Muchos años después.
El viaje había sido agotador, pero estaban felices de volver a su natal San Diego. Había sido una gira demasiado larga y no era para menos, ya que era la última que iba a dar. Tom Kaulitz por fin se retiraba de los escenarios para dedicarse a sus negocios en los resorts que administraba junto a su esposo, Bill Trümper.
Salieron por las puertas y divisaron enseguida al joven alto de pelo castaño y largo, de buen cuerpo, con lentes de sol y una presencia realmente intimidante, apoyado en un Jeep de color negro y demasiado brillante. Chris bajó sus lentes cuando vio a su padre, correr hacia él y abrió sus brazos para recibirlo. Sabía que Bill se iba a colgar de su cuello, siempre lo hacía como modo de saludo.
-¡Chris! -chilló antes de saltar sobre su hijo para besar sus mejillas teñidas de un adorable rojizo.
-Papá, me avergüenzas -susurró entre dientes, dejando a su padre de nuevo en el suelo.
-Cállate y salúdame bien, Chris.
-¿Cómo estás? ¿Cómo estuvo el viaje? -preguntó, subiendo la maleta al auto.
-Perfectamente bien, para ser el último fue muy tranquila su despedida.
-Me alegro, papá merece descansar.
-Bebe, me dejaste tirado -se quejó Tom, tirando de varias maletas. -¿Cómo estás, hijo? -preguntó Tom al chico castaño.
-Bien, padre. ¿Listo para descansar por fin de tantas giras y viajes?
-Oh, sí. Desde ahora serán solo viajes de vacaciones.
-¡Suegros, tios! -se escuchó decir atrás. Tom y Bill miraron hacia ese punto, viendo venir a un chico más bajo que su hijo, pero realmente hermoso y atractivo.
-No nos llames así, Derek - susurró Tom.
-¿Oh, y por qué no? Si eso es lo que son mis tíos y suegros -respondió Derek con una sonrisa.
-Se oye muy incestuoso y, además, no estoy preparado aún para verlos juntos -agregó.
-¿Eres homofóbico, tío Tom? -preguntó Derek con una ceja levantada.
-No digas locuras, Derek. Somos familia -respondió Tom.
-Técnicamente no lo son -intervino Bill, sonriendo. Sabía que este tema no le agradaba para nada a su esposo y le encantaba hacerlo enojar.
-Por las leyes americanas, sí lo son - murmuró Tom.
-Bebe, ya hemos hablado de esto -dijo Bill.
-Sí, pero no me acostumbro a que tu hijo y tu sobrino sean novios -dijo Tom, sacudiendo la cabeza.
-De hecho, Derek es mi prometido -informó Chris, abrazando a su novio.
-¡Qué! -Bill chilló de nuevo. -¿Cuándo se lo propusiste y por qué no me habían dicho nada? Derek, me tienes que contar todo -expresó Bill, colgándose del brazo de su yerno y rodeando el auto para subirse. Mientras tanto, Tom puso los ojos en blanco y subió de copiloto al Jeep.
El camino hacia su casa fue tortuoso, al menos para Tom, que escuchaba claramente la conversación de su esposo con su sobrino, donde le contaba los pormenores de la pedida de mano y, claro, obviamente admirando el anillo, el mismo que un día él le regaló a Bill hace mucho tiempo atrás. Agradeció cuando vio su casa aparecer a su vista y bajó cuando Chris estacionó su auto. Se adentraron en la edificación.
Habían dejado atrás la cabaña, ya que Tom se la cedió a su hijo como herencia y se había mudado a la casa de Bill junto al resort El Oasis, que desde su inauguración era el más apetecido por tener una vista espectacular del lago y el océano a su espalda. No había competencia para El Oasis, bueno, solo el Chanteau daba la pelea por ser más íntimo y más familiar. Axel había hecho un buen trabajo en la remodelación de este y su restaurante era muy conocido en San Diego. Junto con su esposo Nick y sus hijos, habían encontrado su estabilidad económica y familiar, pero sobre todo, Axel había encontrado su alma gemela.
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𝑳𝒂 𝑨𝒑𝒖𝒆𝒔𝒕𝒂 [TwcNr ]
Fanfiction𝐔𝐧𝐚 𝐀𝐩𝐮𝐞𝐬𝐭𝐚 𝐒𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐓𝐢𝐞𝐧𝐞 𝐔𝐧 𝐆𝐚𝐧𝐚𝐝𝐨𝐫 𝐏𝐞𝐫𝐨 𝐄𝐧 𝐄𝐬𝐭𝐚́ 𝐋𝐨𝐬 𝐃𝐨𝐬 𝐒𝐚𝐥𝐢𝐞𝐫𝐨𝐧 𝐏𝐞𝐫𝐝𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨... ¿𝐨 𝐆𝐚𝐧𝐚𝐧𝐝𝐨? 𝐍𝐨 𝐋𝐨 𝐒𝐚𝐛𝐞𝐦𝐨𝐬. ⟜𝐓𝐰𝐜𝐧𝐫 ⟜𝐋𝐥𝐞𝐧𝐚 𝐃𝐞 𝐂𝐥𝐢𝐜𝐡𝐞́𝐬 ⟜𝐋𝐢𝐦�...