Legalmente mio

45 13 3
                                    


Tom estacionó su Jeep en la zona de parqueo de los juzgados. Por fin, hoy firmaría la adopción de Christopher. El greñudo estaba entre ansioso y feliz; por fin sería legalmente suyo. Aunque era suyo sin importar un papel, de igual forma quería tener derechos sobre su hijo. Y más que todo, quería que Chris tuviera su apellido. Desafortunadamente, Bill no podía tomar el Kaulitz porque los beneficios desaparecían al quitarse el Trümper. Pero el rubio lo aceptaba con tal de que Gordon no pudiera tener acceso a ellos. Por derecho, eran de Charlotte, pero no podía negar que Gordon había triplicado la herencia de su madre.

-¿Qué sucede, bebé?- indagó Bill, tocando su hombro. Se había perdido en sus pensamientos y no se había dado cuenta de que sostenía el volante con fuerza, haciendo que sus nudillos se volvieran blancos.

-¿Estás nervioso?- preguntó de nuevo, soltando el cinturón para poder acercarse.

-Un poco. Es que estaba pensando en Gordon-.

-No pienses en eso ahora. Él no hará nada en mi contra. A pesar de todo, me quiere como si fuera su hijo-.

-Lo sé, bebé. Mejor entremos.

Bill asintió y bajó del Jeep para abrir la puerta a Chris, que estaba impaciente por entrar. Sabía que iba a suceder allí y por eso estaba feliz. Ahora tendría dos papás por igual. Caminaron por los pasillos y se detuvieron en la sala del juez. En una ceremonia corta, por fin firmó los papeles. El juez les deseó felicidades y, con los papeles en mano, salieron de allí como la nueva familia Kaulitz Trümper.

-¿Tú estabas enterado de esto?- preguntó Tom al estacionar en la cabaña, pues una cantidad de globos y decoraciones adornaban el patio delantero. Podía escuchar la música y las personas riendo.

-Sí, es una pequeña reunión.

-¿y qué celebramos?- indagó Tom soltando su cinturón.

-Qué eres, mi papá- chilló Chris, pasándose hacia los asientos delanteros para abrazar a su padre.

-Pero ya lo soy.

-pero queremos celebrarlo por ser un hombre estupendo y mío- susurró lo último en su oído.

-Tuyo- contestó Tom acercándose para besarlo.

-No se besen -dijo Chris con el ceño arrugado.

-Ok, bajemos entonces-. Salieron del Jeep y caminaron hasta la parte trasera. La primera en notarlos fue Simone, que tomó a su nieto en brazos y después besó a su hijo y a su yerno.

-Bienvenidos -murmuró con evidente alegría-. Ya somos una familia, todos.

-Ya lo somos, Simone -contestó Bill, abrazando a su esposo.

-¡Bill!- escuchó los gritos de su hermano y lo vio acercarse arrastrando a Nick.

-Mira -dijo, alzando la mano y mostrando el gigante anillo con una piedra negra muy grande y muy brillante. El rubio solo miró a Nick con una mueca de desagrado.

-Eso no es lo que creo que es, ¿verdad, Nick? -susurró entre dientes el rubio.

-Eh... pues sí, es lo que crees que es -contestó Nick, intimidado.

-Y lo dices así tan tranquilo. ¿Le pediste matrimonio a mi hermano pequeño sin que mi padre o yo estuviéramos presentes?.

-Sí -contestó, dudando.

-¡¿Qué?! -El rubio tomó del cuello de la camisa a su cuñado, pero Tom se interpuso.

-Después tú y yo hablaremos.

-Ay, Bill, mejor felicítame, me voy a casar -chilló Axel, arrojándose a los brazos de su hermano, que no despegaba los ojos del chico de trenzas.

-Felicidades, cuñado -dijo Tom, abrazando a Axel.

-Gracias... vamos a brindar -dijo, tomando unas copas de vino de un mesero que pasaba por allí con su bandeja.

-Hola -interrumpió Gustav, con un vaso de whisky-. ¿Por qué demoraron?

-Pasamos por un helado que Chris quería comer -expresó Bill, viendo a su amigo sudar demasiado. -¿Estás bien, Gusti? -preguntó, con curiosidad.

-Emm... Tom... yo... -Gustav sudaba más de lo normal, y su tartamudez puso en alerta al greñudo.

-¿Tú qué? -preguntó, entre dientes, ya sabiendo que tramaba su cuñado.

-Le pedí a Linda que se case conmigo -murmuró, con rapidez, y tomó a Bill de escudo.

-Quita a mi esposo de en medio, que no te haré nada, cuñado -exclamó, con una sonrisa fingida y una tranquilidad sospechosa.

-¿Me vas a golpear? -preguntó, por encima del hombro de Bill.

-¿Tú qué crees? -susurró, con una leve molestia. -Le pediste matrimonio sin siquiera decírmelo, Gustav-

-bueno, estabas ocupado con tu esposo.

-¿Ahora yo tengo la culpa? -preguntó Tom, sarcásticamente.

-No -contestó, dudoso. -Bueno, ya te estoy diciendo -expresó, tomando la cintura de Linda, quien llegaba en ese momento con dulces para Chris y Sarah.

-Ay, Tom Kaulitz, deja de molestar a mi prometido -murmuró Linda, besando a Gusti.

-No la toques hasta que estén casados, es más, ni la mires.

-¿Qué? ¿Te volviste loco, Thomas?- chilló Linda indignada.

-No quiero...

-sabes que están en buenas manos conmigo, y que le haré muy feliz... ¿Estamos bien?- comentó Gustav sonriendo.

-Estamos bien -respondió Tom.

Se rieron por el evidente enojo, pero Bill arrastró a su esposo a una mesa para poder comer el almuerzo preparado.

-¿Nos quedaremos viviendo aquí? -preguntó de repente Tom.

-¿Por qué? -indagó el rubio, tomando más vino.

-Querrás algo más cómodo para Chris.

-Este lugar es cómodo, bebé.

-Pero cerca del Oasis están construyendo una casa.

-Sí, porque mi idea era vivir en esa casa, pero ahora están ustedes y yo estaré donde ustedes estén.

-Y yo te seguiría donde estés -contestó Tom, uniendo sus labios para darse un beso limpio.

-¿Qué ha dicho Dave sobre tu gira? -comentó Bill, sirviéndose un poco de comida mientras llamaba a Chris para que viniera a comer.

-Creo que la pospondré.

-No, Tommy, ya hemos hablado de esto.

-No quiero dejarte solo, el Oasis está apenas en construcción y necesitas ayuda además...

-Gustav se encarga del Oasis, Axel se encarga del Chanteu, y si aparece Gordon, lo puedo manejar solo- intervino el rubio.

-No estaría concentrado al cien por ciento, bebé.

-Después lo decidimos, pero debes ir a tu gira - dijo, mirando su teléfono, un número desconocido le hacía una llamada y, aunque no aceptaba llamadas así, por algún motivo contestó cuando se alejó un poco del bullicio.

-Hola -preguntó en un casi susurro.

-Felicidades, hijo, ya supe que te casaste con el cantante y ni siquiera te dignaste a invitar a tu padre.

-¿Qué quieres?-

-A ti.

𝑳𝒂 𝑨𝒑𝒖𝒆𝒔𝒕𝒂  [TwcNr ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora