The Walking Days

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Érase una vez, un joven llamado Chandler, quien soñaba con ser actor. Sí, para ser honestos, era muy bueno para eso. Por ello, se fue a Hollywood a probar suerte, donde se matriculó a un curso de actuación que ofrecía cierta tortuga con planes de conquistar el mundo.

Estudió mucho actuación, pero por más que lo intentaba, no pasaba los castings. Mucho tiempo después, ya harto de su rutinaria y aburrida vida, se echó a dormir con un somnífero. Cuando despertó, eran las 6:10 am, se levantó somnoliento, era tal su estado que cuando abrió la puerta no vio la crisis que había afuera: gente perseguía a otra y se devoraban entre sí. Él, tranquilo y con sueño, salió y cruzó la pista, compró pan, dejando el dinero en el mostrador sin notar que se comían al vendedor. Volvió a su casa y se echó a su cama, pero luego dijo: "Un momento...". Asustado, Chandler echó un vistazo por la ventana y se dio cuenta deque no era un sueño. Personas comiendo a otras... ¿Zombies? Joder, ¡su maestro! Si Esteban, la tortuga moría o le hacían daño, nadie podría seguir preparándolo para actor. Lo que Chandler no sabía era que la tortuga tenía mucho que ver en aquel asunto...

Intentó bañarse, pero el agua que salía estaba mezclada con sangre, así que se puso un polo, pantalón y zapatillas, y, armado con cuchillos, fue a casa de su maestro. En el camino, mató a unos cuantos vecinos, lo hizo sin remordimiento, ya que ellos eran recontra jodidos, pero cuando llegó a la casa de Esteban se dio con una gran sorpresa. Esteban estaba ahí, armando su plan macabro y riendo malvadamente. discretamente, se dio la vuelta y trató de salir, pero alguien le obstruyó el paso. Esta persona acababa de ser mordida y le explicó que había pasado un año y que tenía que detener a Esteban. Chandler le preguntó cómo, y la persona le iba a responder, cuando de repente, "murió". Chandler sabía que debía huir, así que se fue a su casa a armar su plan.

Esteban estaba en un refugio o fuera de la ciudad, así que debía prepararse. Descansó  esa noche. Al día siguiente, a las 3 de la mañana, salió sigilosamente. Pareció no haber nadie en la calle, solo había autos chocados y restos de sangre, en el fondo sentía mucho temor, por lo cual llevaba ropa gruesa para que las mordidas no pasaran. El silencio era cortante. Llegó a su auto sin más problemas y se subió. Empezó a manejar, sin darse cuenta de que había alguien en el asiento trasero, que empezaba a levantarse. Era uno de esos zombies ya cadavéricos, así que Chandler frenó bruscamente y el cuerpo voló desde el asiento posterior al parabrisas con tanta fuerza que cayó fuera del auto e incluso Chandler lo arrolló mientras gritaba: "¡Zombie idiota, pagarás mi seguro!".

Llegó al cuartel de Esteban, pero la entrada estaba custodiada por zombies con armas. Chandler estuvo a punto de rendirse, así que sacó de su auto armas y balas, también un lanzallamas. Sacó de su bolsillo una pequeña radio a pilas y la encendió junto con unos pedazos de carne. Los zombies escucharon la radio y olieron la carne y corrieron hacia ella, pero no contaron con que activarían el lanzallamas, quemándolos al instante. Chandler aprovechó para entrar, y vio a Esteban ahí de espaldas. Cogió su metralleta y le disparó con muchísimo odio, Esteban cayó. Chandler se acercó y volteó el "cadáver". Al hacerlo, gritó como niñita. Ése no era Esteban. ¡Era un muñeco! ¡Demonios! Preguntándose dónde estaría, vio en la pared una foto de una galleta de jengibre con muchos dardos en ella. Qué raro. Pero aún tenía que acabar con el apocalipsis zombie. ¿Cómo? Entonces supo lo que debía hacer. Invocaría al único que lo podría ayudar: ¡El Chanca! Hizo todos los movimientos. Del cielo bajó un angelito y le entregó un papel con un mensaje y se fue: "Mr. Chanca está de vacaciones y le vale verga si un gringo lo necesita" ¡Rayos! ¿Y ahora? 

Recorrió las instalaciones en busca de algo que ayudase. Vio en contenedores grandes de cristal distintos y raros especímenes: un hombre gallina, hombre rata, mujer barbuda, hombre lobo, hombre caimán, nada humano. Salió y fue a la ciudad, donde todo estaba vacío. Vio a lo lejos a un negro con su perro entre los autos, solitario, no lo llamó porque podría robarle. Entró en un edificio oscuro como la noche. De repente, su linterna se apagó.

Chandler se asustó. En ese momento se prendió un foquito y vio una silla, ésta giró 180° y apareció Esteban. "Tanto tiempo siendo mi aprendiz y ahora me matarás. Qué irónica es la vida." dijo. Chandler lo apuntó con su arma, pero en ese instante, dos zombies lo sujetaron de ambos brazos y le retuvieron. Esteban lo miró y empezó: "Fue hace algún tiempo que mi vida era feliz, pero todo cambió cuando Jengi, la galleta, apareció. Desde ese día busco vengarme y he desatado un apocalipsis zombie ya que así no se podrá esconder. Muajajajaja." Una voz muy, muy aguda y chillona los interrumpió. "¡Aquí estoy, lagartija con concha! ¡Parado y sin polo conchatumare!" ¡Era Whi... perdón, Jengi! Con una patada voladora derribó a los zombies y Chandler logró huir. Sólo quedaron Esteban y Jengi.

Chandler huyó. Corrió y corrió. Vio cómo un edificio lleno de jovencitas era atacado. Se dirigió a salvarlas, pero vio una gran pancarta que decía: "Club de fans de Justin Bieber". Se detuvo y se alejó, silbando disimuladamente. Se refugió en el segundo piso de una casa, donde se acordó de su familia y sus amigos. Comenzó a llorar solito, solo, solitariamente en su soledad, sin nadie. Oyó una explosión. El edificio se había caído con todo y believers. Menos mal. Escuchó una segunda explosión y todo se oscureció. 

Abrió los ojos, estaba soleado. Salió y todo había vuelto a la normalidad. ¿De veras sucedió? Sonó su teléfono y atendió. Luego, salió de su casa alegremente. Había conseguido el papel de Will Horton en una novela de la NBC. 

Y la gente lo amó...

Créditos: Guille, Edgar, Whinney y Jose.

El alimón de la PreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora