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Gemini movió su mano para tomar su celular y apagar la alarma. El vacío de su casa lo hizo más consciente de su situación: Fourth no iba a volver, probablemente no lo perdonaría. Era extraño no despertar a su lado, con su calor, su calidez y un beso de buenas noches.

Se levantó como pudo, haciendo rodar por el suelo las botellas de licor. Hacía mucho que no tomaba hasta perder la razón; la situación le ganaba porque no sabía qué hacer.

Con un poco de dolor de cabeza, fue hasta la cocina. Laseñora Jeon estaba preparando el desayuno.

—Dile a las chicas que solo pongan un plato en la mesa, hoy como solo.

—Ya lo hice —le informó—. Su desayuno ya está servido. Las muchachas han empezado a limpiar su desastre de anoche, mi señor. Son chicas trabajadoras, aunque limpiar vómito no está en su contrato.

Gemini era consciente de que Jeon lo regañaba como una madre lo haría. Se lamentó ser tan patético en silencio; había roto un montón de botellas y tirado cada objeto que se topaba enfrente, vomitado en el piso,recordaba incluso romper una mesa.

Desayunó y se dio una lucha con agua helada. Se cambió pulcramente y, como lo imaginó, la nota de su corta ceremonia ya estaba en las noticias: [Norawit y Nattawat celebran diez años de un "matrimonio feliz", la verdad sobre la repentina cancelación], [Los mayores accionistas de la empresa bancaria más importante del país celebran diez años de casados].

Prefirió no leerlas y seguir con su día. Tenía que ir al banco a revisar la parte administrativa y le había prometido a Fluke ir a ver lo en el nuevo departamento que le había conseguido.

Fluke no era ostentoso como había pensado; no había pedido más de lo necesario para su hijo y no lo estaba usando para sacarle dinero.Incluso cuando intentó comprarle ropa, el joven había rechazado por completo y solo aceptó lo que era para su hijo.

Fluke seguía vistiendo humildemente cuando lo visitó, peroJinhoo era otra cosa: estaba bien vestido, con ropa de marca y limpia. Además, jugaba con un montón de juguetes que estaban regados por el piso.

—Le he comprado muchas cosas —sonrió Fluke cuando finalmente Gemini le estaba prestando atención a su hijo—. Es pequeño, pero es un llorón de primera cuando no tiene lo que quiere. No hace muchos berrinches, sin embargo, pone ojos de cachorro y no puedo decirle que no. ¿Quieres jugar con él o tal vez cargarlo?

—Preferiría que no —admitió, para pesar del joven Fluke—. He hecho una cita en el registro civil, quiero que todo sea lo más privado posible, sin prensa ni nada por el estilo.

—¿Entonces sí vas a registrarlo como tu hijo? —le preguntó Fluke, mostrándose más relajado.

—No me dejaste otra opción —le dijo en un tono duro, casi matándolo con la mirada.

—Yo... yo... Gemini, hice lo necesario y quiero que entiendas que estoy dispuesto a cualquier cosa por nuestro hijo. Fuiste tú el que no me dejó otra opción.

Jinhoo se puso de pie con un coche en su mano y corrió hasta ellos.

—¡Papá, juega conmigo! —Gemini tragó saliva y se apartó de inmediato, como si el niño fuera tóxico.

—Yo jugaré contigo —Fluke le sonrió y acarició su cabello y rostro—. Pero un poco más tarde.

Cuando Jinhoo volvió a la alfombra con sus juguetes, esta vez fue el turno de Fluke para mirar a Gemini con ojos asesinos, bastante molesto e irritado, demostrando que estaba dispuesto a todo con tal de que el menor recibiera solo lo mejor, hacerlo feliz.

—Él no tiene la culpa de todo esto. No lo trates como si fuera un bicho raro, es tu hijo y lo que menos necesita un niño de su edad es el rechazo de su padre. Ya tienes la maldita prueba de ADN que querías. ¿Qué más necesitas para darte cuenta de que es tu hijo?

—Sé que es mi hijo, sin embargo, no puedes obligarme a que lo quiera como uno. No sabía que existía hasta hace unos días y no puedo tratar con niños. Por otra parte, es la causa de que mi matrimonio se esté viniendo abajo. Fourth dejó la casa y no contesta mis llamadas.

—Pues inténtalo, juega con él y dile por primera vez que lo amas, aunque sea falso.

Gemini miró al niño entretenido con los juguetes y luego a Fluke.

—No sé qué hacer —reconoció con pesar—. Sé que es inocente,pero no sé ni cómo empezar a hablar con él.

—Vamos —Fluke tomó su mano—. No es tan difícil. Se levantó del sofá e hizo que Gemini le siguiera hasta donde estaba el niño. Ambos se sentaron junto a Jinhoo—. Papá está aquí, vamos a jugar juntos, como una pequeña familia —sonrió Fluke al niño, que también sonrió abrazando a Gemini con fuerza y emoción de estar cerca de él.

—Quiero jugar con papá —le dio un beso en la mejilla y después puso un pequeño carro en su mano—. Juguemos a las carreras con mis nuevos coches, por favor.

Gemini vio el vehículo rojo y pequeño en su mano y trató de destensar el cuerpo; él también había sido un niño seguro, recordaba cómo jugar.

...


Traición | Geminifourth Donde viven las historias. Descúbrelo ahora