Capítulo 21

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Disclaimer: BNHA y sus personajes, no me pertenecen.

Summary: Las noches en "Dollhouse" siempre eran movidas; la gente iba y venía y las historias que las damas de compañía escuchaban, no siempre eran felices. Uraraka Ochako trabajaba allí bajo el seudónimo de Angel face y de entre todos los desdichados que pagaban por unas horas con ella, nunca esperó hallar al padre de su amiga aguardando por su compañía.

Aclaratoria: Ésta es una obra propia y todos los derechos son reservados.

Advertencias: Lemon/Sexo explícito.

La primera vez que Kirishima Eijiro pisó una comisaría fue cuando tenía diecinueve años, se había involucrado en una gresca de borrachos en un bar, no porque intentara lastimar a alguien, sino todo lo contrario, trataba de separar a los involucrad...

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La primera vez que Kirishima Eijiro pisó una comisaría fue cuando tenía diecinueve años, se había involucrado en una gresca de borrachos en un bar, no porque intentara lastimar a alguien, sino todo lo contrario, trataba de separar a los involucrados, pero entre medio, recibió uno que otro golpe. Cuando eso, aún tenía el cabello oscuro, su tono natural, un piercing en la nariz y otro en la ceja, y ambos acabaron desprendiéndose de su piel debido a los golpes que recibió por intentar sujetar a uno de los borrachos. Eijiro siempre fue poseedor de una gran altura, su cabello oscuro y sus dientes puntiagudos le daban un aire peligroso o quizá fue la percepción que la policía tuvo de él cuando lo llevaron aprendido con los demás borrachos, pasando así, su primera noche tras las rejas hasta que su madre fue a buscarlo.

Su madre lo conocía a la perfección, sabía que su presencia en la comisaría fue por querer ayudar en lugar de hacer lo que cualquier otra persona haría: ignorar y seguir con su vida.

Una vez estuvieron fuera, no sabía cómo mirar a su madre, estaba avergonzado de ella pero lo que sintió a continuación, fue la mano dulce de su madre levantando su mentón para mirarlo mejor. Sus mejillas se sonrojaron de la pena porque su madre lo observara con la sangre seca en su rostro, como si acabara de matar a alguien. La vio suspirar y luego una pequeña sonrisa salió de ella.

―Al menos te sacaste esos piercings del rostro ―fue lo primero que dijo. Su madre odiaba sus aretes porque decía que ella había traído a un niño hermoso al mundo, no a un catálogo de metales andante. Él solía reír de sus ocurrencias, pero esa vez, él la abrazó―. Mi niño, ¿cuándo dejarás de meterte en problemas por ayudar a otros?

―No puedo evitarlo, soy tu hijo ―respondió el gran joven ocultando su rostro en el hombro de su madre. La escuchó reír por lo bajo―. Creo que la gente me tiene miedo.

―¿De qué? Si no matas ni una mosca.

―Pero podría ―respondió con gracia. Ella volvió a tomar su rostro entre sus manos.

―Sólo eres grande y la gente tiende a juzgar a un libro por su portada ―golpeó ligeramente sus mejillas―. Eres noble, Eijiro, eso te hemos enseñado. No tienes que ir por la vida tratando de salvar a todo el mundo.

―¿Y si tiño mi cabello? ¿Crees que no me tomarán por un matón? ―Su madre rodó los ojos molesta para jalar sus mejillas―. ¡Ey, eso duele!

―¿Me escuchas al menos? ―Preguntósu madre. Él volvió a abrazarla, la sintió exhalar un suspiro gigante―. Eijiro, sé que tu corazón es enorme pero trata de no meterte donde no te llaman. No quiero que la siguiente vez que me llamen sea del hospital porque trataste de frustrar un atentado.

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⏰ Última actualización: Nov 05 ⏰

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