Capítulo 16: La Verdad Sobre La Familia Bernard

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La luna apenas se colaba por las ventanas de la habitación secreta donde Leo Bernard había confinado a Celeste Thorne. El silencio era denso, y solo la luz lejano de una vela iluminaba tenuemente los rostros tensos de ambos. Celeste, aún confundida y molesta por estar allí, trataba de mantener la calma, mientras Leo la observaba con una intensidad que parecía desgarrar su alma.

Finalmente, él rompió el silencio.

-¿Quieres conocer nuestra historia? -su voz era baja, pero llena de resentimiento. Sin esperar respuesta, Leo comenzó su relato, uno que cargaba en su pecho como una maldición desde hacía décadas-. La historia de los Bernard no se cuenta en los libros, ni en las leyendas. Ha sido borrada, como si nunca hubiéramos existido.

Celeste, aún tensa, lo miró con desconfianza, pero no dijo nada. Leo comenzó, su voz oscura y cargada de amargura.

-Esta es la historia de los Bernard- sus ojos se oscurecieron con los recuerdos.- Y de cómo fuimos traicionados-

- Y de cómo fuimos traicionados-

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***

-Hace muchas décadas...

Los Bernard y los Lancaster eran inseparables. El rey Henry y el duque Sebastián compartían una amistad profunda, forjada en la lealtad mutua y en años de confianza. Al menos, eso creían. Leo Bernard, era un joven noble, amable y con un corazón lleno de sueños. Para él, no había nadie más perfecta que Eva Thorne, una mujer tan hermosa como valiente, cuya presencia lo deslumbraba. Eva trabajaba para la familia real, pero para Leo, ella era mucho más: su mundo entero. Sus deseos eran claros, amarla, casarse con ella y coronarla como la reina de Garlond.

¿Cómo podría lograrlo, te preguntarás? La respuesta se encontraba en su linaje. Los Bernard no eran simplemente nobles al servicio de la corona; ellos eran los verdaderos reyes de Garlond. Henry Bernard, ahora fallecido, fue el legítimo rey, un hombre amado y respetado por su pueblo. Y Leo, como su primogénito, había nacido con un destino claro: suceder a su padre en el trono, y convertir a Eva en la reina que siempre soñó.

Todo parecía perfecto. Leo vivía únicamente por y para Eva, mientras que Lucian era adorado por el pueblo gracias a su carisma y personalidad divertida. Sin embargo, no todo era felicidad en la familia Bernard. Cassandra, la hermana mediana, vivía sumida en una profunda tristeza. Estaba ciegamente enamorada de Lucas, el primer caballero de los Bernard, pero él jamás la miró de la misma manera. No solo no correspondía a sus sentimientos, sino que la despreciaba cada vez que la veía, recordándole su apariencia pasada, cuando era más corpulenta, y criticando que no actuaba como las mujeres de su época. Para Lucas, Cassandra no era ni gentil ni hermosa, a diferencia de Alicia Lancaster, la mujer a la que él amaba con una devoción inquebrantable.

Una tarde en los jardines del castillo Bernard, Cassandra reunió el valor para acercarse a Lucas, quien estaba entrenando a los guardias.

Con el corazón acelerado, se plantó frente a él.

🖤 Herederos de la traición 🩶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora