Me desperté con una sonrisa en la cara. Ni siquiera la luz que se colaba por mi ventana podía generarme mal humor. Había pasado una buena noche.
De a poco, me acostumbré al sol mañanero y me humedecí los labios con la lengua. Estiré mi cuerpo y mis brazos buscaron y palparon mis costados tratando de encontrar algo... O a alguien.
- YoonGi... - musité adormilada pero con una estúpida media sonrisa en la cara, sentí mi garganta seca y mi voz rasposa, por lo que tragué un poco de saliva para suavizarla.
No hubo respuesta, mucho menos sentí su cuerpo junto al mío. Me enderecé un poco mientras salía de las sábanas y lo busqué con la mirada, para rectificar, que en efecto, ya no estaba.
¿Fue al baño?. Me pregunté, sentándome sobre el colchón. Aparté unos mechones de cabello de mi cara y miré a mi alrededor una vez más por si me había perdido de algún detalle.
Busqué mi ropa y cubrí mi cuerpo desnudo, luego me puse mis sandalias y salí de la cama. Mi interior se contraía algo incómodo, pero era algo que podía manejar. Tal vez se nos fue un poco la mano anoche y yo aún estoy acostumbrándome a su ritmo. El tiempo que había dejado pasar sin tener relaciones estaba pasándome factura.
Lo busqué esta vez en el baño pero no lo encontré. Solo al volver a mi habitación me percaté de mi ropa doblada en la pequeña mesita de noche. Era la que le había prestado la noche anterior. Parecía un cuadro de lo perfectamente doblada que estaba. estratégicamente, había un papel con forma de nota sobre ella.
Lo tomé y lo primero que leí fue el pie de la nota. YoonGi, decía, escrito con una caligrafía ridículamente bella.
"Lamento no despedirme, no quise despertarte, parecías agotada (aún más después de lo de anoche). Puedes tomarte el día, arregla el asunto de la pelea de Eun-tak y por favor descansa. Iré a verte cuando empiece a extrañarte".
Lo leí con una sonrisa, debo admitirlo. Aunque habría preferido que se despidiera personalmente, deseché de inmediato el pensamiento. Era lo mejor.
¿Quedarme a descansar?, ya descansé lo suficiente.
Durante la noche no nos separamos ni un segundo, ya sea con besos, caricias o abrazos, su calidez nunca se apartó de mí. Hasta cierto punto era tierno. ¿Se estaba pasando de la raya?, si, mi interior le pedía a gritos que dejara de hacerlo, pero solo me quedé allí, dejando que sus atenciones recalcaran cuan sumisa podía ser y lo que realmente quería en el fondo de mi corazón.
Lo que sea que había entre nosotros había comenzado y no tenía pinta de acabarse pronto.
Rápidamente guardé la nota en uno de los cajones y me dirigí a la habitación de Eun-tak. Eché un vistazo y este seguía dormido boca abajo y con la boca abierta, mientras, un río de saliva salía de ella. Levanté las almohadas del suelo y las volví a colocar en su cama. Si algo no sabía este niño, era dormir con buena postura.
No lo juzgo, soy igual o peor.
Pobre de YoonGi. Espero que mis espasmos no le hayan hecho daño.
Nuevamente en mi habitación, busco algo que ponerme. Se supone que la reunión era en la mañana, así que debía ser lo mas puntual posible.
Con Eun-tak en casa, no sabía con quién debía dejarlo. Claramente debo ir trabajar y no puedo cuidar de él.
Busqué el número de teléfono de la última niñera que cuidó de él y marqué su número, pero ella no contestó. A partir de la tercera llamada me di por vencida. Tenía entendido que la chica aún iba en la universidad, por lo tanto no me sorprendía que estuviera ocupada con sus estudios.
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Amor De Jefe || ᵐⁱⁿ ʸᵒᵒⁿᵍⁱ
RomanceUn hombre que es capaz de hacer lo que sea por evitar los compromisos se ve atrapado y completamente involucrado en la vida de una mujer y su pequeño hermano. ✓[Historia 100% mía] ✓[No acepto copias ni adaptaciones] ✓[Romance hetero] ✓[En proceso y...