Tener a Malcom aquí me tomó por sorpresa, en realidad nunca llegué a imaginar que esto pasaría.
Riven había puesto música para que el momento fuera más placentero.
Malcom me obligó a bailarle mientras me desnudaba.
Jairon fue el primero en empezar a masturbarse y ahora todos hacían lo mismo.
Yo estaba moviendo mi cuerpo al ritmo de la música, mi ropa cayó al suelo y con mis manos iba jugando con mis pechos, mordí mi labio inferior para provocar a los tres hombres que están sentados en el sofá.
Mis movimientos eran sencillos.
Los chicos tenían las venas remarcadas y pequeñas gotas de sudor por su frente. De ropa ya no le quedaba nada.Me acerqué al primero y besé sus labios para luego bajar hasta su polla, la succioné levemente.
—Joder, nena —gruñó y me sentí satisfecha.
Pase al próximo, que no era más que el niñero, jugué con su polla y me metí sus testículos en la boca.
Fui en busca del último: Riven. Sin pensarlo me senté a horcajadas sobre él.
—Asi me gusta.
Enterró las uñas en mi trasero y me penetró con brusquedad. Lo comencé a cabalgar. Malcom se acercó para enredar mi trenza en su puño.
Sabia lo que hacía, así que me preparé para recibirlo. Jairon se puso a mi derecha y me voltee para agarrar su polla entre mis manos y llevarla hasta mi boca. Me movía sobre Riven, Malcom arremetía desde atrás, y estaba masturbando a Jairon con la ayuda de mi mano y boca.
Me sentía como una puta diosa en medio de toda esta locura.
Luego de unos minutos Riven y Malcom se sentaron en el sofá y yo me puse a gatas en medio de ambos desde el suelo. Mis manos rodearon su polla y las masajeaba a las vez intercalando con mi boca, mientras Jairon me follaba.
Se liberó en mi interior y se separó para levantarme, me dió un beso en los labios y me subió sobre el sofá nuevamente.
—Estupendo, muñeca.
Malcom se metió entre mis piernas y pasó su lengua por mis pliegues. Riven me tomó por el cuello y me penetró. Con algunas estocadas terminó corriendose en mi espalda y yo en su boca, que no tardó en correrse cuando apreté su polla.
La respiración de todos era una mierda, así que nos dispersamos por el salón a tomar un poco de aire.
Aún las piernas me temblaban y no podía reaccionar a lo que acababa de pasar.
—¿No hay nada de beber por aquí? —digo, los chico están sentados en el sofá, recuperándose de los acontecimientos.
—En la cocina hay una botella de vino —me informa Riven.
—Voy por ella —se ofrece Malcom.
—Tranquilo voy yo —me levanto y sin que se den cuenta tomo mi bolso. Los dejo conversando en el salón.
Saco un frasco que traje escondido entre mis cosas. No van a entender, pero resulta que yo escuché como Jairon hablaba con alguien y me imaginé que sería con Riven, así que supuse que nos volveríamos a encontrar.
Lo que no contaba era con que Malcom estuviera aquí, pero eso no cambiaba lo que tengo planeado.
Así que agarro cuatro copas, y a tres le echo el líquido que contiene el pequeño frasco de cristal. Me las arreglo para diferenciar la mía, vuelvo al salón y les entrego la bebida.
—¿Por qué estás aquí? —le pregunto directamente a Malcom— ¿Pensé que no querías saber nada de nosotros.
—Este departamento es de Riven, así que cuando se fue de la casa vino a aquí y me contó todo lo que pasó —me dice y se da un largo trago— Luego nos pusimos en contacto con Jairon y aquí estamos los tres solo para tí. Resulta que no dejé de pensarte ni un segundo. Necesitaba de tí.
—Me alegro muchísimo de que esten aquí, conmigo —les sonrío— Son increíbles. Gracias por regalarme un momento como este.
—Eres nuestra —habla Riven con la respiración entrecortada— Sin duda alguna lo mejor que nos ha pasado en esta vida eres tú.
En realidad se equivoca, ellos son míos. Los tres.
Jairon hace planes para un futuro los cuales todos estan de acuerdo, yo me quedo en silencio, escuchando todo lo que ellos proponen.
Los observo largas horas hasta que al final el sueño los vence uno por uno caen rendidos. Me levanto, me acerco y les doy el último beso...
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Erróneos ✓
Fiksi RemajaEra la niña adorada de mamá y papá, la mediana de tres hermanos y la luz de los ojos de mi tío. Todo parecía perfecto, hasta que se dieron cuenta de que era la oveja negra de la familia. Una joven caprichosa y astuta, decidida a no rendirse fácilme...