Jungkook olfateó el aire antes de abrir los ojos. Fue un gesto instintivo. El aroma más delicioso que jamás había olido llenaba sus sentidos. Inhaló más profundo, necesitando absorber el dulce aroma a su alrededor. Nunca había olido nada más excitante en su vida. Era abrumador.
Jungkook se sentía adolorido, necesitado. Su polla nunca había estado tan dura antes, y cuanto más olía el dulce aroma, más se endurecía. Rasgó los botones de sus pantalones, intentando abrirlos. Estaba listo para follar el aire si eso era lo que necesitaba para obtener alivio.
—Hey, ahora, —susurró una voz suave— te vas a lastimar así.
Déjame ayudar.
Jungkook gimió cuando sintió que algo rozaba sus pantalones. Un momento después, el aire fresco soplaba sobre su polla expuesta. La suave brisa sólo le hacía doler más. Jungkook gimió de nuevo, moviendo sus caderas en el aire.
—Esta es una muy buena polla, Jungkook.
Un escalofrío de necesidad recorrió a Jungkook cuando sintió una breve caricia en su polla. —Más, —suplicó mientras abría los ojos.
Los ojos de Jungkook se ensancharon cuando vio al hermoso hombre inclinarse sobre él. La piel pálida no empañaba los altos pómulos y los ojos sensuales del hombre. Era ardiente. Jungkook sintió una fuga de pre-semen deslizarse por el costado de su polla cuando el hombre se lamió sus exuberantes labios.
Joder, lo que no daría por tener esos labios envueltos alrededor de su polla.
—Mi placer. —El hombre sonrió mientras bajaba la cabeza.
El grito de Jungkook llenó la pequeña habitación cuando los labios del hombre se envolvieron alrededor de su gruesa circunferencia. Jungkook rápidamente empujó sus pantalones el resto del camino hacia abajo y los pateó con sus pies descalzos. Más tarde se preguntaría por qué tenía los pies descalzos. En este momento, estaba más interesado en la boca que estaba chupándolo.
Nunca había sentido algo tan maravilloso. Era como tener el cielo envuelto alrededor de su polla. Podía sentir cada movimiento, cada lamida, cada dulce caricia.
Cuando sintió que algo rozaba sus bolas extendió las piernas, dándole más acceso al hombre. Le encantaba que jugaran con sus pelotas, que las chuparan, acariciaran, cualquier cosa. Ni siquiera le importó cuando los dedos del hombre pasaron junto a sus bolas para acariciar su entrada.
Fue una caricia suave, por lo que Jungkook no lo mencionó. No era un hombre al que le gustara que jugaran con su culo, aunque algunas mujeres lo habían intentado en el pasado. Él simplemente no estaba en eso. Cuando un dedo meñique lubricado rozó nuevamente su agujero, Jungkook se tensó. Esa vez no había sido un error, ni tampoco el dedo que comenzó a presionar dentro de su culo.
Jungkook abrió la boca para protestar cuando el hombre, de repente, lo tomó profundamente en su garganta. Jungkook gruñó al sentir la punta de su polla golpeando la parte posterior de la garganta del hombre. Sus manos se enredaron en el cabello rubio del hombre, manteniéndolo en su lugar mientras follaba la boca más perfecta del mundo.
Oh, dulce infierno, el hombre podía tragarlo por completo en su garganta. Jungkook se olvidó del juego en su culo y de lo incómodo que lo hacía sentir. Olvidó que no tenía idea de dónde estaba o qué estaba pasando. Incluso se olvidó del hecho de que se la estaba chupando un hombre. Jungkook se olvidó de todo, salvo follar la dulce boca envuelta alrededor de su palpitante polla.
—Joder, —gritó Jungkook— no te detengas.
—Mmmm.
—Oh, Dios mío, —gimió Jungkook cuando la voz del hombre envió pequeñas vibraciones a su polla. Empezó a jadear pesadamente. Podía