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[3 meses después]

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[3 meses después]

Alessia estaba sentada en la última fila de la sala de conferencias, distraída mientras la profesora explicaba el impacto histórico del periodismo deportivo en la percepción pública de los eventos internacionales. Aunque intentaba prestar atención, su mente divagaba. No podía evitar recordar el verano pasado en Mónaco, los momentos en el paddock y, por supuesto, a Charles.

De repente, la puerta se abrió de golpe, interrumpiendo la clase. La coordinadora del programa, la Sra. Martínez, entró con su característico porte autoritario pero entusiasta.

-¡Atención, estudiantes! -anunció con una sonrisa amplia-. Tengo una noticia emocionante para ustedes.

El aula, hasta entonces tranquila, se llenó de murmullos y especulaciones. Alessia intercambió miradas con Agustín, Alana y Ricardo, sus compañeros inseparables. Algo grande estaba por venir, lo sentían.

-Como parte de nuestra formación en periodismo deportivo -continuó la Sra. Martínez, levantando la voz para silenciar el murmullo-, este año tendrán la oportunidad única de cubrir el Gran Premio de México.

El salón estalló en aplausos y exclamaciones. La emoción era palpable.

-Sí, escucharon bien -añadió, disfrutando de la reacción de los estudiantes-. No sólo asistirán al evento, sino que tendrán acceso al paddock, podrán entrevistar a los pilotos y vivirán la experiencia como verdaderos profesionales del periodismo.

Alessia sintió un vuelco en el corazón. La idea de regresar al ambiente de la Fórmula 1, esta vez como periodista en formación, era un sueño hecho realidad. Además, no podía ignorar la posibilidad de volver a ver a Charles, aunque fuera en un contexto estrictamente profesional.

La Sra. Martínez alzó una mano para pedir silencio.

-Pero eso no es todo -dijo, mirando al grupo con ojos brillantes-. La cobertura será transmitida en vivo a través de la página oficial de la UNAM. Todo lo que hagan será visto por miles de personas. Esto no es solo un ejercicio académico; es una verdadera oportunidad para demostrar su talento.

Los estudiantes se miraron entre sí con una mezcla de emoción y nerviosismo. Las implicaciones de esto eran enormes.

-Además -continuó-, organizaremos votaciones para decidir quiénes serán los periodistas que realizarán las entrevistas, los encargados de grabar, tomar fotos y redactar los guiones. Cada uno tendrá un papel clave en este proyecto, así que piensen bien dónde quieren participar.

Los murmullos volvieron, esta vez más intensos. Todos querían un puesto destacado en el proyecto, y la competencia sería feroz.

-Las votaciones se llevarán a cabo el próximo lunes -concluyó la Sra. Martínez-. Así que prepárense para presentar sus propuestas. Este es el tipo de oportunidad que puede marcar el inicio de sus carreras.

Cuando la coordinadora salió del aula, el ambiente quedó cargado de emoción y expectación. Alessia, Agustín, Alana y Ricardo comenzaron a hablar al mismo tiempo, sus voces chocando en una cacofonía de ideas y planes.

-¡Esto es increíble! -exclamó Agustín-. Yo quiero estar en el equipo de entrevistas.

-¿Entrevistas? -respondió Alana, arqueando una ceja-. Prefiero estar detrás de cámara. Quiero asegurarme de que todo salga perfecto.

-Pues yo me anoto para las fotos -dijo Ricardo, levantando una mano como si ya estuviera votando-. Siempre he tenido buen ojo para captar los mejores momentos.

Alessia los escuchaba con una sonrisa, pero su mente estaba en otro lugar. La posibilidad de entrevistar a Charles o, al menos, estar cerca de él durante el evento, la emocionaba y la ponía nerviosa al mismo tiempo.

-¿Y tú, Alessia? -preguntó Alana, interrumpiendo sus pensamientos-. ¿Qué planeas hacer?

-Todavía no lo sé -respondió Alessia, encogiéndose de hombros-. Quizás intente postularme para las entrevistas.

-¿Por Charles? -bromeó Ricardo, guiñándole un ojo.

Alessia se sonrojó, pero no negó nada.

-Bueno, sea lo que sea, necesitamos prepararnos -dijo Agustín, cambiando de tema-. Tenemos que destacar si queremos ser elegidos.

Esa tarde, en la cafetería, el grupo comenzó a trabajar en sus propuestas. Alessia buscó inspiración en entrevistas de Fórmula 1, anotando preguntas interesantes y relevantes. Sabía que la competencia sería dura, pero también sabía que esta era una oportunidad única.

Esa noche, mientras revisaba sus apuntes en casa, Alessia no podía evitar imaginar cómo sería estar de nuevo en el paddock, pero esta vez como periodista. Sus pensamientos volvieron a Charles y al breve pero intenso tiempo que compartieron. Aunque sabía que debía concentrarse en lo profesional, no podía ignorar las mariposas que sentía cada vez que pensaba en él.

Con la emoción del proyecto llenando cada rincón de su mente, Alessia se prometió a sí misma dar lo mejor de sí. Sabía que este viaje sería mucho más que una simple experiencia académica; sería un capítulo decisivo en su vida, uno lleno de desafíos, aprendizaje y, quizás, un poco de romance.

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⏰ Última actualización: 15 hours ago ⏰

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