The Last Dance?

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Christopher Morgan

El pent house se encuentra oscuro y mi ira solo aumenta al recordar como quede de estúpido esperando a Rachel, no se porque le hice caso al rídiculo de Patrick.

Según el debo de luchar por lo nuestro, solo un idiota arriegaría todo por una mujer como ella y su tonta forma de amar.

Tomo la botella de wisky del mini bar y comienzo a beber cuando escucho pasos en la escalera.

— Regresaste...

La voz de Gema me hace voltear, lleva una pijama y tiene los ojos rojos, pongo los ojos en blanco preparandome para el drama.

— No te preocupes no te voy a reclamar nada

— Ahora lees la mente

— No tengo que ser adivina para saber con quien te desapareciste — Se sienta frente a mi y por mucho que intenta disimular sus ojos destilan dolor — Ya te dije no te preocupes no voy a reclamarte nada solo que... quería ver como volviste y felicitarte por tú compromiso.

Frunzo el seño, como mierda sabe ella que yo...

— No se de que mierda hablas

— Escuche cuando hablabas con Patrick el otro día, hablaste de que le pedirías matrimonio — Su voz se quiebra pero lo oculta — Felicidades.

— No hubo nada — Suelto antes de arrepentirme — Me dejo plantado por irse por el pordiosero.

— Lo siento por ti, no sabía que Stefan la llamó yo estaba con él cuando le dijieron lo de su cuñado.

— Y eso a mi que

— Nada solo quería decirte

Asiento mientras veo como se levanta, sin persarlo la jalo del brazo y intento besarla pero me aleja.

— No me parece bien que me beses deseando que sea Rachel James

Las lágrimas bajan por sus mejillas y no entiendo porque la culpa me invade cuando todo lo que pasaba con ella me era más que indiferente.

Abro la boca pero las malditas palabras no salen, solo me ve decepcionada y se va.

El mi cuerpo no reacciona cuado le digo que la detenga, simplemente veo como se va.

***

Maldito Alex no se cansa de joderme las bolas, sabe que no hay nada más que odie que es no tener el maldito control.

Ahora no solo quiere que cumpla si no que me tome fotos con él y la cobarde de Sara para fingir ser la maldita familia feliz.

La puerte suena y se abre cualdo doy la orden que entre, más vale no ser Alex porque si no yo mismo lo mato no sin antes gritarle sus verdades a la cara al viejo.

— Lamento interrupir — Gema aparece en mi campo de visión enfundada en el uniforme de entrenamiento y yo me pregunto si siempre tuvo esas tetas — Se que no te gusta que te molesten pero Miranda me dijo que te fuiste sin desayunar así que te traje esto.

Pone un plato en mi escritorio y una taza de café que suplanta el wisky que tomaba.

— ¿Qué es eso?

— Tú desayuno lo hice yo misma, cuando termine de entrenar convencí a la de la cafetería que me prestara su cocina. — Sonríe de manera tímida — Yo me retiro te dejo trabjar.

Se levanta y las palabras que debieron salir la otra noche por fin salen.

— Quedate

— ¿Qué?

One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora