Cuando se detuvieron al frente de su casa, Tom bajó muy sonriente y tomo de la mano a su novio, que estaba asombrado por tal belleza, cuando Tom le propuso vivir en su casa, se imaginó a una choza fea y maloliente, pero esa propiedad era enorme y muy pintoresca, el jardín era extenso y un sin fin de flores lo adornaban.
Bill quedó maravillado por el tono semi azulado que se tornaba en el lago, su única iluminación era la luna, pero hacía que se viera extremadamente hermoso, Tom lo abrazo por la cintura y le dio un besito en la mejilla.
—mañana lo verás con la luz del día, también es hermoso, pero ahora es mágico... ¿no crees?—
—es hermoso Tommy.
—vamos dentro, para que descanses.
Bill asintió y caminaron por el costado de su casa, llegando a la parte de atrás la cabaña era el doble de hermosa, más pequeña y más acogedora, igual estaba rodeada de flores y con un caminito de piedritas adornaban la entrada, llegaron a la puerta y Tom sacó la llave para abrirla, completamente amueblada con dos habitaciones cocina salón y la terraza, hasta allí llevo a Bill y recargándose en el barandal vio lo que era la verdadera belleza, el lago se veía a todo esplendor y los cánticos de los grillitos y ranas era lo único que se escuchaba, se fijó en el muelle San Bernardino estaba a un solo paso de allí, su corazón dio un vuelco y entro rápido con sus ojos cristalino, Tom lo siguió y cerro la puerta corrediza.
—¿quieres dormir ya?— le preguntó sin notar su estado.
—sí— contesto reteniendo las lágrimas.
—bien, es por aquí...
Abrió la primera puerta y era una habitación totalmente diferente, estaba llena de cuadros y fotos, el escritorio estaba lleno de papeles, era como si no quisiera mover nada hasta que su dueño llegué, Bill recorrió con la mirada a los cuadros, todo eran del muelle y uno que otro de la familia.
—aquí dormirás... podemos cambiar las sábanas, están muy sucias y allá está el baño, puedes quitarte toda esa pintura.
Bill asiente y entra quitando toda su ropa mojando su cuerpo y cabello, recuerda el muelle que está junto a él y las lágrimas recorren sus mejillas, pero los brazos de Tom en su cintura lo distrae de sus pensamientos, entrelaza sus manos, mientras la pintura cae, se gira y lleva sus manos al cabello de Tom, lo desata y empieza a lavarlo con champú, él greñudo imita su acción, es más complicado con las rastras, pero logra al menos quitarle un poco de pintura. Ya bañados y medio secos, comienzan a cambiar las sábanas y finalmente Bill descansa en su nueva cama.
—bueno mañana nos vemos.
—está bien.
—eh... hasta mañana— Tom duda en salir y camina despacio por la cabaña, pero al bajar las escaleras Bill lo llama de nuevo y sube como loco hasta la habitación.
—no quiero quedarme solo, podrías..
—claro, yo me quedó.
Se metió con Bill en la cama y entrelazando sus pies se durmieron rápido.
El timbre de su molestó teléfono sonaba y sonaba y Bill gruño para tirarlo, pero la voz de Tom contestando la llamada lo hizo sentar de golpe.
—si Gus te recogeremos en el chanteu adiós— Tom colgó y se lo tendió.
—era Gus llamo porque no sabía dónde estabas, así que le informe y me dijo que lo recogiéramos en el chanteu.
—ok... ¿que hora es?—
—las ocho de la mañana... ¿vamos por Gus?—
—está bien... pero necesito un café urgente.
—lo compraremos en el camino.
Después de estacionar en el chateu ven a Nick salir con Axel abrazados para luego despedirse de besos en los labios.
—oh Bill, esperó que tu noche fue tan placentera como la mía.
—¿estás con Axel?— pregunta con tono molesto.
—si—
—¿desde cuándo?— Nick se extraña con la actitud del rastudo pero le contesta.
—desde ayer... me voy ese niño no me dejo dormir— y con una risita subió a su auto y se fue.
Bill niega con la cabeza al ver Axel relajado en recepción, no puede evitar sentir molestia... ¿Pero por qué? Aun así, continua su camino a su habitación donde está Gus con linda.
—hola Gusti y Linda.
—hola— respondieron a unísono.
—empaca tus cosas mientras yo voy por tu café... Linda, ¿vamos?— su hermana asiente y salen dejando a los amigos solo, Bill soltó todo el aire y se acostó en la cama suspirando y pasando sus manos por su cara, Gus se sentó a su lado.
—¿que harás ahora?, ya ganaste la apuesta, me quedaré al frente y puedes volver a New York.
—No me voy a ir a New York Gus, me quedaré en San Diego e iremos a la cabaña.
—no es buena idea vivir allí Bill.
—lo sé, pero no pude negarme.
—ese muelle está muy cerca.
—debemos dejar eso en el pasado Gus... Tratar de avanzar y olvidar ¿De acuerdo?—
El rubio asiente y prepara su escaso equipaje, salen y buscan a Tom en el restaurante vecino, la campanilla suena y entra viendo a al greñudo sentado esperando su café, se acerca a él y se hunde en su cuello para dejar un besito en el hombro.
—Teníamos hambre y venimos para que desayunábamos—
—dale, vamos a una mesa.
se sientan en su mesa y entre mimos aguardan por su comida.
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𝑳𝒂 𝑨𝒑𝒖𝒆𝒔𝒕𝒂 [TwcNr ]
Fanfiction𝐔𝐧𝐚 𝐀𝐩𝐮𝐞𝐬𝐭𝐚 𝐒𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐓𝐢𝐞𝐧𝐞 𝐔𝐧 𝐆𝐚𝐧𝐚𝐝𝐨𝐫 𝐏𝐞𝐫𝐨 𝐄𝐧 𝐄𝐬𝐭𝐚́ 𝐋𝐨𝐬 𝐃𝐨𝐬 𝐒𝐚𝐥𝐢𝐞𝐫𝐨𝐧 𝐏𝐞𝐫𝐝𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨... ¿𝐨 𝐆𝐚𝐧𝐚𝐧𝐝𝐨? 𝐍𝐨 𝐋𝐨 𝐒𝐚𝐛𝐞𝐦𝐨𝐬. ⟜𝐓𝐰𝐜𝐧𝐫 ⟜𝐋𝐥𝐞𝐧𝐚 𝐃𝐞 𝐂𝐥𝐢𝐜𝐡𝐞́𝐬 ⟜𝐋𝐢𝐦�...