El día siguiente fue un caos.
Desperté con el sonido insistente de las notificaciones en mi teléfono. No podía creer lo rápido que la publicación de Estelle había comenzado a circular por todas las redes sociales. La prensa había explotado con titulares alarmantes, algunos incluso grotescos. "Piloto de F1 acusado de violencia por su exnovia", decían. Otros más sensacionalistas ya estaban hablando de "agresiones en la pareja". Me costaba procesar lo que estaba viendo en pantalla.
Franco seguía durmiendo al otro lado de la cama. Tenía los ojos hinchados y la expresión cansada, como si hubiera pasado la noche entera luchando con sus pensamientos. Lo vi dar vueltas hasta que, finalmente, despertó. Al ver mi cara, supo que algo no andaba bien.
—¿Ya está por todos lados, no? —preguntó en voz baja, casi sin atreverse a mirar la pantalla de mi celular. Asentí, sintiendo una mezcla de rabia y tristeza.
—No entiendo cómo pudo hacer eso —murmuré, cerrando los ojos por un momento, tratando de calmarme. Las redes ya estaban inundadas de opiniones: mensajes de apoyo para Estelle, gente defendiendo a Franco, pero también comentarios llenos de odio. Todos querían opinar sobre algo de lo que no sabían nada.
Franco se levantó y comenzó a caminar de un lado a otro de la habitación, claramente abrumado. Se pasó las manos por el pelo una y otra vez, luchando por controlar sus emociones. De pronto, se detuvo frente a la ventana, con la mirada perdida.
—No sé qué hacer, Cami —dijo—. No entiendo cómo llegamos a esto. Yo... nunca le hice nada.
Lo seguí hasta la ventana, colocando una mano sobre su espalda. Lo sentía temblar bajo mi toque, como si toda la fuerza que solía tener se hubiera desvanecido de repente. Siempre había sido fuerte, seguro de sí mismo, y verlo tan abatido me rompía el corazón.
—¿Y qué pasa si nunca puedo limpiar mi nombre? ¿Qué pasa si todos empiezan a creerle a ella? —susurró, con miedo real en su voz.
Tomé su rostro entre mis manos, obligándolo a mirarme directamente.
—Vas a salir de esta. No voy a dejar que nada de esto te gane.
De repente, su teléfono comenzó a sonar. Era uno de los directivos de su equipo. Podía sentir el peso del mundo cayendo sobre sus hombros mientras se preparaba para contestar, sabiendo que esa llamada probablemente traería más malas noticias.
Mientras él hablaba en voz baja al otro lado de la habitación, yo me senté en la cama y abrí las redes sociales de nuevo. Los comentarios seguían multiplicándose. Había hashtags apoyando a Estelle, otros llamando a cancelar a Franco. No podía evitar sentir una mezcla de impotencia y furia. Sabía que el daño ya estaba hecho, y aunque Franco fuera inocente, la opinión pública era despiadada.
Abrí WhatsApp, tenía docenas de mensajes de familiares, amigos, todos apoyando a Franco. Los que alguna vez lo habían conocido sabían que él no era eso. Hasta Lando me había escrito.
lando🫶
cams
oí lo de franco
no es el tipo que más me agrade pero sé que es incapaz de golpear a nadie
tienen todo mi apoyo en caso de que me necesiten de algo🧡
Respondí con una sonrisa enorme, no importaba la situación, él siempre me traía paz.Después de cortar la llamada, Franco volvió a mí, su expresión agotada.
—Tienen miedo de lo que esto pueda hacerle al equipo —dijo, con voz apagada—. Me pidieron que no haga ninguna declaración hasta que hablen con los abogados.
—Entonces, eso es lo que vas a hacer —respondí, tratando de mantener la calma—. Lo más importante es que no digas nada hasta que sepan cómo manejarlo. Yo me me voy a encargar de lo demás, de lo que digan por ahí. Vamos a salir de esto.
Franco asintió, aunque seguía luciendo derrotado. Sabía que el proceso iba a ser largo y doloroso, pero tenía que ser fuerte por él, porque era lo que más necesitaba en ese momento. Y aunque el mundo pareciera volverse en su contra, yo no me iba a mover de su lado.
