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- Bueno chicos, con eso cerramos el primer tema de hoy, hacemos una pausa de veinte minutos, tómense un cafecito y vuelvan. -Concluyó el profesor.

Cerré la computadora automáticamente y busqué a mi amiga con la mirada. Fui hacia ella con el celular y el abrigo en las manos lista para salir en busca de comida.

- ¿Me acompañas a comprar chipá? -Pregunté.

- Sí, obvio. -Se estiró agarrando su campera.- Que pesada la clase por dios, necesito un mes de vacaciones. -Murmuró causando mi risa.

- Dale, pajera que se llena el lugar sino. -La apuré.

Salimos al pasillo en dirección al ascensor, había bastante gente pero decidimos esperar ahí.

- ¿Qué onda el finde? Salimos. -Preguntó y se contestó antes de que pudiese decir algo.

- No voy a estar. -Sonreí dura.

- Na... ¿Por?

- Lo voy a acompañar a mi viejo a Italia.

- Así son, te cambian por ir a tomar sol a Italia. -Se hizo la ofendida.

- No voy a tomar sol tarada. -Reí.- Acompaño a mi viejo antes de que arranquen los parciales, que sino no lo veo nunca.

Noté como Juani, un chico de mi clase, se acercaba a nosotras con intención de hablar. Nos llevábamos bien pero casi no hablábamos así que me extrañé.

- Perdón re metiche, pero ¿vas a Monza? -Preguntó entusiasmado a lo que yo asentí sonriendo.- No... que piola, lo vas a ver a Franquito Colapinto correr.

- Uh... ¡boluda, es verdad! -Gritó Jose.- Chamuyatelo.

- Se nota que decir boludeces es gratis, eh.

- Da... Igual si, si te tira un centro Franquito se lo cabeceas. -Me codeó Juani.

- Mamita.

Justo llegó el ascensor y cambiamos el tema. No me gustaba mucho hablar del tema del laburo de mi viejo. Algunos podrían decir que exagero pero realmente mucha gente se pega por conveniencia cuando se enteran de que es ingeniero de Fórmula 1. Desgraciadamente para mí, desde que salió la noticia de Colapinto, este es un tema que me persigue aún más, teniendo en cuenta que mi viejo labura con Williams.

El resto del día pasó normal, terminé la clase, volví a mi casa a almorzar, resumí un par de cosas de la facu y me tiré en la cama a hacer nada. En el medio de mi vacío mental, la curiosidad me invadió al recordar la charla de hoy con los chicos, no le había visto la cara todavía al muchacho este, sólo sabía su nombre.

Abrí Instagram y lo busqué, grata fue mi sorpresa al ver que parecía de mi edad, creí que sería mucho más grande. También tenía que admitir que era lindo y que me gustaba su voz, tenía un tono... particularmente hot.

Me reí sola por mis pensamientos, lo estaba stalkeando como si él, siendo un corredor de Formula 1 nuevo con un millón de minitas atrás, me fuese a dar bola. Cerré Instagram y fui a Tiktok donde, para sorpresa de nadie, me empezaron a salir un montón de Tiktoks del pibe. Parecía a propósito.

Dejando de lado mi momento FBI, el resto del día se pasó normal, dormí y al día siguiente, por fin, llegó el momento del tan esperado viaje. Ya tenía las valijas hechas de antes así que solamente tuve que levantarme, arreglarme e ir al aeropuerto. Una vez allí, tuve el placer de encontrarme con una horda de periodistas, cámaras y flashes.

- Ah, mirá, se ve que está Franco también. -Anunció mi padre a quien sonreí falsamente y seguí de cerca.

Después del Check-In, migraciones y toda la bola, por fin nos sentamos a esperar el vuelo. Faltaba una hora para el embarque y después de 10 minutos, me aburrí de esperar y pasé a mi actividad favorita, compras innecesarias.

Loco (Franco Colapinto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora