Traición | Geminifourth

O3

—¿Por qué estás demorando tanto? —Love entró a la sala con una sonrisa y preguntó, quería que Fourth regresara a la fiesta, pero este se negó a voltear a verla, no tenía humor después de la conversación. 

—Puedes avisar a todos que la fiesta ha acabado. Quiero que se vayan, no estoy de humor; por favor, encárgate de la prensa. 

—¿Y se puede saber por qué? —preguntó ella sin despegar la mirada del desconocido, él le había hecho algo. 

—Sólo hazlo, por favor, y dile a Gemini que tiene visitas. 

—Está bien, lo haré. Si necesitas algo más, sabes que puedes contar conmigo. 

—No necesito nada más, solo eso —le dijo, sabiendo que era mentira; necesitaba algo, no sabía qué, pero necesitaba algo donde estallar. Sin embargo, él era Fourth y no se debía permitir perder los estribos. 

—¿Qué le digo a tus padres? 

—Diles que los veré al rato. 

—Entonces me voy —ella salió despavorida y, después de algunos minutos, los murmullos en el jardín cesaron. 

—Fourth, ¿Qué es todo esto? ¿Por qué has corrido...?

Se calló de repente al ver a Fluke con el niño en sus piernas. Fourth estaba de espaldas a él, pero podía adivinar su expresión. 

—Fot, déjame explicarte.

—Te pedí una y otra vez que me dejaras embarazar y, sin embargo, me lo negaste todas esas veces —dijo con su voz débil—. Pues claro —se volteó a verlo con los ojos llorosos, rojos e hinchados—. Ya tenías un hijo, ¿Por qué ibas a querer uno mío? 

—No, Fot, las cosas no...

—¡No quiero tus malditas explicaciones y no me llames Fot! Me dan ganas de vomitar solo de oírte —le gritó, caminando hasta él y señalándole con el dedo—. No seas un maldito cobarde y ponte los pantalones, registra a tu hijo, que él no tiene la culpa de que yo no fuera suficiente para ti. 

—Fot... Fourth, tú eres más que suficiente —tomó sus manos con delicadeza, pero Fourth se apartó demasiado rápido. 

—Sí, tan suficiente que tienes un hijo con otro —rodó los ojos y se secó las lágrimas con sus manos. 

—Estás asustando al niño —Fluke tosió para llamar la atención—. De verdad que no quise hacer esto, pero tú me obligaste. 

—Arregla esto, es tu hijo y no merece lo que le estás haciendo —le dijo Fourth, finalmente calmado—. Estaré esperándote arriba; hay cosas que debemos arreglar. 

—Está bien, iré pronto —le aseguró Gemini. Antes de que se perdiera por las escaleras, le dijo: —Fourth, te amo. 

Pero el castaño lo ignoró.

...