21

3.9K 183 60
                                    

Ya estaba por terminar el año. La temporada de Fórmula 1 casi se acababa también, y Lando estaba prácticamente empatado con Max, mientras que Franco seguía con su racha, aunque más rezagado. Yo estaba por comenzar mi gira por América con el nuevo álbum que acababa de sacar, algo que debería tenerme completamente emocionada, pero no lo sentía así.

La relación con Franco había seguido, pero era como un sube y baja constante. Momentos buenísimos donde me hacía sentir como si nada más importara, y después esos bajos... esos en los que sus celos lo consumían y me arrastraban con él. Ya ni siquiera nos veíamos tanto, pero igual, cada vez que hablábamos, siempre encontraba la manera de volver al mismo tema, como si mi vida fuera una serie de decisiones cuestionables que él tenía que controlar.

La verdad es que últimamente también estaba saliendo mucho, y cada vez lo naturalizaba más. Las jodas, el alcohol a toda hora... Era la única forma de desconectar y de evadir lo que estaba pasándome con Franco. Lo amaba, sí, pero también me lastimaba y no podía dejarlo porque sentía que eso dolería más que quedarme. Estar sobria significaba enfrentar esto, y yo no quería eso.

Me derrumbé en el sillón de mi casa al ver el mensje en la pantalla. Otra vez estábamos peleando.

Fran💕

podes parar con los reclamos un segundo??

es que no entiendo por que siempre tenés que salir con esa gente
no me decís ni quiénes son

Resoplé, la rabia me quemaba por dentro. Había tratado de explicárselo mil veces, pero no lo entendía. Y ahí estaba, haciéndome sentir como si siempre tuviera que justificar lo que hacía. Me cansé. No le respondí más. Apagué el teléfono y lo tiré al otro lado del sillón.

A los pocos minutos tuve que agarrarlo de vuelta porque empezó a sonar. Vi el nombre de Jose en la pantalla y atendí.

- ¿Cami?

-Hola Jo, ¿cómo estás? -suspiré cansada.

-Bien, bien. -hizo una pausa.- Franco me escribió, me dijo que no le contestabas y que estaba preocupado.

Rodé los ojos y me extendí hacia la copa de vino sobre la mesa ratona, llevándola a mis labios.

-Dios. -murumuré.

-Pelearon de vuelta. -afirmó.- No está bien esto, Cami, él no puede hacerte estas escenas todo el tiempo, no puede alejarte de cada persona que piensa que te tiene ganas y vos no podes seguir en esa de la jodita todo el día.

-Cambiemos de tema... -pedí.

-No. -sonaba enojada.- Eso que te hace no es amor.

El odio recorrió mi cuerpo al escuchar esas palabras.

-Sí me ama. Vos no sos nadie para decir eso, a vos te conté todo de cuando lo conocí, y sabes que no es así.

-¡Cuando lo conociste! -recalcó.- Camila eso que tienen es re enfermizo, ya no es lo que empezó siendo.

-Basta.

-¿Por qué dejaste de hablar con Lando? -retrucó.

Algo dentro mío se retorció al oír su nombre después de tanto tiempo.

-¡Porque pasó y listo!

El enojo me consumía cada vez más.

-¿Cuándo fue la última vez que hablaste con él?

-¡Qué sé yo!

- Cuando estuvieron allá, ¿no? -no dije nada.- Cuando él te dijo que no le hables más y vos lo hiciste... -tragué en seco.- Cami, Lando te quería y te quie-

Loco (Franco Colapinto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora