DONDE FUIMOS FELICES

Capítulo 17: Un gran poder

—¿Sabemos algo de Kade?

La sala de espera sigue igual de vacía que antes de irme, únicamente ocupada por Taylor. No es la primera vez que he estado en el hospital pero se me había olvidado lo lúgubres que pueden llegar a ser estas habitaciones blancas plagadas de silencio y oraciones por los seres queridos.

Taylor niega con la cabeza mientras se acurruca en una de las sillas. No recuerdo haberla visto tan afectada por algo desde.... bueno, desde la última vez que estuvo en esta misma sala de espera con Kennedy y Jossie esperando por mí.

En estos momentos las palabras están demás así que me siento a su lado en silencio.

—¿Tú estás bien? —Susurra tras unos minutos.

—Perfectamente.

Ambas sabemos que el cabestrillo que llevo demuestra lo contrario pero solo nos queda fingir que todo va bien.

6 horas antes

—Solo una cosa más antes de irte —Me tiende unos papeles —Es la lista que nos pediste para los presupuestos. Esta es la de Callie y Delia y esta otra es la que hemos hecho Cole y yo.

—Gracias. —Cojo las hojas que me tiende y las guardo en el primer cajón de mi escritorio —Prometo que mañana les hecho un vistazo y el lunes se las llevo al director.

—Bien ¿ves? Esto se te da genial. Por cierto, ¿Dylan y Jessie te han dado ya su lista?

—Sí, ya tengo todas.

—Pues eso era todo. —Se levanta de mi silla con una expresión de satisfacción y me agarra por los hombros —Ahora a pasarlo de miedo. Cuando volváis quiero todos los detalles.

—Cómo no. —Río —Serás la primera en saberlo todo.

—Que emoción —Finge llorar y le doy un pequeño empujón.

—Teatrera. —La acuso con una sonrisa —Me tengo que ir ya. Taylor me ha dicho que Kade nos va a pasar a buscar a la parada del autobús.

—¿A qué estás esperando entonces? Vamos, vamos —Me apremia.

Salimos de la habitación y prácticamente me arrastra por el pasillo hasta la salida, donde me espera mi gemela malvada.

—Ya era hora rubia. Me estaban empezando a salir canas. —Espeta y se gira hacia Jossie —Las rubias unidas sois unas tardonas.

—Pero ¿a qué está muy guapa? —sonríe Jossie echándome una mirada de arria abajo.

—Preciosa —Murmura —¿nos vamos? Kade ya está en la parda del bus.

—Vamos —asiento.

Empieza a andar y, antes de seguirla, me giro hacia Jossie.

—Mil gracias, Joss, —La abrazo —por todo.

—Para eso estamos. —Me devuelve el abrazo y me empuja suavemente —No hagáis nada que yo no haría.

Suelto una carcajada y corro tras Taylor.

Estoy un poco nerviosa con respecto al hecho de conocer a Kade. Taylor me ha hablado mucho de él y según lo que me ha contado es todo un portento. Responsable, inteligente y guapo. Suena a que es un gran chico pero ¿y si no nos llevamos bien? ¿y si nos caemos mal?

—Ahí está. —Taylor me saca de mis pensamientos.

Frente a nosotras, justo al lado de la parada del autobús, hay un coche rojo estacionado. Un chico un poco más mayor que nosotras sale del asiento del piloto y da la vuelta al coche. No mentiré, lo que ocurre a continuación me pilla totalmente por sorpresa, vaya que no me lo esperaba. Taylor empieza a correr y, justo cuando alcanza al que solo puede ser Kade, salta y envuelve sus piernas en torno a las caderas del chico al mismo tiempo que le envuelve con los brazos. Y él no se hace de rogar. en menos de un segundo la abraza con la misma intensidad.