Gemini tardó en reaccionar.
—¿Qué? —preguntó—. No, espera, no te adelantes, nos amamos, Fourth. Olvida esto, sí, olvida lo que acaba de pasar. Fluke y Jinhoo ya se iban.
Gemini estaba desesperado. Tomó la mochila de Fluke que estaba en el sofá y se la entregó.
—Iré a verlo mañana, pero necesito que se vayan ahora.
—No, deja que se queden. De todos modos, yo ya me iba.
—¡Te quedas! —le gritó, tomando de nuevo su mano—. No voy a perderte por una estupidez.
Fourth miró a Fluke y al niño caminar hasta que se alejaron de su campo de visión.
—No es una estupidez, Gemini, es un hijo, al que me ha quedado claro que sí quieres.
—Es mi sangre, por supuesto que voy a sentir cosas.
—Lo sé. Entonces, por mucho que te ame, tú vas a querer pasar tiempo con él y, a la vez, con su padre, y todo será fantástico, excepto que yo no lo voy a soportar.
—Tú siempre estarás en mi primer lugar —logró que Fourth se sentara junto con él en el sofá—. Te amo desde que tengo memoria.
—Pero me engañaste, y ahora tienes un hijo, y yo me he vuelto un villano insultando a un niño.
—No, no eres el villano, solo estás enojado —Gemini pasó delicadamente su mano por el espeso cabello de Fourth, acariciándolo y oliéndolo, disfrutando de su olor a vainilla.
—¡Es que no solo estoy enojado! Me siento desilusionado, traicionado por tu engaño, decepcionado y mucho más. Me siento como una mierda. Siento que hay algo dentro de mi pecho que me quema, arde y no me deja ni caminar.
Fourth se había levantado de nuevo, pero trataba de no alterarse porque, simple y sencillamente, no estaba en su naturaleza.
—Perdón, perdón —Gemini se levantó frente a él—. Te hice mucho daño, pero no volverá a pasar.
—Por supuesto que no volverá a pasar porque vamos a divorciarnos.
—No, Fourth, te lo ruego, no hagas esto —tomó el rostro del castaño entre sus manos y lo besó, tratando de invadirlo, de poseerlo como siempre, pero Fourth nunca abrió los labios ni correspondió su beso. Desesperado, pasó a su cuello, ahí donde sabía que era muy sensible.
—Ya deja esto —le dijo, pero Gemini lo empujó contra el sofá y se posicionó encima de él, frotándose y besándolo por todas partes.
—No, espera, Gemini, no quiero esto.
Hizo oídos sordos, tratando de quitarle la camiseta. Fourth luchaba por impedírselo.
—¡Basta! —le abofeteó para que parara. El rostro de Gemini sangraba porque le había cortado con sus anillos—. No quise hacerlo, yo no soy así, pero estabas asustándome —se levantó del sillón nervioso y corrió hasta el baño más cercano para tomar algunos curitas y alcohol.
Cuando regresó con Gemini, este tenía una posición derrotada. Se sentó a su lado y vertió el alcohol en una bola de algodón, poniéndola en su mejilla.
—No son heridas muy grandes —le aseguró—. Cicatrizarán pronto.
—¿Y la de mi alma? ¿Qué pasará con la herida de mi alma?
—La mía también está herida, pero no hay nada que podamos hacer más que esperar a que un día por fin cicatrice.
...

ESTÁS LEYENDO
Traición | Geminifourth
FanfictionFourth vive en un cuento de hadas, con el esposo perfecto y la vida perfecta, pero todo se viene abajo y la realidad le da una cachetada para hacerlo poner los pies en la tierra; cuando, mientras celebraba el aniversario de una década de casado, un...