Traición | Geminifourth

15

Gemini miró el papel frente a él, se lo había prometido y no podía echarse para atrás, no podía obligar a Fourth a permanecer a su lado, no podía encerrarlo en una jaula para nunca dejarlo ir.  

Firmó el papel y se lo devolvió a Pond.

—Perfecto, solo falta que Fourth lo firme y estarán oficialmente separados. Esto se ha mantenido totalmente en silencio, pero ya hay algunos rumores en la prensa.

—Da igual, tarde o temprano se van a enterar. Será mejor que te apresures con Fourth antes de que tome de regreso ese papel y lo haga pedazos.

—Mañana iré al registro civil y oficialmente Jinhoo será tu hijo. Tranquilo, Gemini, las cosas pasan por algo. Has perdido a Fourth, pero ahora tienes un hijo. 

—No estás haciéndome sentir bien al decirme eso —le aseguró Gemini—, pero en serio, ya vete. 

—No quiero irme porque sé que te pondrás a llorar una vez que salga de aquí —le dijo Pond con un suspiro—, pero cuentas conmigo para todo. 

—Gracias, pero ahora iré a ver a mi hijo y le diré a Fluke la buena noticia. Iré también con el notario para cambiar mi testamento y las disposiciones de mi seguro. 

—¿Quieres que te ayude con eso? —le preguntó—. Puedo hacerlo si quieres. 

—Bueno, en todo caso llama al notario y encárgate de que mi herencia quede a nombre de mi hijo y también cambia mi seguro a nombre de Jinhoo. 

—Sí, pero lo haré mañana cuando tenga las actas. Te mueves rápido, ¿eh? 

—Solo... no quiero que le falte nada —Gemini sonrió y salió de la oficina. Pond también salió y se fue a la oficina de Fourth.  

Gemini subió a su coche y suspiró, dejó caer su cabeza en el volante y se permitió llorar.  

Lo había perdido para siempre.

Había perdido a Fourth, al amor de su vida, porque eso era el mayor, lo había amado desde siempre, desde el momento en que sus padres los comprometieron. Todo había sido un acuerdo, casi una venta y, sin embargo, se había enamorado de él, que el acuerdo había pasado a segundo plano.  

Sollozó un poco más fuerte, pero se limpió las lágrimas y arrancó el coche, le había prometido a Jinhoo llevarlo a natación y no podía fallarle. No a Jinhoo, ya había perdido a Fourth, no perdería a su hijo. 

Manejó con cuidado y se estacionó donde pudo.  

Fluke abrió la puerta y arrugó el entrecejo. 

—¿Qué ha pasado? —le preguntó preocupado al ver sus ojos rojos—. ¿Por qué has llorado? 

—Se acabó —se sinceró con Fluke, después de todo era el padre de su hijo—. Se ha acabado con Fourth.

—Entiendo, debe ser duro. 

—No sabes cuánto, lo amaba incluso más que a mí mismo. 

Fluke lo abrazó y le sobó la espalda—. Todo estará bien, no estás solo, tienes a Jinhoo y también a mí. 

...

Pond miró a Fourth jugar con el bolígrafo, era la tercera vez que lo veía leer el documento y mirar detenidamente la firma de Gemini. 

—¿Hay algo mal? 

Fourth negó—. No, haces tu trabajo perfectamente bien. 

—¿Entonces por qué no has firmado? —Fourth lo miró triste, pero negó y finalmente firmó las dos hojas que correspondían—. Es oficial, ahora ambos son hombres libres.

...