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—Sólo han pasado dos semanas y ya estás pensando en mudarte con él —Phuwin no estaba muy contento con la idea, pero Fourth rodó los ojos. 

—No fuiste tú quien dijo que la vida era para equivocarse. 

—O sea sí, pero no me refería a eso —se excusó. 

—Me gusta mucho, me ha aceptado tal y como soy, pocos son los que están dispuestos a algo conmigo y lo más importante, Phuwin, él me hace feliz, es detallista, amable, paciente, me regala flores y chocolates y no le importa si puedo darle hijos o no. 

—Vamos Phuwin, ¿por qué eres tan negativo? —Love le dio un manotazo en la cabeza. 

—Hace mucho que no veía a Fourth tan feliz, tan lleno de vida, con tantos proyectos para superarse. La idea de las tiendas es una locura tremenda, estoy segura de que será un éxito —dijo Love emocionada—. Y es un bombón, tiene un cuerpooo... 

—¡Love! —Fourth le aventó una fresa de su desayuno y sonrió—. No te expreses así de mi hombre. 

—Ves, incluso es posesivo —le dijo a Phuwin. 

—Está bien, es un buen hombre, vamos a hacerle un altar —rodó los ojos y siguió comiendo. Un hombre con bajos recursos, que tenía muchos proyectos inteligentes pero poco dinero, Phuwin no podía confiar en que fuera un amor totalmente desinteresado, pero al final de cuentas Fourth también tenía un interés no muy sano en ese hombre: olvidar a Gemini. Esperaba que lo lograra o su amigo iba a ser muy infeliz. 

—Sabes que es lo mejor, ver a Gemini retorcerse de los celos —Love rio macabramente. 

—Gemini ya no importa, Love —dijo Fourth—. Estuve pensando en que al final tal vez él tuvo una razón, yo no podía darle hijos y él... 

—Gemini ya no importa, Fourth —le repitió Phuwin cortando el tema. 

—Tienes razón —sonrió y siguió comiendo su desayuno. Miró a Wendy corretear en el jardín y suspiró. Tal vez podría adoptar, había renunciado a Gemini, pero aún no podía renunciar a la idea de ser padre. Tenía que consultarlo con Marck, pero sabía que no se negaría. 

—Por cierto, adivinen quién regresa de China —dijo Love—. Para la boda de Phuwin. 

—Victoria —le respondió Fourth—. Esa mujer escandalosa no nos va a dejar dormir toda la noche cuando regrese. Le dije a Pond que no la invitara, pero me ha mandado por un tubo alegando que es su amiga. 

—Van a ser casi seis años que no la veo —dijo Fourth—. Ni siquiera fui a su despedida, seguro que va a reclamarme —sonrió recordando a la pelinegra, una mujer bonita pero que parecía perico. 

—Dios, yo tampoco fui a su despedida, era demasiado latosa e insoportable. 

—Nadie fue a su despedida —Phuwin rodó los ojos recordando a la insoportable mujer—. Bueno, Pond sí. 

—Y arrastró a Gemini con él —le aclaró Fourth—. Recuerdo que no quería ir, pero como le aventé un jarrón encima, casi salió como un perro con la cola entre las patas. 

—¡¿Qué?! —exclamó Love—. ¿Por qué? 

—Oh, peleábamos mucho en esa época, por lo de los hijos, ya saben. 

—Dios, hay que dejar de hablar de esa mujer y mejor concentrarnos en lo del proyecto de las tiendas, plazas, lo que sea. 

—Centros comerciales, Phuwin —le aclaró Fourth.

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Traición | Geminifourth Donde viven las historias. Descúbrelo ahora