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—No creo que estemos yendo para que conozcas a mi familia —dije, subiéndome al auto de Jungkook.

Él me dedicó una sonrisa radiante.

—Va a ser interesante.

Nos dirigíamos al apartamento nuevo de mi hermano, y aunque los padres de Jungkook, Sejin y los chicos vendrían solo en la noche de Navidad, que sería mañana, yo estaba hecha un manojo de nervios. A medida que nos acercábamos, el nudo en mi estómago se hacía más grande. Jungkook, por otro lado, parecía estar disfrutando de mi nerviosismo.

—¿No se supone que yo debería estar nervioso?.

No respondí. Estaba demasiado concentrada en mi ventana, perdida en mis pensamientos, tanto que ni me di cuenta de que ya habíamos llegado al edificio. Cuando me detuve abruptamente antes de bajar del auto, Jungkook me miró.

—¿Qué pasa? 

Respiré hondo, intentando calmar el torbellino de emociones que sentía, y lo miré fijamente.

—Antes de que subamos —comencé, sintiendo que el corazón se me aceleraba—, tengo que advertirte algo.

Jungkook levantó una ceja, claramente intrigado. Su expresión estaba entre la sorpresa y la diversión.

—Muy bien, ¿Qué pasa? —preguntó.

—Antes de que lleguemos ahí... —respiré hondo, buscando las palabras—. Ya sabes lo complicada que es mi familia y todo eso...

Jungkook levantó las cejas.

—Ok, ¿y? —dijo con una sonrisa.

—No todo en mi familia está mal, ¿sabes? —empecé a jugar con mis dedos, nerviosa—. Aparte de todo el drama que ya conoces...

Él me miraba divertido.

—Leo es... sobreprotector. Cree que eso lo hace ver cool y como el mejor hermano —dije riéndome un poco.

—Vale —asintió con la cabeza.

—Va a interrogarte. Te va a preguntar de todo, es infantil... —empecé a hablar más rápido, sintiéndome cada vez más nerviosa—. Y no vayas a pensar que soy como él. O sea, él está bien, pero... ya sabes a qué me refiero.

—No lo creeré —me aseguró, divertido.

Suspiré.

—Y mi madre... te va a acosar y achuchar. Es muy pesada. Ha estado deprimida, pero se recuperó y... ahora es como el triple de intensa —dije, soltando una risita nerviosa—. Mejor vámonos... —intenté darme la vuelta.

Jungkook me detuvo suavemente.

—Podré vivir con eso.

—Oook... —dije, no del todo convencida—. También te va a hacer preguntas, muchas. Se pone intensa cuando quiere...

—Ale...

—Y Leo es muy...

—Ale... —me interrumpió, sujetándome las mejillas con sus manos cálidas—. Relájate, ¿sí? Es tu familia, no los locos Addams.

Intenté sonreír cuando me soltó las mejillas.

—Yo no estaría tan segura... —murmuré—. Ya quisiera que fueran los locos Addams.

Entramos al edificio y pulsé el botón del ascensor mientras mi mente corría a toda velocidad. Era la primera vez que presentaba a un novio a mi familia. A Mingyu nunca se los presenté; ya lo conocían, y cuando se enteraron que era mi novio, el único sorprendido fue Leo, pero ya estaba lejos de casa para decir algo.

Todo comenzó... Por una relación abierta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora