Capítulo 36: Quiero seguir jugando

2 3 0
                                    

— Toc, toc ¿puedo pasar?

Con cuidado abro la puerta cuando escucho una vocecita en el interior de la habitación dándome permiso para entrar.

—¡Nell! —Sale a mi encuentro blandiendo un papel— Mira, le he hecho un dibujo a Kendra ¿te gusta?

—Es precioso, Balby. —Me agacho para estar a su altura —Has mejorado mucho ¿y ese vestido que le has hecho? Ha quedado muy bien.

—¡Gracias! —Corre de vuelta hacia su cama y deja el dibujo junto al resto de ceras de colores y folios en blanco —La profe Maya me ha dejado salir antes a jugar porque había hecho los deberes de matemáticas muy bien.

Como siempre que me cuenta lo bien que le va en el colegio, el orgullo me llena por dentro. Sé que apenas está comenzando el colegio y que sus tareas no suelen conllevar un gran nivel de dificultad pero ver como una niña, que ha sufrido tanto y que no tiene unos padres que sean su referencia, logra llegar cada día del colegio con una sonrisa por el trabajo bien hecho y con ganas de seguir aprendiendo, me llena de alegría y de esperanza.

Por suerte para ella, a partir de mañana, tendrá una familia de verdad. Alguien que pueda hacer por ella todo lo que ni su familia biológica, ni yo, hemos podido hacer.

Con su energía de siempre empieza a relatarme con pelos y señales todo lo que ha hecho durante el día y yo le escucho con atención mientras me siento junto a ella en su cama. Me cuenta que Félix se ha puesto a cantar cuando les llevaba al colegio, que una niña se ha caído en el recreo y que ha aprendido muchas palabras nuevas. Cuando llega a la parte en la que la Sra. Wallace ha entrado a su habitación, me inclino hacia delante ansiosa por saber cómo se ha tomado la noticia.

—Y entonces ha venido la Sra. Wallace y me ha dicho que voy a tener una mamá y un papá nuevos.

Lo dice en un tono tan natural que me hace cuestionarme si entiende la magnitud de la noticia.

—¿A sí? —Finjo que me acabo de enterar— ¿y eso qué te parece?¿te gusta?

—Mmm...—Se lleva una mano a la barbilla pensativa y tras unos segundo contesta— No sé.

¿«No sé»? Qué forma más tranquila de asimilar la noticia.

— ¿Y qué más te ha dicho?

— Que vienen mañana a buscarme y que voy a tener una nueva casa.

Continúa contestando con ese tono tan neutral que me desconcierta.

—Qué bien ¿no?

—Mmm...—Vuelve a dudar —Sí.

Como está claro que no parece entender bien la situación decido darle un pequeño empujón y, teniendo muy presente la conversación que he tenido con Félix, lo hago con toda la positividad que puedo.

—¡Es una noticia muy buena, Balby! Tienes mucha suerte. Vas a tener una casa nueva donde seguro que tienes muchos niños y niñas vecinos de los que hacerte amigos. Y tendrás unos papás que te querrán mucho y jugarán contigo.

Según hablo un nudo se me instala en la garganta pero lucho contra él. No quiero que mis propias carencias nublen un día tan importante para Balby como lo es hoy y como lo será mañana.

La duda sigue brillando en sus ojos pero veo que quiere creerme, quiere estar contenta por la noticia y eso me da esperanzas, así que continúo.

—Ya no tendrás que compartir el baño con tantas niñas y seguro que tendrás muchos rotuladores y pinturas para hacer montones de dibujos. Eso es muy chulo ¿a que sí?

DONDE FUIMOS FELICESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora