Camila, una chica totalmente común y corriente, estudiante de diseño y modelo en sus ratos libres, acompaña a su padre en un viaje de trabajo en el que su vida da un giro inesperado al tener que convivir con el nuevo icono argentino, Franco Colapint...
Estaba volviendo a casa en el auto con la música al palo cuando mi celular empezó a sonar cortándola. Atendí con el sin manos al ver el nombre de Lando en la pantalla.
- ¿Lando?
- Hey, Cams. -Se escuchó del otro lado de la línea.- ¿Cómo estás? -Intentó hablar español.
- Bien, también. -Hizo una pausa.- El paddock es bastante depresivo sin ti dando vueltas por todas partes. -Por los ruidos de fondo supuse que estaba ahí.
- Lo sé, lo sé. -Lo jodí.- ¿Estás listo para la qualy mañana?
- Absolutamente, voy a puto ganar este campeonato, aunque sea lo último que haga.
- Lando... ten cuidado.
- Sí, mamá... -Se escucharon unas voces de fondo.- Ah... Nadie, mi madre. -Subí el volumen para escuchar qué pasaba.- ¡Carajo, Carlos devuélveme eso! -Volví a bajar el volumen después de quedar aturdida.
- ¿Hola? -Habló otra voz en español.
- Hola, ¿Carlos? ¿Sainz?
Quedé tiesa esperando la respuesta.
- Joder, sí, soy yo. Un placer, tú debes ser Cami.
¡¿Cómo sabe mi nombre?!
- Sí, soy yo. -Reí nerviosa.- No estaría entendiendo nada.
- No pues que quería saludar, Lando está todo el puto día que Cami esto, que Cami lo otro, que todo el día con el móvil... tenía que conocerte, ¿no?
No pude evitar reír, lo estaba re mandando al frente.
- Ah, mirala a la rata inmunda, a mi se me hace el ocupado, me contesta tarde...
Lo escuché reír del otro lado de la línea.
- Si será gilipollas. Te lo devuelvo, que me está mirando mal ya.
- Bueno, bueno, un gusto.
- Igualmente. -Hubo unos ruidos raros y volví a escuchar la voz de Lando.- Lo siento, es un imbécil.
- A mí me agrada.
- Es un buen tipo... cuando no hace idioteces. -Suspiró.- Tengo que prepararme para la próxima práctica, ¿hablamos más tarde?
- Sí, por supuesto, bye. -Cortó.
Varios días habían pasado ya desde la vuelta de Monza. Ahora hablaba todos los días con Lando, nos habíamos vuelto muy cercanos desde lo de la última noche en Italia. Franco por su parte había escrito varias veces pero ninguna le contesté, era lo mejor que podía hacer. A ninguno le hacía bien esa relación.
Obviamente no había sido mi mejor semana, pero había tomado como costumbre escribir partes de canciones en base a lo que sentía. Se lo había mostrado sólo a Jose, que instantáneamente salió con la idea de que las hiciera canciones enserio con un amigo suyo que era productor. Aunque al principio me negué, terminé accediendo ante su insistencia y le envié lo que había escrito en Italia más lo nuevo que había escrito en el avión a la vuelta, pensando en cómo me había lastimado poco a poco.
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Al llegar a casa me sentí inspirada como para volver a escribir, pero por primera vez no desde la tristeza, sino que desde como había sido conocerlo. La forma en la que pensé que podía manejar lo que sentía como si fuera un juego más.
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Las palabras seguían fluyendo, me estaba divirtiendo escribiendo. Cuando tuve bastante, se lo mandé de la nada a Joaco, el amigo de Jose. Me respondió al segundo fascinado, diciendo que con eso podíamos hacer algo increíble y que fuera al estudio ya. Pasé toda la tarde y noche ahí, perfeccionando la canción y grabándola una y otra vez, hasta que quedó como queríamos.
Al volver a mi casa al otro día le conté a Jose y Lando, los dos estaban tan o más contentos que yo. Cerca de la noche Joaco me mandó la canción terminada, quería publicarla ya, le mandé la portada que había diseñado y a eso de las nueve de la noche la subimos.
Supuse que la iba a escuchar gente porque Joaco era relativamente conocido, pero nunca esperé que tuviera la repercusión que tuvo. A la mañana siguiente me desperté temprano para ver la carrera, pero al ver el celular me encontré con millones de notificaciones de WhatsApp, Twitter, Instagram, Spotify, todo.
Alguien que sabía de mi asunto con Franco había escuchado la canción y había hablado de ello en Twitter, se viralizó y a la gente le pareció un temazo. La canción estaba por todo Tiktok, empezaba a llegar a gente de otros países que miraba la Fórmula 1.
Me senté en la cama y llamé a Joaco.
- ¡BOLUDA! -Gritó.
- ¡NO LO PUEDO CREER!
- ¡DIOS QUE LOCURA! ¡SOS CRACK PENDEJA!
Hablé con él, con Jose, mi papá, mi mamá, todos me felicitaron, no podía borrar la sonrisa de mi rostro. Al bajar en los mensajes de WhatsApp encontré audios de Lando.
"Oh por dios, lo que acabas de hacer. Acabo de entrar a Twitter, no puedo creerlo, felicitaciones, eres putamente increíble."
El siguiente audio era él cantándola a los gritos.
"So it's gonna be forever, mmm... or it's gonna go down in flames, you can tell me when it's over, mmm... If the high was worth the pain got a long list of ex lovers, they'll tell you I'm insane, ¡'CAUSE YOU KNOW I LOVE THE PLAYERS AND YOU LOVE THE FUCKING GAME, LETS GO!"
Me tenté, le respondí agradeciendo y deseándole suerte en la carrera, en la que finalmente terminó cuarto. Franco también lo había hecho increíble. Al recordarlo decidí abrir su chat, tenía mensajes nuevos de ayer la noche anterior. Me sentí mal y decidí que era hora de contestarle.
Fran
bueno no sé porqué no me queres hablar, no entiendo que pasó pero felicitaciones por la canción es un temazo :)
gracias fran felicitaciones por la carrera también perdón por no contestarte antes pasaron muchas cosas y me asusté la verdad, no sabía como reaccionar nunca me había pasado así perdón
Envié los mensajes y dejé el celular, aunque no por mucho tiempo. Al rato cuando lo volví a agarrar vi que "Colapinto ex" ,"Cami Schneider" y "Se vienen temones"eran trending topic. Al entrar me encontré con algo que no quería ver.
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Y eso fue lo que terminó de romperme el corazón, pero lo que también me impulsó a alcanzar lo que jamás creí que alcanzaría.
