Amor De Jefe || ᵐⁱⁿ ʸᵒᵒⁿᵍⁱ

capitulo 13

Me planteo una y otra vez si lo que hago está bien al aceptar que Min me lleve a mi apartamento.

Tal vez mi casi muerte por mi estúpida alergia era un aviso del más alla para que cuidara de ciertas situaciones que involucren a Min. Tal vez es solo una advertencia para que deje que liarme con este hombre. Hay tanto conflicto en mi interior que no me doy cuenta del momento en el que ya estoy de nuevo dentro de su auto y con el cinturón puesto.

— ¿Así está mejor?— pregunta luego de colocarme el dichoso cinturón de seguridad - no queremos más accidentes por ahora. Tampoco debes preocuparte, me encargué de que dejarán este espacio libre de polen.

¿Este hombre quien es y que hizo con mi jefe?.

- Sería mucha coincidencia que suframos un accidente automovilístico justo hoy.

- Nunca se sabe, hay que estar prevenidos- dice con esa dichosa sonrisa en los labios. Si sigue sonriendo de esa forma voy a salir corriendo. Me asusta.

- ¿Al menos sabes dónde vivo?- inquiero dándome por vencida con él.

- ¿Que clase de pregunta es esa?. Yo sé todo de mis empleados- dice con ese tono propio de él cada que quiere pavonearse.

- ¿Ah sí? Yo quiero ver eso.

Lo curioso es que ya estuvo una vez en el edificio donde vivo, no creo que sea complicado.

Sin más vuelve su vista al frente y comienza a conducir.

Aún no anochece, faltan algunas horas para eso, pero como estamos en invierno los días son algo más cortos y a pesar de no pasar de las 4 pm el sol ya dijo adiós a todos dejando un ambiente húmedo y algo nublado.

- Nunca había transitado por esta zona- digo sin dejar de mirar por la ventanilla pero lo suficientemente alto como para que min escuche - ¿es Gangnam, no es así?

- Si. El hospital en el que estabas es el más conocido para mí y las personas de mi familia. Digamos que la atención es muy buena.

- Si claro- digo sin ninguna pisca de remordimiento porque lo obvio es notorio y aquí lo que sobresale es dinero.

Escucho la respiración pesada de YoonGi como una clara muestra de desesperación porque siempre busco la oportunidad de enjuiciarlo por sus posibles.

- ¿Cómo supieron tus padres que tenías alergia a las margaritas? - pregunta y vuelco toda mi atención a él y su pregunta porque con solo mencionar a mis padres siento que requiere mi interés.

Su pregunta es tan fuera de tema que no me sorprende que quiera evitar hablar de lo anterior.

- seguramente no me lanzaron un ramo a la cara- suelto con escarnio. Me lanza una mirada asesina pero lo ignoro porque estoy feliz de mi cometido.

- ¿Tienes una manía de arruinar momentos, lo sabías?- dice cuando nos detenemos en un semáforo en rojo.

- No. No, lo sabía- finjo estar afligida con una de mis mejores caras de preocupación. Eso por el contrario hace unos segundos le causa gracia y sonríe. Yo tampoco puedo contener la risa y comienzo a reir.

- Hablo en serio. Debió ser complicado cuidarte- poco a poco las risas cesan y yo me veo obligada a responder.

- Algo así. Me hicieron pruebas de alergia y resulté alérgica a al menos 6 tipos de medicamentos y algunos tipos de flores, no solo margaritas- respondo con naturalidad. No es que me enorgullezca haber nacido con un sistema inmunológico deficiente, sino que ya me he acostumbrado.

- ¿Puedo saber los nombres de esos medicamentos?- pregunta y veo la oportunidad de lleno de tirar mi sátira.

- ¿Piensas ponerlos en mi café?.