Capítulo 12: ¿Soy La Villana En Tu Historia?

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En el palacio, la tensión era palpable mientras el caos de los preparativos de defensa se desbordaba. Elara, preocupada por Anastasia, corrió a través de los pasillos en busca de respuestas. Sin embargo, en su prisa, no notó la figura de Lucian Bernard que la seguía con una mirada curiosa y perspicaz.

-¡Anastasia ha vuelto! -exclamó Elara mientras avanzaba rápidamente.

Lucian, oculto en las sombras, observaba con atención. La imagen de Elara en la fiesta de máscaras seguía fresca en su mente, especialmente la forma en que sus ojos brillaban con inocencia y determinación. La atracción que sentía por ella desde aquella noche solo había crecido.

Mientras tanto, Celeste se dirigía a sus aposentos con la intención de descansar y planificar los próximos pasos. Al llegar, notó que la puerta estaba entreabierta, lo que despertó su suspicacia.

-¿Quién está ahí? -preguntó en voz baja mientras empujaba la puerta y entraba con cautela.

Al abrir la puerta, Celeste encontró a Leo Bernard de espaldas, contemplando la vista desde la ventana. Al volverse lentamente, sus ojos se encontraron con los de Celeste, cargados de desafío y una seducción casi palpable.

-¿Leo Bernard? -preguntó Celeste, su tono una mezcla de sorpresa y desdén-. ¿Qué haces aquí?

Leo avanzó hacia ella con una elegancia y confianza magnéticas. Su sonrisa enigmática y seductora iluminó la habitación mientras se acercaba a Celeste con una gracia cautivadora.

-Vine a ver a mi fascinante gatita -respondió con un tono insinuante-. ¿Qué tal si conversamos un poco?- sonrió de una forma traviesa.

Celeste frunció el ceño, el calor de la proximidad de Leo y sus palabras seductoras la desconcertaban. Intentó mantener la firmeza, pero su corazón latía rápido.

-No creo que tengamos mucho de qué hablar -dijo, intentando mantener la compostura-. ¿Qué es lo que realmente quieres?

Leo se acercó más, el aire entre ellos cargado de una tensión eléctrica. Su mirada penetrante y su voz, un susurro tentador, parecían desnudarse de cualquier resistencia.

-Quizás deberías preguntarte por qué estamos haciendo todo esto -dijo Leo, su voz suave y cargada de un deseo apenas contenido-. ¿Por qué tanta intriga con la magia oscura, las infiltraciones y las luchas de poder? ¿No te intriga un poco? Y dime, ¿los Thorne siguen sirviendo a los Lancaster con ceguez?

Celeste sintió cómo su corazón se aceleraba, el deseo y la confusión luchando en su mente. Aunque sabía que debía mantener la compostura, la atracción era innegable.

-No me distraeré con juegos de palabras, Leo -dijo con firmeza, aunque su voz temblaba ligeramente-. Si estás aquí para algo específico, te sugiero que lo digas de inmediato.

Leo sonrió de nuevo, su cercanía haciendo que el aire entre ellos pareciera arder. Se inclinó hacia ella hasta que sus labios casi rozaban su oído.

-Quizás el juego es lo único que queda cuando el destino está en juego -murmuró, su respiración cálida sobre la piel de Celeste-. Pero si quieres saber la verdad, tendrás que escucharme.

Leo sonrió de nuevo, inclinándose hacia ella hasta que sus labios casi rozaban su oído.

-Todo esto, la magia oscura, los Bernard, incluso tu propia presencia aquí... Todo tiene un propósito mayor. Quizás tú también juegas un papel en esto, Celeste -dijo, susurrando-. Quizás aún no te has dado cuenta.

El cuerpo de Celeste tembló ante el susurro de Leo, pero ella se mantuvo firme, atrapada entre el deseo y la sorpresa. Leo se movió con una rapidez sensual, atrapándola en un abrazo sorpresivo. La empujó suavemente contra la cama cercana, su cuerpo presionando contra el de ella, casi completamente sobre ella.

🖤 Herederos de la traición 🩶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora