capitulo 2

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¡Demonios!, Parecía una gallina escarbando entre sus cosas, su habitación era un desastre, apenas y tenía tiempo de arreglarla así que tomo toda la ropa regada y puso sobre la silla, se veía como una montaña pero la diferencia es que está era de ropa sucia y tal vez algunas limpias.

Se le hacía tarde para ir a la entrevista de trabajo que ya tenía arreglada, su monótona vida le demandaba muchas responsabilidades, trabajar para ganar dinero y cuidar de su hermano, parecía sencillo pero para ella era muy complicado.

El desastre de su habitación era inconcebible pero no inusual.

—¿Que haces Eun-tak?— se encontró a su hermano con su cara y manos untadas de harina sentado en el taburete de la cocina.

— Noona quise hacer  el desayuno— dijo mirándola tiernamente provocándole una sonrisa, una que se fue apagando poco a poco al ver todo el desastre más de cerca.

— pero te puedes hacer daño— dijo alcanzando unas servilletas para limpiar su rostro — deja que yo me encargue de esto. Tu ve a terminar de alistarte, también vas tarde a la escuela.

— Por esa razón quise ayudarte, se que no puedes con todo y es mi deber también cuidar de ti — dijo el pequeño mientras seguía revolviendo lo que estaba en el tazón apartando su cara de las manos de Malena.

— Ven deja eso. Te haré algo para que desayunes y vayas a la escuela, ¿está bien?, tú no tienes que encargarte de mi, yo soy tu hermana mayor y ese deber me corresponde a mi — dijo acariciando su rostro sin hacer notar el desespero pues ya casi era la hora para su entrevista de trabajo.

—¿y tú qué comerás?—dijo el niño realmente preocupado por su hermana. Malena no podía entender como a su corta edad quería hacerse cargo de responsabilidades que no le pertenecían.

— Ya se me ocurrirá algo así que ve a cambiarte— se recogió su cabello y encogió sus mangas para empezar a limpiar el desastre — y lávate la cara también, no quiero que tú maestra piense que te tengo como mi pastelero personal— eso lo hizo reír y entrar en razón. Se bajó del taburete de un salto robándole un jadeo a Malena pues en su mente pasaron mil escenarios de una desastrosa caída.

No iba a gritarlo o regañarlo solo por eso, entendía perfectamente que sus intenciones eran las mejores pero apenas en un niño, intentaba dar lo mejor de si para mantener el bienestar de ambos. Hace unos ocho años habían quedado huérfanos, por lo que ambos fueron a parar a un hogar de paso, su hermano solo tenía unos meses de nacido y ella ya era una adolescente. Por lo que no pasó mucho tiempo cuando cumplió la mayoría de edad y ya no tendría que estar más en ese lugar, más su hermano como aún era un bebé y debía de quedarse más tiempo allí o esperar a que una familia lo adoptará. Ella no estaba dispuesta a que eso pasara, había perdido a sus padres y no quería que la separaran también de Eun-tak.

Empezó los trámites por la custodia del niño y después de cuatro largos y duros años la consiguió, en esos momentos estaba graduada de la universidad y tenía un trabajo estable en un banco. Podía darle una vida decente a su hermano y darle todo el amor que les fue arrebatado.

Todo se fue al caño después de unos meses y se quedó sin empleo por recorte de personal, ahora debía conseguir un trabajo si no quería que la trabajadora social le quitará a Eun-tak y lo llevarán de nuevo a ese lugar.

Si, la bendita trabajadora social solo hacia su trabajo pero de verdad que era una piedra en el zapato para ambos hermanos.

La visitas mensuales que hacían al departamento para poder corroborar que era un espacio adecuado para la crianza de un niño casi siempre salían bien, además de las entrevistas psicológicas que hacía aquella mujer con preguntas disfrazadas de amabilidad. Aunque en un punto las visitas ya no parecían necesarias siguieron pasando al ser Malena demasiado joven y con un estado civil soltero.

Amor De Jefe || ᵐⁱⁿ ʸᵒᵒⁿᵍⁱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora