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· 𝐋𝐀 𝐈𝐒𝐋𝐀 𝐃𝐄 𝐋𝐀𝐒 𝐌𝐔𝐉𝐄𝐑𝐄𝐒,
𝐀𝐌𝐀𝐙𝐎𝐍 𝐋𝐈𝐋𝐘 ·▐くらやみ るす
▐ 𝐊𝐮𝐫𝐚𝐲𝐚𝐦𝐢 𝐑𝐮𝐬𝐮
▐ 𝕶𝖚𝖗𝖆𝖞𝖆𝖒𝖎 𝕽𝖚𝖘𝖚Estábamos viajando hacia la isla de las Kujas. Estas mujeres eran admirables; aún sin saber nada del mundo masculino eran increíblemente fuertes, independientes, y muy amigables. Bueno, al menos conmigo lo eran. Con mis nakamas... no mucho.
—¿Cuánto falta? —pregunté mientras me encontraba en el barco de las Kujas, pero ansiaba volver al submarino para acurrucarme con Bepo y dormir un rato
—No mucho —me sonrió una de las chicas—. ¡Mira! ¡Allí se ve la isla!
Y efectivamente, a lo lejos se vislumbraba la isla de las Kujas. Sonreí. Había escuchado muchísimas historias sobre esta isla y sus habitantes. La inmensa curiosidad por recorrer sus calles, probar su ropa y comida y hablar con esas guerreras me llenaba de emoción, pero traté de disimularlo; tampoco quería parecer una fanática loca.
—Iré al submarino —avisé a la Kuja que se encontraba a mi lado.
—Oh, ¿irás con ellos? —me miró curiosa. Yo asentí, y la chica hizo un puchero, algo molesta—. No me agrada la idea de que una mujer esté con hombres. ¡Deberías unirte a nosotras!
Sólo sonreí en respuesta. Caminé hacia la parte trasera del barco de las Kujas. Al mirar el submarino que seguía al barco, vi a Bepo durmiendo en la cubierta. No pude evitar pensar en lo tierno y adorable que era el oso blanco.
Me planté en la baranda del navío de las Kujas, lista para saltar al submarino. O eso intenté. Perdí el equilibrio y casi caí al mar.
Pero, como dije, casi.
—¡Room, Shambles! —al momento en el que su voz grave dijo eso, aparecí a su lado, y al mar cayó un utensilio de cocina—. Ten más cuidado. Si caes al mar de nuevo no iré a rescatarte.
—Sí bueno, yo por lo menos sí puedo nadar —le respondí con burla. Law levantó una ceja—. Oh mierda —había hablado de más.
—¿Sabes nadar?
—¿Yo?, ¿Nadar? No, ¿cómo crees? —dije nerviosa.
—Ahora que lo mencionas, ¿cómo es que tienes dos poderes?, ¿consumiste dos frutas del diablo?, ¿eso no es imposible?
—Jamás dije eso —traté de desviar el tema—. ¿Cómo está nuestro paciente?
—No cambies de tema.
—¿De qué hablas, captain? Siempre hablamos de Luffy —fingí demencia, retrocedí unos pasos y fui hasta donde Bepo dormía—. Bepo, ¿puedo acompañarte?
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¿𝐔𝐍 𝐀𝐌𝐎𝐑 𝐏𝐎𝐒𝐈𝐁𝐋𝐄? | Trafalgar Law x 𝙁𝙀𝙈!Reader
أدب الهواةEn un vasto océano de leyendas y secretos, donde los ecos de antiguas batallas aún resuenan entre las olas, se despliega un mundo de piratas y aventuras que desafían la imaginación. Un reino donde los dioses observan desde lo alto, susurrando destin...