Había una vez, un cuy que podía pararse en dos patas y hablar como Yoda. Vivía en un pequeño pueblo del Cusco, rodeado de vacas, llamas, cerdos, aves y otros cuyes. Se movía en ciertos círculos indígenas y lo conocían como el "Cuy Mágico", porque era capaz de prestar plata rápido.
Un día, un turista escuchó hablar de él, y quiso pedirle plata, pero no sabía en qué se estaba metiendo, ya que al contactarlo se comprometía a hacer comerciales con él para el BCP, además de deberle un favor al que le otorgó ese poder al cuy: MC Dinero. Llegó al pequeño pueblo del Cusco y pidió hablar con el cuy, pero los pobladores no le entendieron porque ellos hablaban yodiano (lenguaje Yoda). El turista estaba desesperado por encontrarlo, así que fue de localidad en localidad pasando todo tipo de costumbres raras, hasta que por fin dio con el condenado cuy en la misma localidad. El cuy, al verlo, no lo pudo creer, y se arrodilló, dirigiéndose a los cerros, creyendo que era una bendición.
El turista no era un turista cualquiera, era el Chanca líder de los Apus, quien estaba de vacaciones, y había venido a liberarlo del yugo de MC Dinero. Además, necesitaba plata para pagarse un merecido viaje a Hawai. Pero el Chanca no sabía por qué no lo habían reconocido, y mirándose al espejo se dio cuenta de que estaba lleno de lodo por su travesía. Miró al cuy, que lo seguía alabando, y le dijo: "Para mostrar mi verdadero poder, agua necesitaré". En seguida le dieron agua y el cuy empezó a hacerle preguntas, hasta que sonó su canción y se pusieron a cantar y bailar: "Con el cuy, cuy mágico..."
El cuy, muy feliz, lo invitó a pasar la noche en su casa con su abuelo. El Chanca aceptó. Cuando fueron a la casa, al abuelo se le cayó su taza de té de coca al verlo. Resulta que en sus años mozos, había escondido al Chanca (antes de convertirse en agente secreto líder de los Apus) de una tribu, y lo había mandado a la punta del Huascarán a buscar una flor inexistente. El cuy abuelo se arrodilló arrepentido. El Chanca, todo un dios agente secreto líder de los Apus, lo perdonó, imponiéndole las manos.
Al día siguiente, empezaron a idear el plan para que el Cuy Mágico ya no sea "propiedad" de MC Dinero. Propusieron aterrorizarlo, cantarle una canción, o recitarle un poema. Entonces el cuy abuelo dijo algo que jamás se había escuchado de su boca, que dejó a todos sorprendidos. Cuando el Chanca lo entendió, supo lo que tenía que hacer. Así que decidieron invocar a MC Dinero haciendo el baile del dinero, arrojando hojas verdes mientras bailaban como los enanitos de Blancanieves, para intentar razonar con él pacíficamente. Cabe mencionar que para esto tuvieron que viajar a los verdes valles de Junín.
Pasaron algunos minutos hasta que MC Dinero se presentó cantando "Dinero, dinero, dinero, aprende algo dinero" porque su vida cambió desde que una gatolleta le regaló unos millones en España. El Chanca le dijo lo que quería y éste se empezó a reir, ya que no creía que el prestarle dinero le traería algún beneficio. En eso, su hija vio al Chanca y se enamoró de él, entonces el trato fue que le daría el dinero si se casaba con ella. El Chanca la vio y casi se desmayó, pues en lugar de una linda chica, estaba un horrendo monstruo (osea, una chica fea) que él podría jurar que era el perro de Satanás. Entre arcadas dijo que de ninguna manera, así que MC Dinero se enojó y dijo: "Que empiece, que empiece, que empiece la batalla, que empiece". Al oír esto, el pueblo formó una ronda, encerrando a MC Dinero, a su hija y al Chanca con el cuy. Primero, empezó MC Dinero con su clásico "Dinero, dinero, dinero, toma algo de dinero", mientras iba tirando billetes americanos y de intimillón que a nadie le servía.
Pero en eso, algo absorbió a MC Dinero, no permitiendo al Chanca y al cuy actuar. Resulta que un par de idiotas de la UPC habían invocado a MC Dinero para que les dé plata. El Chanca y el cuy se quedaron estupefactos y los del pueblo les empezaron a tirar billetes ya que querían ver algo más de acción. Mientras tanto, MC Dinero prestaba s/. 2000 a cada uno de los estudiantes para pagarles a los profesores, a cambio de que AMBOS se casaran con su "preciosa" hija (que no estaba).
Ellos aceptaron, pero tramaban asesinarla luego de haber recibido el dinero. Planeaban enterrarla viva o quizá ahogarla. Así que cuando el perro de Satanás, perdón, la "hermosa" hija de MC Dinero llegó, ellos fingieron recibirla con mucho gusto. Le dieron atenciones y piropos sacados de internet e incluso compusieron una canción para ella: "Pero te quiero". Cuando MC Dinero se fue, la empujaron y le dijeron que no querían nada con ella y que si le decía algo a su padre, moriría. Ella, asustada, no dijo nada, pero sabía que su padre se vengaría. Así que escribió todo en un billete de un dólar, el cual llegó a manos de MC Dinero, quien fue y con su rap "Mueran, mueran, pium pium, idiotas, pium pium" pulverizó a estudiantes.
MC Dinero aún tenía asuntos que terminar con el Chanca y el cuy, así que fue a Ayacucho a darles el alcance en la pampa de la Quinua. Allá, el Chanca y varios cuyes acamparon para llamar a MC Dinero, pero no contaron con que llegaría de improvisto, diciendo: "Bu, bu, bu, los asusté, bu, bu, bu". Ante ello, el cuy le dijo: "Asustados estamos, pero un plan creamos". Consistía en atrapar a MC Dinero con una red de pesca, de esa manera, no podría hacer nada y todo el dinero sería de ellos.
MC Dinero fue atrapado antes de poder actuar. Los cuyes le quitaron el dinero y se lo dieron al Cuy Mágico. Sin embargo, MC Dinero logró liberarse de la red tras mucho forcejeo. El Chanca, al ver esto, extendió sus brazos, y ejecutó el legendario "salseo del águila". MC Dinero dio su último grito mientras se deshacía en confetti verde. Todos se deslumbraron al ser testigos de algo tan increíble. Como agradecimiento, los pobladores erigieron una estatua del Chanca ejecutando el poderoso e infalible movimiento, frente al gran obelisco que conmemora la batalla de Ayacucho.
Pasó el tiempo. El Cuy Mágico se fue a Lima y consiguió un puesto publicitario mejor remunerado en el BCP, y el Chanca por fin pudo irse a Hawai y luego a Nepal, para conocer al máximo Apu Everest (que no era Apu, pero él qué iba a saber).
El dinero ya no fue un problema...
Créditos: Guille, Jose y Karol.
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El alimón de la Pre
HumorUna colección de historias que unos amigos de la Pre San Marcos escribieron por no tener nada mejor que hacer.