Camila, una chica totalmente común y corriente, estudiante de diseño y modelo en sus ratos libres, acompaña a su padre en un viaje de trabajo en el que su vida da un giro inesperado al tener que convivir con el nuevo icono argentino, Franco Colapint...
Dos meses habían pasado desde el escándalo de Franco, no había vuelto a hablar con él. A pesar de todo lo que había sufrido y llorado las cosas habían ido bien, había sacado cuatro temas más, a todos les había ido igual de bien. Estaba ganando bastante reconocimiento a nivel mundial y no solamente en Argentina, lo cual era una locura en tan poco tiempo.
Ahora estaba en el estudio, Joaco me había llamado diciendo que necesitaba que fuera urgente. Al llegar me llamó la atención que todo estuviera apagado. Al encender la luz de atrás del sillón salió mi viejo con Joaco y mi vieja.
Corrí emocionada a abrazarlo, no lo veía hacía mucho. Tantas cosas habían pasado en el medio.
- Hola hijita. -Me apretó fuerte y dejó un beso en mi frente.- Te traje una sorpresa más, recién llegado del aeropuerto.
Se apartó y me apuntó a la puerta que estaba atrás mío. Por esta entró Lando, me tapé la boca incrédula. Nunca creí que podría venir a Argentina y menos a verme a mí.
- ¡Lando! -Quedé petrificada.
- ¡No te quedes ahí, abrázame al menos! -Salté a sus brazos.- Te extrañé. -Murmuró.
- Yo también.
Estaba realmente feliz, me hacía mucha falta eso. Habían sido meses difíciles a nivel anímico, no venía mal ver a mi viejo y a quien se había convertido en mi mejor amigo después de tanto.
- Sabes lo que vamos a hacer esta noche, ¿no? -Se alejó un poco agarrándome por los hombros.
- Eh... -Intenté ignorar lo mal que había sonado eso.- No...
- Hoy salimos. -Respondió con una sonrisa gigante de oreja a oreja.- Fiesta, alcohol, dinero, drogas y putas no porque te enojas. -Me mordí el labio conteniendo la sonrisa.
- ¿A dónde me llevarás?
- Sorpresa. -Se apoyó contra el marco de la puerta.- Tú sólo vístete linda pero no demasiado, no quiero matar a nadie esta noche. -Susurró lo último.
- Ja, ja, you muppet. -Lo imité sarcástica.
- No es gracioso. -Enarcó una ceja haciéndose el ofendido.
Rodé los ojos y saqué el celular para contarle a Jose que habían aparecido mi viejo y Lando de sorpresa.
- Lando, a ver sonreí. -Lo apunté con la cámara.
Él pareció entenderme porque hizo lo que le pedí. Saqué la foto y se la mandé a mi amiga con un "mira quien vino". Después la vi de vuelta y me pareció muy tierna así que la subí a Instagram como historia.
Instagram
camischneider_
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
