~Señores pasajeros, le informamos que el vuelo 185 con destino a Ankara, Turquía está listo para despegar. Por favor, todos los pasajeros con boletos confirmados para este vuelo deben dirigirse a la puerta número 5 para realizar el check-in y el registro correspondiente. No olviden presentar su documento de identidad y su tarjeta de embarque. El personal de tierra estará disponible para asistirlos en el proceso. Gracias por su atención y que tengan un buen viaje.~
-Rápido, ese es su vuelo -dijo Bill, abrazando a su hermano-. Ten cuidado y cuida a mi Chris -le susurró, se apartó y alzó a su pequeño.
-¿Preparado, príncipe? -le preguntó con un nudo en la garganta. Jamás se había separado de su hijo y ahora estaba allí despidiéndolo, quién sabe por cuánto tiempo.
-¿Por qué tú no vienes conmigo? ¿Y papi Tom, dónde está? -preguntó Chris en los brazos de su padre.
-Ya te dije, Chris, tu papi Tom está de gira y yo después me uniré con ustedes. No te preocupes, príncipe. Tu tios y tu abuela te enseñarán un bonito lugar y vas a montar en avión. ¿No te emociona eso?-
-Sí, pero no quiero ir si ustedes no van.
-Después viajaremos los tres. Por ahora, diviértete con tus tíos y tu abuela.
-Está bien, adiós, papi -se despidió de su hijo, al igual que de los demás.
-Yo me puedo quedar, Bill -insistió Gustav.
-No, debes cuidar a tu prometida, Gus. Yo estaré bien -consoló Bill.
-Si necesitas mi ayuda, llámame.
-Sí, ve... -Lo abrazó y lo dejó caminar junto a los demás. Vio cómo Chris iba agarrado de su tío Axel, preguntando cosas triviales, y vio cómo desaparecieron por la puerta. Fue allí donde dejó salir su frustración. Su padre lo abrazó y, después de tranquilizarse, condujeron de vuelta a la cabaña.
El dolor en su pierna era intensamente fuerte. Gordon solo lo curó y de muy mala manera: le colocó un pedazo de gasa y así lo dejó tirado en aquel sitio lleno de ratas y bichos raros. Tenía que apartar algunos que querían chupar su sangre. Así que esa noche no descansó, solo tenía en mente a su familia. Había escuchado la conversación, sabía lo que tenía que hacer Bill y eso lo aterraba. En tan solo un instante, se lo iba a llevar y jamás lo iba a volver a ver. Lo estaba consumiendo por dentro.
El chillido de la puerta sonó y Gordon entró con un plato de comida y café. Los dejó cerca y se alejó para sentarse en una silla.
-Come -ordenó-. Necesito que tengas fuerzas. Muy pronto tendremos que caminar un largo trayecto y necesito que lo hagas bien y no me retrases.
-No puedes llevártelo así -dijo el greñudo.
-Nadie pidió tu opinión, cantante -bufó Gordon, molesto.
-Lo mejor que puedes hacer es entregarte, Gordon.
-Cállate, no quiero escucharte.
-¿Crees que Bill me dejará por irme contigo?
-Lo hará. Tiene que hacerlo.
Tom no dijo nada más y se limitó a comer. Tenía que obtener algo de fuerzas para poder enfrentarlo. Escuchó cuando Gordon citó a Bill en el lago; eso quería decir que trataría de cruzar la frontera por medio de este. Cuando terminó de comer, Gordon se llevó los platos y lo dejó allí otra vez. La pesadez en sus ojos lo hizo quedarse dormido hasta que sintió que lo llamaban a gritos.
-¡Levántate! Hay que irnos -dijo Gordon, tomando las cadenas y haciéndolo levantar del pedazo de colchón en el que había pasado la noche. Salieron al bosque. Tom parpadeó un par de veces para acostumbrarse a la claridad.
-¿A dónde iremos? -preguntó Tom al ver un sitio muy poco conocido por él.
-No preguntes y camina -exclamó Gordon, tirando de él para hacerlo avanzar. Recorrieron un largo camino hasta dar con algunas canoas que estaban en el lago, pero en una parte muy aislada. Gordon lo obligó a subir y remar todo el trayecto hasta que se detuvieron.
-Déjame ir, Gordon -suplicó el greñudo.
-Ya cállate, cantante, o no podrás despedirte de mi hijo -amenazó el hombre, apuntándole con un arma.
-No le hagas daño -pidió temeroso.
-Jamás le haría daño. Es mi hijo.
No podía dormir y toda la noche estuvo reuniendo algo de dinero. Sus socios habían accedido a prestarle una cantidad y Theo había conseguido la mayor parte. Sí, el padre de Gustav había llegado de Nueva York apenas se enteró de la golpiza a su hijo, pero no quiso decirle a Gustav porque se quedaría y él quería mantenerlo a salvo. Pero sus esfuerzos no resultaron como lo había planeado.
Estaban en la cabaña haciendo un plan cuando la puerta fue tocada insistentemente. Bill abrió y se sorprendió al ver a Gustav de nuevo allí.
-¿Qué haces aquí? -le preguntó a su amigo.
-No puedo irme y dejarte... -trató de decir, pero miró a su padre, que estaba en la sala con Luke.
-¿Qué haces aquí, papá? -indagó curioso.
-Me enteré lo de Gordon y he venido por él -contestó, abrazando a su hijo.
-¿Por qué no me avisaste? -preguntó dudoso.
-Te hubieras quedado, pero ya ves que no te fuiste a Turquía.
-No puedo irme y dejar a Bill con ese hijo de puta.
-Entonces, armemos un plan para deshacernos de esa escoria -susurró entre dientes Luke. Los demás asintieron. Estaban todos intranquilos. Debían esperar hasta que a Gordon le diera la gana de llamar, y así lo hizo. Después de muchas horas de espera, Bill tomó la llamada y lo citó en el lago, exactamente en la ubicación donde había asesinado a su madre. Bill lo maldijo por ese descaro, pero aceptó. No tenía muchas opciones. Debía poner a salvo a Tom. Después vería cómo escapar de las garras de su padre.
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𝑳𝒂 𝑨𝒑𝒖𝒆𝒔𝒕𝒂 [TwcNr ]
Fanfic𝐔𝐧𝐚 𝐀𝐩𝐮𝐞𝐬𝐭𝐚 𝐒𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐓𝐢𝐞𝐧𝐞 𝐔𝐧 𝐆𝐚𝐧𝐚𝐝𝐨𝐫 𝐏𝐞𝐫𝐨 𝐄𝐧 𝐄𝐬𝐭𝐚́ 𝐋𝐨𝐬 𝐃𝐨𝐬 𝐒𝐚𝐥𝐢𝐞𝐫𝐨𝐧 𝐏𝐞𝐫𝐝𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨... ¿𝐨 𝐆𝐚𝐧𝐚𝐧𝐝𝐨? 𝐍𝐨 𝐋𝐨 𝐒𝐚𝐛𝐞𝐦𝐨𝐬. ⟜𝐓𝐰𝐜𝐧𝐫 ⟜𝐋𝐥𝐞𝐧𝐚 𝐃𝐞 𝐂𝐥𝐢𝐜𝐡𝐞́𝐬 ⟜𝐋𝐢𝐦�...