Entro en el edificio sin decir más nada, discuto con la secretaria, pero logro salir con la mía y voy hasta la oficina de mi tío.
—Creí que estabas en una reunión.
—Me dolía un poco la cabeza, nena.
—Vete ya —llego hasta él y le beso en las mejillas— Eres el jefe, tomate un descanso. Día libre.
—Tienes razón.
—Te acompaño —me ofrezco.
—¿Querías algo?
—No, solo venía a pasar el tiempo contigo.
—Bueno, pasemos el tiempo en mi casa.
Me engancho a su antebrazo y camino presumiendo al hombre que tengo al lado. Llegamos al garaje de la empresa y me meto en el asiento de copiloto.
Mi tío maneja en silencio hasta su hogar.
—¿Quieres algo de beber?
—Agua está bien —le sonrío desde el salón— Voy a poner la tele.
—Vale —me deja sola.
Aprovecho para sacar el pendrive de mis pechos.
—Vio —le llamo— ¿Esto es tuyo?
Malcom vuelve con mi agua entre su mano y me la ofrece.
—No ¿Dónde estaba?
— En el suelo, pegada a la ventana.
—Que raro —la toma y la guarda en su bolsillo.
Mierda.
—¿Cómo está todo? —tomo un poco de agua— ¿Ceinnet y tú...
—Tengo mis dudas —me corta.
—¿Ocurrió algo?
—No.
Levanto una ceja.
—No me gusta que me mientas.
—Ya, conocí a alguien.
—¿Y?
—Pues no sé —se rasca la barbilla— Es diferente y misteriosa, no se muere por mí, como las otras.
—Ja. Por eso te tiene así.
Esa chica soy yo.
—Nos testeamos a cada rato y tenemos mucha química, pero por una extraña razón ella huye de mí.
No huyo de ti. Muero por estar solo contigo, pero en el momento que sepas que soy yo, te alejaras y vas a odiarme por lo que te hice.
—Estás enamorándote de una desconocida.
—Me estoy obsesionando con la idea de poseerla.
Me quedo callada. Nunca pensé eso de él.
Ese lado posesivo era desconocido.
—Debo irme.
—¿Por qué?
—Me acordé ahora que tengo algunas cosas que hacer.
—Regresa pronto —me abraza— Me gusta mucho cuando vienes a verme.
—Pronto vendré.
Me voy de regreso a casa y unas horas después me llega un mensaje de mi tío que quiere verme mañana, pero no a mí. Si no a la joven con máscaras que se entregó a él por completa.
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Erróneos ✓
Teen FictionEra la niña adorada de mamá y papá, la mediana de tres hermanos y la luz de los ojos de mi tío. Todo parecía perfecto, hasta que se dieron cuenta de que era la oveja negra de la familia. Una joven caprichosa y astuta, decidida a no rendirse fácilme...