Minghao estaba sentado al borde de la banqueta mientras le daba una gran mordida a su sandwich de carne.
El alto estaba apoyado sobre la motocicleta estacionada.
—¿Por qué a Seokmin le urgía que lo encontráramos aquí? —cuestionó el alto mirando por tercera vez la pantalla de su teléfono aburrido.
El menor de los dos subió los hombros mientras tomaba otro bocado.
Mingyu suspiró y se dedicó a observar a toda la gente que pasaba. Casi nunca le gustaba hacer eso; no le gustaba que otras personas lo miraran de frente.
—¿Quién viene aquí? —preguntó mirando al pelirrojo.
—Según lo que sé, su hermano menor lo estuvo buscando y ya sabes que para Seokmin es muy importante el chico.
Era una universidad muy reconocida. Mingyu aún no comprendía por qué Seokmin desperdició la oportunidad de su vida peleándose con sus padres y saliendo de casa. Quizás si él hubiera tenido esa opción la hubiera tomado; definitivamente estaría mejor preocupado por pasar alguna materia en vez de salir corriendo en las noches por no ser alcanzado por un policía, pero a cada quien era responsable de sus propias decisiones, no importaba que lo había orillado hasta ahí.
Un automóvil negro se estacionó en la caja a un lado de la entrada de la universidad y los faros se apagaron una vez. En un solo movimiento estuvo dentro de su lugar perfectamente acomodado.
Un chico pelinegro de cuerpo fuerte salió del piloto.
Se paró al instante reconociendo al chico de la otra vez que acompañaba a J.W y espero pacientemente porque la puerta de copiloto se abriera.
—Ya terminé —dijo Minghao levantándose a su lado.
La puerta del copiloto finalmente fue abierta y un pelinegro alto y delgado salió junto a sus gafas negras, caminó hasta el asiento trasero y sacó lo que se supone es su mochila y algunas cosas que probablemente necesite para sus clases.
Se acercó al otro pelinegro y le dejó un beso en la mejilla.
Eso de nuevo removió una astilla que no sabía que tenía en su mente y su estómago se revolvió quitándole la poca hambre que el sandwich de Minghao le había provocado.
—¿Estas bien?
Volteó mirando a Minghao —sí, ¿por qué?
—Ah, ya veo —sonrió mirando al chico pelinegro que tenían frente a ellos —¿esta es la señal?
Unos pasos los hicieron voltear y miraron a Seokmin dejando caer la colilla de su cigarro. —Iré a hablar con mi hermano y de aquí nos vamos con Jung.
—¿Puedes entrar ahí? —dijo Minghao mirando al mayor.
—Básicamente sí, los guardias no piden credencial ¿por qué? ¿Quieren ir?
Ambos asintieron con sus cabezas y al mayor no le quedó de otra más que rodar los ojos y caminar frente a ellos.
Una vez burlaron a los guardias que parecían estar más ocupados tomando café y leyendo en sus teléfonos que en lo que pasaba enfrente de sus propias narices.
Seokmin miró el edificio del fondo.
—Es mi primera vez conociendo una universidad.
Seokmin sonrió mirando a Minghao: —El edificio al que vamos es el de Derecho, mi hermano está estudiando derecho; tendremos un abogado para nosotros si un día nos meten a la cárcel.
Mingyu golpeó su hombro —eso no es cierto.
Seokmin sonrió al ver el dibujo enorme en el edificio de finanzas —cuando estaba con Jung nos contrataban para pintar los edificios de la facultad y me encantaba hacer eso, me pagaban por hacer lo que quería y fingía ser una estudiante cool de la universidad.
—¿Tú lo hiciste? —preguntó Minghao sorprendido viendo el mural.
—Sí, también hicimos el de medicina y el de arquitectura.
Mingyu estaba impresionado.
—El último que iba a hacer con Jung era el del edificio de astronomía, pero cambiaron de dirección con un nuevo jefe en la carrera y no estuvo de acuerdo con que hicieran un mural. Fue decepcionante, se nos ocurrían tantas cosas.
Mingyu tomó el hombro del mayor, deteniendo su andar —¿aquí hay astronomía?
—Sí, tienen un observatorio más pequeño que el que está frente al parque central.
—¿Y qué tan grande es el edificio?
Seokmin pensó por un momento: —Es bastante grande y es blanco, si quieres en un momento vamos.
—Si
Seokmin Miraba a lo lejos a su hermano menor y corrió para estar frente a él.
Mingyu y Minghao se quedaron observando mutuamente. —Genuinamente estás interesado en él; cuando te dijo de ir a ver el edificio fue la emoción más genuina que jamás haya visto en tí y eso que llevó siendo tu amigo desde hace más de tres años, esta es la prueba de la que hablé.
—¿No sería genial si pudiéramos hacerlo?
Minghao sonrió —claro, me encanta la idea, con astronomía se me ocurren tantas cosas.
El alto negó alzando una ceja: —Yo di la idea, yo seré quien diseñe el boceto.
Seokmin llegó con una sonrisa —se arreglaron las cosas en la facultad de astronomía.
Caminaron durante unos minutos hasta llegar al enorme edificio en color blanco.
—Esta es la pared
—Es perfecta para diseñar
—La dejamos lista la última vez.
—¿Podemos hacerlo?
Seokmin alzó una ceja mirando a Mingyu. Era la primera vez que el alto se involucraba en una situación tan ilegal como la pintura en una universidad privada perfectamente cuidada. Si la policía los encontraba no estarían solo una noche en prisión, podían pagar una multa a menos de que hablarán con el juez y magistrado para pintar el edificio de blanco nuevamente, incluso implica más trabajo. Pero la adrenalina de hacerlo lo estaba llamando.
—Supongo que sí, pero tendríamos que planearlo muy bien y tendría que ser algo que terminemos en una noche; esto es más que brincar la barda porque es una universidad que está siendo utilizada y además es privada y de excelente reputación.
—Una multa segura si nos encuentran
—Vale la pena
Ambos miraron a su mejor amigo alto. —¿Qué tienes, Gyu? —preguntó Seokmin.
—El diseño perfecto para esta pared
Seokmin se cruzó de brazos —bueno, es la primera vez que te veo genuinamente interesado, así que por esta vez podemos correr el riesgo; si tenemos multas, puedo sacar dinero de mi fondo de ahorros y que sepan que lo hago por ustedes.
Mingyu sonrió y miró la pared.
Caminaron por los jardines de la facultad con varios estudiantes pasando la mañana; algunos leyendo, otros caminando y otros comiendo.
Pero Kim Mingyu tenía su mirada puesta en el lindo chico con pantalones cortos café y camisa de manga larga blanca abotonada antes de los tres últimos botones y un chaleco gris.
Estaba sentado solo sobre una banca mientras tomaba café y leía un libro que parecía ser bastante interesante.
—Gyu, iremos a la cafetería ¿vas?
El alto negó a sus amigos —los espero aquí, ¿irán a comer?
—Sí, me muero de hambre; ¿seguro no quieres ir con nosotros?
—No, adelante, sirve que vea algunas cosas.
—Oka, te hablamos cuando nos tengamos que ir.
—Estaré al pendiente.
Minghao le guiño el ojo a Mingyu y sonrieron mutuamente
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Entre cartas y constelaciones [ MINWON / MEANIE ]
Fanfic"El universo es tan vasto que el tiempo parece una ilusión. Aveces me pregunto si nosotros, aquí en la tierra, también somos una ilusión. "Nuestras vidas, nuestras ilusiones, son sólo destellos breves en un cosmo infinito y sin embargo esas breves c...