Entre cartas y constelaciones [ MINWON / MEANIE ]

SHAPE OF MY HEART

Los días siguieron pasando y finalmente llegó el jueves. Una semana había pasado y no había rastro de Kim Mingyu; lo había decepcionado un poco, pero quizás eso era lo que el alto estaba buscando una puerta para salir de su vida. Aunque en realidad nunca entro.

Estaba más que enfocado en su proyecto final; no había dejado de ir al observatorio llenando su bitácora para la investigación que tenía en curso y equivalía a más de la mitad de su calificación; no tuvo más tiempo para pensar en alguien más.

Se sentó cinco minutos en el pasto mirando las estrellas desde su vista con gafas y sonrió mientras bebía de su jugo de manzana.

Comenzó a guardar sus cosas y se levantó para ir a casa. Su cabeza comenzó a doler y estaba seguro de que se quedaría dormido en cualquier momento; se recostó unos minutos y cerró los ojos para sentir el aire rosar su cara y manos desnudas.

Después de un momento se levantó asustado, mirando hacia todos lados. Miró la hora, era más de la una de la mañana, se había quedado dormido. Rápido se levantó y guardó todas sus cosas en cualquier lugar que fuera, no tenía tiempo para llevar todo como lo trajo.

Solo dejó su libreta fuera y la tomó para ir viendo las anotaciones que había hecho.

En medio de estas estaba una hoja doblada por la mitad; en ella estaba un boceto de la constelación de Andromeda y debajo una leyenda.

"A ti te gusta la astronomía y a mí un poco la mitología; andromeda se enamoró de un héroe griego que la rescató de un monstruo; en mi historia yo soy andromeda y tú Perseo".

K.M

El chico se detuvo acomodando sus gafas y volteó varias veces tratando de encontrar al dueño del boceto; al parecer ahora sí se había ido y no le dio más tiempo, pero se aseguró de sentarse en el filo de la banqueta, asegurándose de escribir un buen agradecimiento.

"Hoy mientras miraba las estrellas o me quedé dormido, me preguntaba cuantas veces te habrás reído sin que yo lo viera; creo que me encantaría ser una de esas estrellas, solo para poder verte en esos momentos".

J.W

La dejó sobre el pasto que estaba ahí justo en la orilla de la banqueta y el inicio de la barda del observatorio. Él ya no estaba, pero con suerte podía encontrarla después.

🌌🌌🌌

Pero Wonwoo estaba equivocado. Kim Mingyu no lo buscaría al día siguiente. Se aseguró de volver media hora después de que se fue y encontró la carta después de buscarla.

Se sentó y la leyó tantas veces que memorizó todo y sonrió al imaginar cómo se vería Wonwoo escribiendo para él.

Quería hablarle y poder mirarlo de cerca, pero probablemente él no debería; no era bueno en absoluto y mucho menos para él.

Se quedó mirando hacia la dirección que el chico solía tomar para irse y comenzó a caminar por todo el lugar hasta llegar a una privada, y sonrió metiendo sus manos en los bolsillos de su pantalón. Era un lugar digno de un chico como él.

Guardó el escrito y se fue dejando al chico tras.