The Queen Of Broken Hearts

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Gema Lancaster

— Dime la verdad Christopher, ¿desde que ella volvío cuantas veces te la has tirado?

Mi respiración denota furio más que dolor, los rumores llegaron a mis oídos y no quiero ser una estupida que queda como la cuernuda.

— Ya que quieres la puta verdad te la dire, no puedo decir cuantas veces porque son demasiadas para contar y aunque se que puedo hacerlo y tirarmela cuanod quiera pague más de 50 mil dolares con tal de verla atraves de un jodido cristal.

Mis ojos ven rojo, quiero llorar del maldito coraje y volteo la cara viendo el vaso con el wisky que el bebía antes de empezar a discutir.

—¡ERES UN MALDITO INFELIZ! — Le aviento el vaso que logra escribar pero los vidrios salen volando por todos lados — ¡MALDITO INFELIZ, MENTIROSO¡

Me acerco y sin pensarlo le suelto varios golpes, mi mano ve el anillo que llevo y lo golpeo sacandole sanfre en el labio.

— ¡¿QUÉ TE PASA MALDITA LOCA?!

— ¡PODRÉ ESTAR LOCA PERO NO SOY UNA MALDITA INFIEL COMO TÚ! — No lo soporto más y las lágrimas comienzan a salir, tomo mi bolso y camino al elevador.

— ¿A dondé mierda vas? — Me toma del brazo impidiendo que salga.

— ¡NO TE IMPORTA A DONDE VOY!¡ES MÁS ESTO! — Nos señalo a los dos con el dedo — SE TERMINO AUNQUE NI ESO NO PUEDO TERMINAR ALGO QUE NUNCA EMPEZO.

Lo empujo lejos de mi y me asusto cuando Zeus me ladrá antes de salir, una vez afuera me permito derramar cada lágrima que guarde a adentro, me ha estado viendo la cara por casi dos meses, y yo dando lo mejor de mí, ofreciendole mi amistad a esa falsa hipocrita, que ingenua fui llendo a pedirle su amistad y la verdad sobre si Chris se le había insinuado.

Manejo a toda velocidad y me estaciono en un bar que conozco, he venido con los falsos de la elite ellos deseguro lo sabían también, me bajo y al llegar los meseros terminan de ordenar todo, son las cuatro de la tarde nadie vendría a un lugar así a estas horas.

Camino a la barra y me siento pidiendo el trago más fuerte que tenga, quiero dopar mi mente para no pensar en ese par de imbeciles.

El trago se termina más rápido de lo que quisiera y pido otro, y otro, que luego acompañan los siguientes, el tiempo pasa y el alcohol en mi sistema aumenta tanto como la contaminación en el planeta.

Se que es tarde cuando el bar comienza a llenarse de clientes y yo sigo bebiendo, el bartender me mira preocupado de tanto que he tomado, aunque no le preocupa le di mi tarjeta para que cobre cada cosa que consumo, el recuerdo de mi ruptura de la tarde aparece y comienzo a llorar.

— El amor es una mierda — El hombre me ve confundido pero me escucha apesar de que arratro las palabras — ¿Por qué algunos hombres son tan imbéciles?

— No se como responderle señorita

— Punto menos porque lo que quiero son respuestas — Saco mi celular y busco un foto de aquí — Este hombre de aquí es mi ex

— Es muy guapo si me lo permite

— Exacto pero lo tiene de guapo lo tiene de mentiroso, infiel, mujeriego, desgraciado y es un hijo de puta en toda la extansión de la palabra — Señalo la foto con desprecio — Me engaño, lo ha estado haciendo durante todo el noviazgo y lo peor es que nisiquiera es con una exnovia si no que con su examante.

— Vaya es una pena por usted

— Lo se pero duele, cada día que pasa siento que morire soltera, de mis cuatro hijos este hombre de aquí y el último que tuve compiten por el puesto del peor novio.

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