WHAT WAS I MADE FOR

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Seungcheol llegó después de más de un mes y medio tratando de encontrar a Kim Mingyu.

Estaba caminando por los pasillos del lugar siguiendo a un teniente coronel de más de cuarenta años.

—El candidato a las fuerzas especiales Kim Mingyu tiene una visita, en sala doce, por favor.

Seungcheol mira todo el lugar. Admite que está sorprendido de encontrarlo en un interno de alto nivel como es el de las fuerzas especiales. Pero se limitó a solamente saber cómo y donde estaba, hasta que Jeonghan le insistió en sacar una cita para al menos hablar un poco al respecto. Mingyu tendrá que tomar la decisión con respecto a lo que tenga que hacer de Wonwoo.

Está nervioso porque le ha dado su nombre al teniente y si Mingyu decide rechazar su visita, entonces se irá de ese lugar y no volverá a buscarlo más. Llevará a su hermano a otro lugar donde puedan ayudarlo a salir adelante mientras conoce a más personas.

Se sentó en la silla que tienen ahí en la sala y sacó su teléfono, mirando algunas novedades que hayan salido en los últimos días; está por entrar el invierno.

La puerta fue abierta y un hombre alto salió saludando —en un momento viene para acá, joven Jeon.

—Muchas gracias, teniente.

Ahora estaba nervioso. Pensó que Mingyu no iba a aceptar su visita, pero lo hizo y soltó el aire retenido mirando la puerta.

Un chico alto con uniforme negro completo de pies a cabeza salió mirando al mayor que lo estaba esperando, y ambos chocaron miradas.

Para el mayor de los Jeon fue una impresión verlo; la última vez que lo vio, no se imaginó lo mucho que creció en menos de medio año. Parpadeó un par de veces y finalmente se levantó con su mano alzada para un saludo.

El alto la tomó y se sentó frente a él.

Ambos se quedaron mirándose por unos segundos hasta que el mayor rompió la tensión.

—Eh, antes de que mal pienses la situación, el comandante municipal me dio la información de donde estabas. Lo hizo porque yo se lo pedí.

—Sí, claro, no tengo ningún problema, solo estoy curioso respecto a porque me busca.

—¿Ya sabes que tus amigos están libres, cierto?

—Sí, ambos vienen a visitarme a menudo; yo también lo hice algunas veces.

—Bueno, no fueron ellos, evidentemente, los verdaderos culpables, si fueron de la misma gente de Jung, pero supongo que eso ya te lo dijeron.

Mingyu sonrió de lado: —¿A qué vino? Porque a darme la buena nueva no creo.

Seungcheol tomó su cuello nervioso y admitió la verdad que lo había llevado hasta ahí —se trata de Wonwoo...

Los ojos del alto se abrieron con sorpresa.

—¿Está bien? ¿Todo bien? Realmente estoy preocupado. El comandante me ha dicho que no le ha visto desde que estoy aquí.

La preocupación de su mirada hizo que el nerviosismo de su cuerpo se disparara fuera de su cuerpo, porque miró al Mingyu genuinamente enamorado de su hermano menor.

—Ah ya, ¿él te dice o algo así?

—Sí, se lo pedí, pensé que solo estaba mintiéndome y no quería decirme nada respecto a Wonwoo.

Seungcheol bajó la mirada. —En realidad no creo que tenga mucho que decirte, Wonwoo no ha salido de casa desde que se vieron la última vez, solo va a la escuela, pero acaba de perder una materia o al menos es la única que sé que perdió, mis padres vienen en un par de semanas y de verdad no sé qué decirles por la manera en que se ve y la forma en cómo dejo que todo se fuera al carajo, ya ni siquiera sale al observatorio, solo duerme todo el día y en las noches tiene pesadillas que no lo dejan dormir, es extraño, pero por alguna razón siento que se debe a ti y aunque creo que... o creía que no eras bueno para él, me gustaría que pudieras hablar con él sobre lo que pasó esa noche.

—Pero ya lo sabe.

Seungcheol miró la cara de preocupación del alto haciéndose más evidente; realmente estaba tenso por todo y lo miraba como si tratara de encontrar más información que ya le había dado.

—Puedes odiarme todo lo que quieras, culparme, mandarme al infierno si quieres, pero de verdad me gustaría que pudieras o tuvieras la oportunidad de buscarlo si quieres recuperarle o simplemente darle un cierre.

—¿A que se refiere?

El mayor asintió tratando de encontrar las palabras correctas para comenzar con su historia. —Esa noche yo lo planeé todo, supe que se metieron a robar en el inmueble y le pedí a uno de tus compañeros en motocicleta que les diera la ubicación de donde habían entrado a robar para inculparte, porque quería que te alejaras de Wonwoo; le pagué muy bien por ello y salió después de tí.

Mingyu miró al hombre frente a él y sonrió, negando. Estaba apunto de llorar. Sentía su sangre hervir en su cuerpo. —Vayase al diablo, ¿usted tiene idea de todo lo que pasamos mis amigos y yo?; estaban fichados aún si resultaron inocentes y yo perdí a Wonwoo, pero no lo perdí solamente a él, si no a su confianza...

Mingyu iba a seguir recriminado hasta que negó y suspiró levantando la cabeza —pero no voy a negarle que también fue mi culpa, porque yo le mentí esa noche también.

Ambos se miraron directamente.

—Ambos cometimos un error, tal vez solo debí pedirte que te fueras de su vida, pero se me hizo fácil, no sabes cuánto lo lamento después de verlo así; no te lo pido por mí, si no por él. Mingyu.

—¿Donde está?

—No sale nunca de su habitación.

—¿Y qué pasa si no quiere verme?

—Ya eres mi última opción si te soy sincero —admite Seungcheol, limpiando una capa de sudor en su frente. Pero la situación lo arrebasó y también estaba cansado de todo lo que provocó.

Mingyu se levantó saliendo del lugar, dejando a Seungcheol sentado solo en el lugar. Lo miró irse y sonrió irónicamente mientras dejaba caer su cabeza en la mesa. Tenía sueño, estaba preocupado y tenía todavía que manejar el asunto en el que Jung los había involucrado.

Sintió un agarre en su brazo y se levantó después de darse cuenta que se había quedado dormido sobre la mesa.

Miraba al alto y se levantó parpadeando un par de veces.

—Lo siento, yo... Lo siento

Mingyu asintió y alzó sus manos —me he estado muriendo día a día sin saber nada del chico que amo, no se trata de mí tampoco, siempre se trata de él.

Seungcheol sacó un sobre blanco que puso sobre la mesa —es de él.

Mingyu finalmente sonrió y tomó el sobre de la mesa para regresar a sus labores.

Entre cartas y constelaciones [ MINWON / MEANIE ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora