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Gemini pasó su mano por su cabello, todo estaba saliendo mal. Y tenía que ir a ver a Jinhoo como le prometió, no tenía ganas, no podía pensar en Fourth y su divorcio sin tener deseos de golpear algo. 

Lo peor de todo es que todo lo sacaba de sus estribos y terminaba poniéndose peor. Se lo merecía tal vez, tenía un hijo con otro, pero no amaba a Fluke solo estuvo ahí en el momento y lugar equivocado, cuando Fourth le había dado la espalda y había dejado su cama fría. 

¿Cómo se iba a imaginar que Fluke quedaría embarazado?, si ni siquiera recordaba la noche con él. La única prueba de lo que había hecho era Jinhoo, su hijo, y aunque rogó que fuera una mentira, una alimaña del hombre para sacarle dinero, el niño llevaba su sangre, no solo en la prueba de ADN sino también por el parecido. 

No podía negar que el niño era suyo. Fue hasta la oficina de Fourth y lo miró acomodar sus cosas. 

—Voy a firmarte el divorcio —le dijo. Fourth dejó de hacer lo que estaba haciendo, sorprendido—. No quiero pelear contigo, ya no. Eso no significa que renuncie a ti porque no te amo, sino todo lo contrario, te amo, siempre te he amado y siempre voy a hacerlo. 

—Un hombre que engaña no ama —el castaño le reclamó. 

—Ni siquiera lo recuerdo. 

—Y yo nací ayer —Fourth acomodó sus lentes de lectura y se colocó frente a la computadora. Gemini maldijo por lo sexy que se veía con ellos. Tan follable. 

Ignoró sus estúpidos instintos y se obligó a pensar con la cabeza de arriba. 

—Es que no me has dejado explicártelo, estaba borracho, enojado y frustrado contigo. 

—¡No trates de culparme! —lo miró indignado, con ganas de golpearlo de nuevo o de aventarle lo primero que se le cruzara en frente. 

—Me lanzaste la ley del hielo.

—¡Me negaste tener un hijo, Gemini! —gritó Fourth apretando los puños—. ¡A pesar de que yo tenía muchas ganas de tener uno! ¡Yo era el que tenía derecho a estar enojado, no tú! ¡Yo era el que tenía derecho a estar frustrado porque me negaste esa oportunidad! "No quiero, no es tiempo, no lo necesitamos", siempre era lo mismo. 

—Lo hice por ti, porque te amo. 

—¡Pero yo lo quería!

Gemini lo tomó por los hombros —¡Abortaste, maldita sea! —le dijo alterado, zarandeándolo de un lado a otro—. ¡¿Cómo pretendías que te dejara tener un hijo si existía el riesgo de perderte?! 

—Era un niño, Gemini. Tenía dieciséis años y mi cuerpo no estaba preparado, pero me volví un adulto y no quisiste —Fourth se defendió. 

—No te engañes ni trates de engañarme a mí —le dijo el moreno, soltándolo—. No querías un hijo, querías el reemplazo del primero. 

Fourth abrió los ojos e iba a golpearlo de nuevo, pero esta vez Gemini lo detuvo —No me pegarás de nuevo, ya lo dije, no quiero pelear contigo. Firmaré el maldito divorcio y te dejaré hacer lo que quieras. 

Fourth volvió a su asiento, dejó que Gemini se fuera y se puso a llorar nuevamente.

...


ay fourth :(



Traición | Geminifourth Donde viven las historias. Descúbrelo ahora