El tiempo pasó, y aunque el escándalo no desapareció de inmediato, la situación comenzó a calmarse. Las redes sociales siguieron siendo un campo de batalla de opiniones divididas. Pero con el correr de las semanas, el interés del público fue decayendo, y la gente empezó a dejarlo atrás.
Franco y yo decidimos seguir adelante, aunque el proceso no fue fácil. La carrera en Brasil terminó sin grandes incidentes, y poco después volví a Argentina antes de mudarme a Estados Unidos, principalmente porque habían sido semanas duras y quería tiempo en casa, con mi familia y amigos. Fue ahí cuando decidí aceptar la invitación de Martín Cirio para hacer una aparición en su stream. Era muy fan suya y con todo el quilombo que se había armado se enteró de mi existencia, por lo que me invitó a hablar del tema. Aproveché y aclaré unas cuantas cosas, y también generé un par de polémicas.
**********
—Vos sabés que la gente está esperando que hables... O sea, ¡el escándalo fue tremendo! Pero bueno, ¿qué onda? ¿Qué pasó en realidad con Colapinto, con tu novio supongo?—No es mi novio, primero —aclaré y respiré profundo, sabiendo que tenía que elegir bien mis palabras.—. Segundo, lo que pasó entre Franco y Estelle fue complicado —empecé—. Ellos venían mal desde hace tiempo, y ella se enteró de cosas que hizo mal él. Obvio que no estuvo bien lo que hizo Franco, él ya lo sabe, lo hablamos mucho. Pero cuando él decidió terminar la relación, ahí empezó lo feo.
Martín me miraba atentamente, dejando que siguiera.
—Ella lo amenazó. Dijo que si la dejaba, iba a inventar cualquier cosa para destruirlo. Y bueno, lo que vimos después en redes fue el resultado de eso. Todo fue como una venganza porque Franco no quiso seguir con ella. Yo estuve ahí, vi todo lo que pasó, y él jamás fue violento con ella ni con nadie.
Martín asintió y decidió re preguntar.
—¿Y qué serían esas cosas que hizo mal él? Porque hay mucha cosa con el tema de que hiciste medio de Tatiana ahí—hizo una pausa.—. Conta hasta donde quieras, ¿no?
Reí nerviosa mordiéndome el labio.
—A ver, creo que es bastante obvio —me empecé a reír y a poner roja.—. Fue una re cagada... —me di cuenta de lo que dije.— Bueno, sí, fue una re cagada, literalmente... —los dos nos tentamos.— ...pero no estuvo bueno, ni de parte mía ni de él.
Yo intentaba volver a estar seria, pero Martín seguía tentado.
—Encima sacaste la canción esa, ventilando todo, que qué buen tema igual, pero Nerea, ¡pendeja estúpida, una cosa tenías que hacer que era no dejar que nadie se entere!
Me tapé la cara con las manos tapando la risa incontrolable.
**********Después de esa aparición, las dudas sobre lo de Estelle comenzaron a disiparse. Lástima que empezó a caerme el hate a mí por confesar que había sido la China Suárez de su relación. Por suerte, no me importaba mucho, me hubiese sentido culpable si ella hubiese sido una buena persona, pero como no lo era, se lo merecía un poco. Que eso era lo que usaba la gente para defenderme también, un poco de todo.
Además, ahora sí estaba viviendo en Los Ángeles, me había comprado una casa gigante. No sabía para qué, porque estaba sola normalmente, sólo Franco venía y mis viejos me visitaban muy de vez en cuando. En cuanto a mis amigos, solo veía a Joaco seguido, Jose seguía en Argentina y Lando estaba medio desaparecido, hablábamos de vez en cuando, pero no como antes.
De alguna forma, todo este drama me había afectado, y la única forma que encontraba de evadir la realidad era escribir, grabar el nuevo álbum, dar conciertos, salir, emborracharme y así, en loop. ¿Funcionaba? De cierta forma sí, daba otros temas míos de los que hablar, prefería ser llamada fisura a mala persona.
ESTÁS LEYENDO
Loco (Franco Colapinto)
FanfictionCamila, una chica totalmente común y corriente, estudiante de diseño y modelo en sus ratos libres, acompaña a su padre en un viaje de trabajo en el que su vida da un giro inesperado al tener que convivir con el nuevo icono argentino, Franco Colapint...