pasión del momento, sabiendo que estaban completamente solos, con la seguridad de que podían disfrutar el uno del otro sin interrupciones.

Foco de atracción: enemies to lovers ❤️‍🔥 | Joe JonasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora